Greenpeace presenta un montaje teatral sobre el litigio climático
El Gobierno español, culpable por su inacción ante el cambio climático, en la obra ‘Juicio por el clima’
- Rakel Camacho ha dirigido la representación, con guión de Ignacio del Moral y con los actores José Manuel Seda, María Morales, Eva Rufo y Jesús Noguero como protagonistas
- La obra ha culminado con una sentencia condenatoria del Gobierno español por su falta de acción contra el cambio climático: se agota el tiempo y no podemos permanecer inactivos
- Los actores Víctor Clavijo, Marta Belenguer o Lucía Jiménez, entre otros, han asistido como público, junto a representantes de ONG y socios y socias de la organización ecologista
Madrid, 18 de noviembre de 2021.- Representantes de ONG, personalidades del mundo de la justicia, la cultura y la comunicación y más de 50 socios y socias de Greenpeace han asistido hoy a la representación teatral del Juicio por el Clima. Entre ellos, artistas como Marta Belenguer, Víctor Clavijo o Lucía Jiménez, o la pareja de influencers Les Chuches Couple.
El montaje, con guión de Ignacio del Moral y dirección de Rakel Camacho, quiere acercar al público la demanda presentada por Greenpeace, Ecologistas en Acción, Oxfam Intermón, la Coordinadora ONGD y Fridays for Future ante el Tribunal Supremo contra el Gobierno de España por su falta de acción ante el cambio climático.
José Manuel Seda, como el abogado del Estado; María Morales, como la abogada demandante; Jorge Kent, como el secretario judicial; Eva Rufo, como la jueza; Jesús Noguero, como perito, y Cocó Jiménez, Natalia Erice, Montse Pla y Javier Pérez-Acebrón, como testigos, han escenificado un montaje precioso y emocionante con un final a la altura: la ciudadanía asiste a la sentencia condenatoria del Gobierno por su falta de compromiso en la lucha contra el cambio climático.
Dirigiéndose al público, la jueza ha declarado:
“Se nos agota el tiempo y no podemos permanecer inactivos. Caminamos dormidos hacia un suicidio colectivo y es hora de despertar: el cambio climático es ya una evidencia científica que amenaza nuestra existencia. Los ojos de la sociedad están sobre las instituciones. No podemos seguir mirando hacia otro lado mientras se calienta el Planeta. Adoptar medidas para impedirlo es nuestra responsabilidad”.
Tras la representación, Rakel Camacho, Ignacio del Moral y la abogada de Greenpeace y responsable jurídica del litigio, Lorena Ruiz-Huerta, han mantenido una charla con los asistentes para responder a sus dudas y hablar sobre la importancia de este litigio para empujar al Gobierno a un mayor compromiso ante la emergencia climática. Asimismo, han intervenido Javier Andaluz, coordinador de Clima y Energía de Ecologistas en Acción; Lourdes Benavides, responsable del programa de Clima y Resiliencia de Oxfam Intermón, y José Luis Postigo, del equipo de gobierno de la Coordinadora de ONG por el Desarrollo, como codemandantes junto a Greenpeace y Fridays for Future.
Lorena Ruiz-Huerta resume, así, el espíritu de este montaje: “La representación que hemos visto hoy es una ficción de lo que sucede en realidad: cinco organizaciones ecologistas y de defensa de los derechos humanos hemos demandado al Gobierno por su falta de acción ante el cambio climático. La comunidad científica es clara: la situación es de emergencia y no podemos perder más tiempo. Hacen falta políticas valientes y urgentes que garanticen que podremos dejar un mundo habitable a las generaciones futuras. Confiamos en que la sentencia del Tribunal Supremo real sea tan contundente en favor de la ciudadanía y del medio ambiente como la que ha dictado el tribunal del teatro”
Sobre la demanda:
La demanda se basa en la constatación de que los sucesivos Gobiernos de España han incumplido sus compromisos internacionales en la lucha contra el cambio climático.
España es uno de los países más vulnerables al cambio climático de Europa y también es el que más ha aumentado sus emisiones entre 1990 y 2017. Según las organizaciones demandantes, el Gobierno está ahora obligado a incrementar su esfuerzo de reducción de las emisiones al 55 % en 2030 respecto a 1990 y alcanzar la descarbonización en 2040, para posibilitar que las generaciones futuras puedan disfrutar de un medio ambiente que les permita llevar una vida en condiciones dignas.
Esta demanda se enmarca dentro de una ola internacional de litigios climáticos que sostienen que la falta de acción contra el cambio climático vulnera los derechos humanos.