Con motivo de las jornadas celebradas hoy en Barcelona
El Futur és Ara exige a la Generalitat un mayor compromiso en materia climática
- Cataluña emite prácticamente el mismo CO2 que en el año 1990, mientras Europa ha recortado un 37 % las emisiones
- Los presupuestos de carbono, el PLATER, el PINECCAT y la Agencia de la Naturaleza avanzan, pero sin plazos definidos de aprobación
- Las energías renovables y la electrificación del país (movilidad, industria, usos térmicos) no dan el salto necesario en un contexto de emergencia climática y ecológica
- Con determinación política, acompañamiento de la ciencia y un gran pacto social, Cataluña puede anticipar los efectos del calentamiento global en la región mediterránea y convertirse en un referente para su respuesta
En la mañana de hoy se ha celebrado la edición de 2025 de El futur és ara, organizada por la alianza que lleva el mismo nombre y de la cual Greenpeace forma parte desde su creación, en 2023. Las organizaciones que conforman esta alianza han destacado la necesidad de avanzar en políticas en el ámbito climático para hacer frente a los retos actuales. Alertan de que la reorganización del Gobierno en una macro-Consejería (de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica), que engloba las políticas ambientales, energéticas y territoriales, no se ha traducido en una aceleración de las políticas ambientales pendientes desde 2023. Tal como muestra el Anexo, los instrumentos legales más destacados para hacer frente a la emergencia climática y ecológica siguen pendientes de tramitación o sin plazos claros de aprobación: el Presupuesto de Carbono, el PLATER, el PINECCAT o la Agencia de la Naturaleza.
Por otro lado, el mundo científico se ha organizado en torno a la plataforma La Legislatura del No Retorno, para reclamar al presidente liderazgo y un gabinete de crisis de naturaleza científica para hacer frente a la crisis climática y ecológica. Más de 1.250 personas y casi setenta instituciones científicas y entidades se han adherido a este llamamiento del mundo científico, entre las cuales muchas de El Futur és Ara.
El Parlament de Catalunya declaró la Emergencia Climática en 2019, y siete años después el grueso de las medidas para hacerle frente todavía corre por los pasillos de la Generalitat esperando su aprobación. Mientras tanto, Cataluña pierde posiciones y oportunidades en la nueva economía verde y en sectores en los que había ostentado el liderazgo. Mientras el conjunto de la UE ha reducido las emisiones un 37 % respecto al año 1990, Cataluña está prácticamente en el mismo volumen de emisiones. A nivel estatal, Cataluña está a la cola de la transición energética justa y está perdiendo el tren de la nueva economía descarbonizada, con solo un 19,1 % de electricidad de fuentes renovables en 2024, nivel por debajo del de hace una década (21 % en 2014 según datos de REE).
2025: determinación política para acelerar los cambios y frenar la desinformación
El gran apagón eléctrico del 28 de abril ha sido aprovechado por amplios sectores para alimentar la desinformación respecto a la transición energética. Las fake news y la manipulación de la información son un problema que se arrastramos desde hace años en la lucha contra el cambio climático y que sólo puede contrarrestarse con determinación política y hechos.
Por eso, en la edición 2025 de El futur és ara las organizaciones piden diligencia y una hoja de ruta clara, con objetivos a 2030 y 2035 y alineados con el 1,5 ºC de calentamiento máximo planetario:
- Aprobar con urgencia los Presupuestos de Carbono previstos en la Ley de Cambio Climático de 2017, para que estos fijen los objetivos de Cataluña en materia de emisiones y sean la base sobre la cual definir los instrumentos normativos y de planificación pendientes de aprobación.
Una vez aprobados, impulsar un Pacto Social y Plan de Inversiones en Mitigación 2026-2030, para cumplir con los objetivos de los presupuestos de carbono hasta 2030 y hacer que la transición energética justa llegue no solo al sector eléctrico, sino también a la movilidad, el transporte de mercancías, el sector residencial, el industrial y también al sector primario. Asimismo, facilitar el monitoreo público del cumplimiento de los presupuestos mediante un recuento de emisiones nacional y por municipios.
Los estudios indican la extrema urgencia e importancia clave de reducir las emisiones cuanto antes, lo que requiere un esfuerzo presupuestario extraordinario, especialmente para garantizar consecuencias positivas para el conjunto de la población. Cabe recordar que la Ley establece la aprobación de presupuestos de carbono por períodos de 5 años y estos llegan con 5 años de retraso, por lo que es inaplazable la determinación política para recuperar cuanto antes el terreno perdido. El primer presupuesto -2021-2025- y el segundo -2026-2030- debían estar vigentes el 31 de diciembre de 2020, y el tercer presupuesto -2031-2035-, el 31 de diciembre de 2023. - Completar en un máximo de 12 meses la tramitación del Plan Territorial de las Energías Renovables (PLATER), incluyendo las zonas de aceleración para los objetivos energéticos de 2030 y 2035, en observancia de los mandatos de la Directiva Europea 2023/2413 de Renovables, así como una planificación de las infraestructuras de almacenamiento y distribución asociadas para garantizar la estabilidad del sistema y de los precios.
Iniciar sin demora el diálogo social imprescindible para prevenir y resolver los conflictos territoriales vinculados al despliegue de las energías renovables y la electrificación del país. Asimismo, el PLATER debe incorporar mecanismos para garantizar el fomento del autoconsumo compartido y las comunidades energéticas en todo el territorio, mediante una planificación que reconozca su potencial para diversificar el modelo energético, reforzar la resiliencia territorial y favorecer una mayor participación ciudadana en una justa transición energética. - Articular con el mundo científico catalán un mecanismo de gobernanza de la crisis climática y ecológica, que tenga como prioridades:
- Planes de adaptación y resiliencia de las infraestructuras esenciales del país (agua, energía, telecomunicaciones, movilidad y salud)
- Revisar los grandes instrumentos de planificación del país (Plan territorial general de Cataluña, Planes territoriales parciales, Plan de infraestructuras del transporte…), para planificar la ordenación territorial y las nuevas infraestructuras necesarias para lograr el cumplimiento de los presupuestos de carbono.
- Monitorear el presupuesto de carbono y determinar las mejores opciones a medio y largo plazo y, tal como prevé la Ley de Cambio Climático, rendir cuentas anualmente ante el Parlamento.
- Monitorear la evolución de los efectos del calentamiento global en Cataluña y sus impactos, ambientales, sociales y económicos.
- Integrar todas estas funciones en un Observatorio de monitoreo y respuesta al cambio climático de Cataluña.
El Futur és Ara, una alianza para exigir una respuesta ante la crisis climática y ecológica
En el año 2023, entidades sociales y ambientales decidieron unir esfuerzos para situar en el centro del debate público la necesaria respuesta a la crisis climática y ecológica aprovechando el Día Internacional del Medio Ambiente.
Así nació El Futur és Ara, un espacio de encuentro entre la sociedad civil, instituciones científicas y representantes políticos para articular una respuesta compartida a la crisis ecosocial. Desde entonces, cada año la plataforma ha reunido a expertos y científicos para evaluar el estado de nuestro medio ambiente y de las políticas públicas y situar las prioridades inmediatas a un año vista.
