El último informe del IPCC insta a dejar de posponer las medidas necesarias para frenar el cambio climático: existen soluciones para un futuro más seguro

04-04-2022

  • El esperado informe confirma que las políticas climáticas de los países no están en consonancia con el límite de calentamiento de 1.5ºC del Acuerdo de París
  • Según el IPCC, tenemos las soluciones para cumplir dicho límite y reducir al menos a la mitad las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero de aquí a 2030, con un bajo coste o incluso beneficios en más de la mitad de ellas
  • Además del papel clave de la energía solar y la eólica, la electrificación y la eficiencia, el informe destaca la importancia de la restauración y protección de los bosques y otros ecosistemas naturales, la agricultura, y el cambio de dieta
  • El informe destaca la urgencia de redirigir el dinero desde los problemas -los combustibles fósiles-, actual destino de la financiación pública y privada, a las soluciones para la crisis climática

El Grupo de Trabajo III del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha entregado la tercera parte del Sexto Informe de Evaluación a los gobiernos del mundo.

El último informe, centrado en las formas de mitigar el cambio climático, declara que existen soluciones para cumplir el límite de calentamiento del Acuerdo de París. Sin embargo, las personas científicas alertan de que estas no se harán realidad con las políticas actuales de los gobiernos, que nos abocan al fracaso, al confirmar que los planes y las políticas climáticas de los países no están en consonancia con el límite de calentamiento del Acuerdo de París de 1,5ºC, lo que no hace más que aumentar la desigualdad y afectar a las comunidades más vulnerables debido a la crisis climática.

Las conclusiones del informe proporcionan el marco a los gobiernos sobre cómo cumplir las promesas realizadas el año pasado en Glasgow en la cumbre del clima de la ONU, donde acordaron revisar sus objetivos nacionales de mitigación para finales de 2022. En la próxima cumbre, la COP27, que se celebrará en Egipto a finales de este año, los países tendrán que responder a las conclusiones del IPCC sobre la continua falta de acción.

Según el IPCC, existen soluciones para reducir al menos a la mitad las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero de aquí a 2030, en consonancia con el límite de calentamiento  de 1.5ºC del Acuerdo de París, y más de la mitad de dichas soluciones tienen un bajo coste o incluso un impacto positivo. Además del papel clave de la energía solar y la eólica, la electrificación y la eficiencia, el informe subraya la importancia de la restauración y protección de los bosques y otros ecosistemas naturales, la mejora del secuestro de carbono en la agricultura, y el cambio de dieta. Hay dinero para resolver los problemas, pero la financiación pública y privada sigue destinándose en mayor medida a los combustibles fósiles que a las soluciones para resolver la crisis climática. Para lograr las reducciones de emisiones necesarias en un futuro próximo, los flujos financieros destinados a las soluciones tendrán que multiplicarse a medida que cesen los destinados a los combustibles fósiles, ya que no hay espacio para nuevas inversiones en infraestructuras fósiles.

«Se acabó el juego para los combustibles fósiles que alimentan tanto las guerras como el caos climático. Simplemente no hay espacio para nuevos desarrollos de combustibles fósiles y las plantas de carbón y gas que ya tenemos deben cerrar antes de tiempo. Mientras nuestros líderes dicen que están haciendo todo lo posible en relación con el clima, los científicos acaban de demostrar que no es así. Hay potencial de sobra en este momento para hacer más, con enormes beneficios. Y sin embargo, el dinero sigue fluyendo hacia los problemas en lugar de a las soluciones, y solo cambiará con objetivos, políticas y apoyo creíbles alineados con el límite de calentamiento del Acuerdo de París”, ha declarado Kaisa Kosonen, asesora política principal de Greenpeace Países Nórdicos, y añade: “Que la energía solar y eólica se hayan convertido en las formas más baratas de producir energía cambia radicalmente las reglas del juego. Si se les permite, ahora pueden limpiar nuestro transporte, edificios e industrias a velocidades antes impensables. Es decir, si los gobiernos ahora expulsan los sistemas de combustibles fósiles fuera del camino. Tanto las amenazas como las oportunidades son más grandes que nunca. Pero también lo es el poder de las personas que se unen por el cambio”.

En palabras de Louise Fournier, asesora jurídica de Justicia Climática y Responsabilidad Civil de Greenpeace Internacional: «En una primicia histórica, el IPCC reconoce el poder de las personas que acuden a los tribunales para hacer valer sus derechos humanos frente a la crisis climática. Gobiernos, empresas e instituciones financieras, estáis oficialmente avisados: debéis alinearos con la ciencia y abordar las injusticias fundamentales, o seréis obligados a hacerlo».

“El Tribunal Supremo de España debe tomarse en serio el litigio climático presentado por varias organizaciones ecologistas y de derechos humanos contra la inacción climática del Gobierno. Nuestras políticas climáticas no están alineadas con el Acuerdo de París, firmado por España en 2016, ni con la mejor ciencia disponible. Urge pues que la justicia española obligue al Ejecutivo a cumplir con sus compromisos internacionales y con la protección de los derechos humanos, como ya han hecho otros Tribunales del entorno comparado europeo”, afirma Lorena Ruiz-Huerta, abogada de Greenpeace y responsable jurídica del Juicio por el Clima.

«Proteger los bosques y los ecosistemas, detener la deforestación y cambiar nuestra dieta para reducir el consumo de productos animales son medidas esenciales para lograr un clima seguro. Las soluciones para arreglar los rotos sistemas alimentarios y asegurar la protección de la naturaleza están claras: aumento significativo de la financiación, garantizar los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales, y defender la soberanía alimentaria y los medios de vida rurales», afirma Reyes Tirado, científica, de los Laboratorios de Investigación de Greenpeace en la Universidad de Exeter.

“Mejorar las ciudades no sólo es posible, sino que es necesario para aumentar nuestra seguridad y la resistencia al cambio climático. El último informe hace hincapié en los gobiernos locales: deben comprometerse a invertir y cambiar a energías limpias y a reducir las emisiones basadas en el consumo. Las ciudades pueden convertirse en la pieza clave para salvar el clima, pero para eso el avance hacia las bajas emisiones compartidas, la movilidad para todos y todas y más espacios verdes no pueden seguir posponiéndose», destaca Chiara Campione, co-responsable del proyecto global Hack Your City.

El informe del Grupo de Trabajo III es la tercera contribución a la Sexta Evaluación del IPCC y complementa los informes del Grupo de Trabajo I sobre la ciencia física del cambio climático y del Grupo de Trabajo II sobre impactos, adaptación y vulnerabilidad. El Informe de Síntesis, con todo el material del Sexto Informe de Evaluación del IPCC, se presentará en octubre.

 

Para más información sobre este último informe del GT3, consulta el briefing de Greenpeace y un informe previo que lo relaciona con el trabajo anterior.

DECLARACIONES DE SARA PIZZINATO, PORTAVOZ DE GREENPEACE:


Notas

-Se pueden consultar nuestros informes independientes sobre las contribuciones del AR6 del IPCC publicados anteriormente: el informe del GT2 sobre Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad (AR6 GT2) y el informe del GT1 sobre Bases Científicas Físicas (AR6 GT1).


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