El nuevo plan anunciado por el mayor comerciante de aceite de palma del mundo no garantiza el fin de la deforestación

05-10-2018

  • Nestlé, Unilever o Procter&Gamble son algunas de las marcas a las que distribuye la empresa Wilmar International
  • El nuevo plan de acción solo incluye medidas “voluntarias” a los proveedores de los que se abastece Wilmar International
  • Hace cinco años la compañía se comprometió a vender aceite de palma libre de deforestación, pero ha inclumplido sistemáticamente con sus obligaciones

Según Greenpeace, el nuevo plan de acción anunciado hoy por Wilmar International [1], el mayor comerciante de aceite de palma del mundo, no cumple con el objetivo de evitar que su cadena de suministro incluya aceite de palma procedente de la deforestación. Wilmar distribuye a compañías como Nestlé, Unilever o Procter&Gamble.

Wilmar debe garantizar que su aceite de palma no procede de empresas que están destruyendo los bosques. Esto significa solicitar a sus proveedores de aceite de palma que publiquen los mapas que muestren que no están destruyendo las selvas tropicales y cancelar los contratos con aquellos que se nieguen a hacerlo. Sin embargo, Wilmar está tratando de engañarnos con acuerdos de carácter voluntario que sus proveedores simplemente van a ignorar“, ha declarado Kiki Taufik, responsable de la campaña de Bosques de Indonesia de Greenpeace.

En 2013, Wilmar se convirtió en el primer comerciante de aceite de palma en adoptar una política de “no deforestación, destrucción de turberas, no explotación forestal” que incluyera a sus proveedores de aceite de palma. El mes pasado, una investigación de Greenpeace reveló que Wilmar estaba comprando aceite de palma a 18 de los 25 proveedores culpables de destruir una superficie de más de 130.000 hectáreas de selva tropical desde 2015. [2] Solo una pequeña parte del comercio de aceite de palma que Wilmar suministra procede de sus propias plantaciones; más del 80 por ciento proviene de otros productores de aceite de palma [3].

Wilmar lleva cinco años diciendo que va a dejar de comprar aceite de palma a los proveedores que destruyen los bosques. Hoy tenía la oportunidad de recuperar el tiempo perdido anunciando un plan sólido y ambicioso. Greenpeace ha intentado interactuar con Wilmar de manera constructiva, pero la compañía no se ha comprometido a establecer medidas específicas que tengan un impacto real en el terreno. Esto deja a sus clientes sin otra opción que suspender el comercio con Wilmar hasta que pueda probar que su aceite de palma está limpio“, ha asegurado Taufik.

El plan de acción de Wilmar carece de aspectos clave necesarios para garantizar que sus proveedores de aceite de palma no destruyen las selvas tropicales. Estas lagunas son:

  • Sus proveedores no están obligados a publicar los mapas de sus concesiones y no hay una fecha límite clara para que deban empezar a hacerlo. En cambio, Wilmar “alienta” a los proveedores a publicar mapas de concesiones y promete presentar otro plan el próximo año.
  • El alcance del monitoreo de la cadena de suministro de Wilmar carece de detalles clave, como la línea de base y las acciones correctivas contra los productores que incumplen el compromiso de no deforestar. No queda claro cómo Wilmar pretende monitorear a sus proveedores, ya que esto requiere mapas de concesiones, que los proveedores no están obligados a publicar.
  • Wilmar ha establecido el objetivo de aceite de palma 100% “no deforestación, no destrucción de turberas, no explotación”, verificado de forma independiente en su cadena de suministro para diciembre de 2020. Sin embargo, el plan carece de las medidas específicas, temporales y medibles necesarias para lograrlo.

 

Notas:

[1] Action plan to improve and accelerate NDPE implementation Plan de Acción para mejorar y acelerar la implementación

[2] Greenpeace ha utilizado imágenes de satélite para identificar 130.000 hectáreas de deforestación de 25 grupos productores de aceite de palma desde 2015. 51.600 hectáreas (40%) se encontraban en la Papúa de Indonesia y 26.100 hectáreas más (20%) en la vecina Papúa Nueva Guinea, algunas de las regiones con mayor biodiversidad del planeta y zonas hasta hace poco no explotadas por la industria del aceite de palma.

Cuando Greenpeace solicitó a Wilmar más información sobre estos grupos de productores, Wilmar confirmó que estaba abasteciéndose de 18 de ellos. Posteriormente, dejó de comprarles a varios.

[3] El análisis de Greenpeace se basa en información publicada por Wilmar de sus fábricas y refinerías.


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