Greenpeace aplaude la iniciativa para modificar la legislación sobre nitratos pero pide mayor ambición
- El MITERD publicó ayer el borrador de Real Decreto sobre protección de aguas contra la contaminación producida por nitratos de fuentes agrarias
- El futuro Real Decreto debería permitir reducir, al menos, un 50% la emisión de nitratos para el año 2030
- La Comisión Europea ha pedido a España que reduzca las emisiones contaminantes de la ganadería industrial
- Las cabezas de porcino se han incrementado un 67% en solo 24 años, generando una presión sin precedentes sobre el agua y el medioambiente
“Insuficiente pero en la buena dirección”. Así califica Greenpeace el borrador del Real Decreto publicado ayer por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico “sobre protección de las aguas contra la contaminación difusa producida por los nitratos procedentes de fuentes agrarias”, que modificará el anterior RD 261/1996. Este Real Decreto tiene por objeto establecer las medidas necesarias para prevenir y corregir la contaminación de las aguas, continentales y litorales, causada por los nitratos de origen agrario, desde los excrementos del ganado, a los fertilizantes sintéticos y el aumento de la eutrofización que provoca el crecimiento de algas descontrolado en el medio acuático.
Esta actuación es fruto del incumplimiento de la Directiva de Nitratos y de las exigencias de la Comisión Europea que se han quedado plasmadas en el Dictamen Motivado enviado al Gobierno español en julio de 2020 y en la que se dio a España tres meses para presentar medidas para prevenir y reducir la grave contaminación de las aguas por nitratos que se da en nuestro país. El actual borrador reconoce el problema y a la ineficacia de las medidas que se han puesto en marcha hasta la fecha para acotar el problema.
“Greenpeace celebra que, por fin, tras 25 años, se reforme un decreto planteado cuando comenzaban a despegar las macrogranjas pero pide la mayor ambición posible ya que actualmente estamos ante una situación de contaminación del agua por nitratos grave, con un procedimiento de infracción abierto y un dictamen motivado de la Comisión Europea sobre la mesa”, ha afirmado Luís Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace España. “Es hora de actuar contra el envenenamiento del agua por parte de la agricultura y ganadería industriales porque sin agua no hay vida, sin agua no hay pueblos.”
En el informe “Revisión de la aplicación de la política medioambiental”, la Comisión Europea dejó claro que, en lo que respecta a la Directiva de Nitratos, “la producción ganadera intensiva sigue ejerciendo una presión considerable sobre la calidad de los recursos hídricos” y que una de las actuaciones prioritarias que España debería haber puesto en marcha, ya en el 2019, era “hacer frente a las emisiones contaminantes al agua y el aire y al olor procedente de las instalaciones dedicadas a la cría intensiva de cerdos o aves de corral”.
En el cuarto de siglo que ha pasado desde la entrada en vigor del RD 261/1996 que ahora se modifica, el número de cabezas de porcino, por ejemplo, una de las más contaminantes por la ingente cantidad de purines que genera, se ha incrementado un 67%. Ha pasado de casi 19 millones de cabezas en 1996 a más 31 millones en 2019. Respecto a 1961 se incrementó un 418%. Entonces había poco más de 6 millones de cabezas. Esto, junto con el crecimiento también de la cabaña ganadera de vacuno y la de aves de corral en intensivo, provoca una presión sin precedentes sobre el medioambiente y en particular sobre las masas de agua.
Otro claro ejemplo de este problema, es la denuncia que Greenpeace llevó a cabo por las recurrentes malas prácticas de la empresa Valle de Odieta en su macrogranja de vacuno de leche de Caparroso. Esta es la misma empresa que pretende construir la que sería la mayor vaquería de Europa y que albergaría 23.520 vacas en Noviercas, un pequeño pueblo rural de Soria.
El Ministerio abrió ayer un proceso de participación pública que culminará el próximo día 31 de marzo. Desde Greenpeace se enviarán las oportunas aportaciones, que se elaborarán en colaboración con la comunidad científica y, en particular, se pedirá que el futuro Real Decreto sea lo suficientemente ambicioso como para lograr una reducción de al menos un 50% la emisión de nitratos para el año 2030.
La agricultura y ganadería industriales han mostrado ser una falsa solución al despoblamiento rural. Necesitamos un mundo rural vivo para poder hacer frente al despoblamiento, al cambio climático, al colapso de la biodiversidad y, por supuesto, para preservar la calidad del agua.
“Para salvar nuestras aguas hay que ir a la raíz del problema, y en España es, principalmente, la ganadería industrial y la brutal cantidad de animales que tenemos encerrados, hacinados” ha concluido Ferreirim.
Greenpeace ha puesto en marcha una recogida de firmas para frenar la ganadería industrial que, en sólo cinco días, ha recabado más de 25.000 apoyos.