Activistas ecologistas intervienen carteles de la película ‘La sociedad de la nieve’ para reclamar un reparto social del agua en Granada

18-04-2024

  • Los colectivos consideran un sinsentido haber alimentado artificialmente la superficie esquiable de Sierra Nevada durante esta temporada, mientras se pedía a la población un esfuerzo por ahorrar agua
  • Andalucía necesita una  transición hídrica justa en la que se acoplen las demandas de agua a la disponibilidad real del recurso, contando con las explotaciones familiares y profesionales y asegurando que se cumplen los caudales ecológicos

Activistas de diferentes colectivos ecologistas y sociales han intervenido la publicidad de las marquesinas que anuncian la película La sociedad de la nieve en la ciudad de Granada, para denunciar el modelo de explotación de la estación de esquí gestionada por la empresa Cetursa, que depende de la Junta de Andalucía. Los colectivos consideran un sinsentido el uso del agua que ha realizado esta empresa para innivar las pistas a lo largo de esta temporada. De forma paralela, otro grupo de personas de diferentes colectivos sociales y ecologistas han desplegado pancartas en Pradollano, en el Parque Natural de Sierra Nevada, en las que se leían los mensajes “Por un reparto social del agua” y “Sequía = Mala gestión».

Con estas acciones coordinadas, las personas activistas advierten de que Sierra Nevada empieza a dar signos evidentes de estar afectada por las consecuencias del cambio climático y, por tanto, consideran que la estación de esquí debe adaptarse a la nueva realidad. Según datos del Observatorio Global de Sierra Nevada, las lluvias han disminuido un 67 % entre 1993 y 2023; el espesor de la nieve, que a principios de siglo XXI era de 343 centímetros, es ahora de 60, y la superficie esquiable sin usar cañones de nieve artificial ha disminuido en metros y en días de permanencia. 

“Cetursa, lejos de afrontar la realidad, está desarrollando un modelo de explotación cada vez más dependiente del uso de cañones de nieve artificial que requiere una gran cantidad de agua”, denuncian los colectivos. Tanto es así que la empresa solicitó a finales del año pasado un incremento de la dotación de aguas, en plena sequía, para pasar de los 350.000 metros cúbicos de agua a 725.700, aunquela Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) se lo denegó. La propia CHG está investigando si la empresa ha utilizado agua fuera del periodo concesional, a raíz de una denuncia realizada por Ecologistas en Acción. Aunque las aguas utilizadas para la creación de nieve artificial vuelvan a integrarse en el ciclo integral una vez se produce el deshielo, los colectivos ecologistas consideran completamente incongruente que se esté haciendo un llamado al ahorro y el uso racional de agua a la población andaluza en general y, por otro lado, utilizando grandes cantidades del recurso en usos recreativos que no están al alcance de todos los bolsillos. 

Asimismo, las personas activistas exigen que se cumplan con rigor científico los caudales ecológicos del río Dílar y Monachil. Consideran que el uso del agua para la producción de nieve artificial podría estar alargando el periodo de estiaje de estos ríos; más aún cuando se están batiendo récords de temperaturas medias y máximas en los últimos años, como las registradas a principios de 2024, cuyo mes de enero ha pasado a la historia como el más cálido en todo el mundo desde que se tienen registros. El incremento de temperatura, unido a una concatenación de años en los que se ha constatado una sequía meteorológica, está poniendo en peligro el buen estado de los ríos y las especies que en ellos habitan. 

La estación de esquí, relevante para la economía de la zona

Las personas activistas participantes son conscientes del peso que tiene la estación de esquí sobre la economía de la zona. Precisamente por eso, consideran necesario que se inicie un proceso de transición hídrica justa lo antes posible, para adaptar las actividades económicas de la comarca que dependen del uso intensivo del agua a los escenarios de cambio climático que ya están afectando a los ecosistemas de Sierra Nevada. 

Además de la sequía meteorológica, los colectivos advierten de que Andalucía sufre un problema de escasez, dado que existe una demanda de agua que sobrepasa la capacidad de recuperación de los ecosistemas. Es la agricultura la que consume más del 80 % del recurso y los ecologistas advierten que también se dan irregularidades en el consumo de agua por parte de este sector. Sin embargo, esta actividad económica fundamental para la economía local y andaluza está sujeta a mecanismos que recortan su uso en momentos de sequía. Por todo ello, afirman que para gestionar la escasez de agua es necesario aplicar criterios de justicia social, además de medidas de ahorro y eficiencia. Esa perspectiva de justicia debe incluir medidas como garantizar la salud de los ecosistemas y las especies que dependen de que los ríos y masas de agua afectadas, reducir dotaciones de agua para actividades de ocio en caso de sequía o concretar la modulación de dotaciones de riego que garanticen la supervivencia de la agricultura familiar y profesional, arraigada en el territorio, y que no se reparta agua exclusivamente en función de la cantidad de hectáreas en propiedad. 


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