Reactivo ante los posibles retrocesos en la política europea en materia de transporte

Bruselas pretende dar un giro de 180 grados al sector del transporte en materia ambiental

12-12-2025

  • Greenpeace pide que la Comisión Europea mantenga la prohibición de vender coches nuevos con motores de combustión para 2035
  • La supresión de la fecha de caducidad de los vehículos de combustión sólo atiende a los intereses económicos a corto plazo de los fabricantes europeos de coches y perjudica al clima y a toda la sociedad

La prohibición de la venta de automóviles nuevos con motores de combustión, que se había decidido para 2035, se va a eliminar bajo la presión de Alemania, junto con otros países. Según informan los medios de comunicación, la propuesta de la Comisión, prevista para el próximo martes, ya no especifica una fecha de transición fija. Para 2035, las emisiones de CO2 de los automóviles nuevos solo se reducirían en un 90 %, en lugar del 100 % original. Incluso en 2040, los nuevos motores de combustión seguirían estando permitidos. 

«Los intereses a corto plazo de algunos lobbies no pueden echar por tierra años de acuerdos fundamentales. El Gobierno de España, que ha apoyado con firmeza el fin del coche de combustión en 2035, debe mantenerse absolutamente firme y rechazar cualquier intento de suavizar o retrasar esta fecha en el próximo Consejo. Cualquier retroceso es inaceptable y una traición a las generaciones futuras”, ha declarado Cristina Arjona, responsable de la campaña de movilidad de Greenpeace España.

“Desde Greenpeace reclamamos al Ejecutivo que rechace cualquier retraso en la fecha y lidere la defensa del 2035 sin excepciones para garantizar una transición rápida hacia la movilidad de cero emisiones. No sólo para proteger la salud ciudadana y ser coherente con la lucha contra la emergencia climática, sino también para evitar el colapso de la propia industria automovilística europea, que por ganar unos años de beneficios se quedará sin la posibilidad de competir con los fabricantes asiáticos, como ya ha sucedido en otros sectores industriales. El futuro de nuestra industria automovilística está en juego. Dar marcha atrás en la fecha límite europea envía una señal contradictoria y de falta de previsibilidad al sector”, ha manifestado Cristina Arjona. 

Martin Kaiser, director ejecutivo de Greenpeace Alemania, considera que la decisión de la Comisión es un autogol en materia de política industrial y un duro golpe para la protección del clima. Con esta propuesta, la Comisión se está convirtiendo en la sepulturera de la industria automovilística local y de la protección climática europea».

“El Gobierno federal alemán, bajo el liderazgo de Friedrich Merz y Lars Klingbeil, ha elegido el lado equivocado de la historia industrial. Ahora depende de los Estados miembros razonables detener esta postura populista y contraria al futuro en el Consejo”, ha puntualizado Martin Kaiser.


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