Greenpeace aplaude la intención del Gobierno de Navarra de no conceder la autorización para la ampliación de la macrogranja de Caparroso
- La organización espera que el anuncio se convierta en una realidad
- De concederse la autorización, la macrogranja excedería más de 11 veces el tamaño máximo permitido actualmente por ley
- En diciembre de 2022, Greenpeace presentó alegaciones en contra de esta ampliación
Greenpeace se alegra de la intención del Gobierno de Navarra de no conceder la autorización para la ampliación de la macrogranja que Valle de Odieta S.C.L. tiene en Caparroso, Navarra.
La empresa solicitó la ampliación poco antes de que se aprobara en diciembre el Real Decreto 1053/2022, por el que se establecen normas básicas de ordenación de las granjas bovinas. Este Real Decreto establece que el umbral máximo para las explotaciones de bovinos es de 850 unidades de ganado mayor (UGM) y la empresa solicitó, en noviembre, una ampliación hasta las 9.678,80 UGM, con lo que excedería más de 11 veces la capacidad máxima que estipula la actual legislación. Actualmente, la macrogranja ya tiene una capacidad de 7.920 UGM, algo totalmente desproporcionado a la luz de la nueva legislación, que, lamentablemente, no tiene efectos retroactivos. Sin embargo, este Real Decreto impide no solo esta ampliación, sino el faraónico proyecto que la misma empresa tenía para Noviercas (Soria).
Ante esta solicitud, y habiendo sido informada Greenpeace por parte del Gobierno de Navarra como parte interesada, la organización ecologista presentó en diciembre pasado, y antes de que se aprobara el Real Decreto 1053/2022, alegaciones pidiendo que no se concediera autorización para ampliar la macrogranja.
“Nos da mucha alegría saber que el Gobierno de Navarra tiene la intención de impedir la ampliación de la macrogranja de Caparroso. Ahora queremos que las palabras de la consejera Itziar Gómez se transformen en actos y deniegue tajantemente la solicitud de Valle de Odieta”, ha declarado Luís Ferreirim, responsable de agricultura y ganadería de Greenpeace. “La macrogranja de Caparroso ya es un despropósito y acumula, en su corta vida, 19 expedientes sancionadores y tiene abierto un procedimiento judicial por el daño ambiental de sus prácticas”, añade.
Greenpeace considera que este es un mensaje más que debe dejar claro a la industria: este no es el modelo a seguir en España. Ante todos los problemas ambientales -en particular su contribución a la contaminación del agua por nitratos, problema muy grave en España-, sociales y de sufrimiento animal que genera la ganadería industrial y sus macrogranjas, la organización ecologista recuerda la necesidad de que se pongan en marcha moratorias estrictas a esta industria en todo el territorio y que se reduzca un 50% la cabaña ganadera en intensivo para 2030.
En Navarra la situación no es diferente, existe ya un grave problema de contaminación por nitratos en toda la cuenca del Ebro y, sin embargo, el número de instalaciones de ganadería industrial sigue en aumento. Es por eso que, aunque consideremos la no ampliación de Caparroso un pequeño paso, creemos que el Gobierno de Navarra, y en particular el Departamento de medio ambiente, tiene que empezar a tomar medidas mucho más contundentes para evitar la contaminación del agua y disminuir la cabaña ganadera fomentando la agricultura y ganadería extensiva y ecológica.