Greenpeace aplaude la moratoria parcial a la ganadería industrial en Cataluña pero pide más
- Es urgente declarar una moratoria en toda Cataluña para prevenir que otros municipios lleguen a la misma situación
- En los últimos 19 años no se ha observado una mejora en la calidad del agua, y casi la mitad de los municipios catalanes ya están en Zona Vulnerable a Nitratos
- Es fundamental ir a la raíz del problema y reducir la cabaña ganadera
- Cataluña es el ejemplo claro de lo que ocurre cuando se permite la expansión desmesurada y descontrolada de la ganadería industrial
(EN CATALÀ, AQUI)
El problema de la contaminación del agua por nitratos “ha empeorado progresivamente”, así resume la situación de lo que está ocurriendo en Cataluña la Consejería de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural. Ante esta situación, y el hecho de que en los últimos 19 años no se ha observado una mejora de la calidad del agua, el Gobierno de Cataluña aprobó ayer un Decreto ley que amplía durante cuatro años más la moratoria a la ganadería industrial, por lo que no se podrán instalar nuevas explotaciones ganaderas ni ampliar las existentes en las zonas más afectadas por la contaminación del agua por nitratos. En particular, según la consejería, esta moratoria se aplicará en 68 municipios.
“Desde Greenpeace no podemos más que aplaudir la nueva moratoria parcial a la ganadería industrial en Cataluña, pero también afirmar que, ante la situación de empeoramiento de la contaminación del agua por nitratos, esta medida es claramente insuficiente”, ha afirmado Luís Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace España. “Es urgente establecer una moratoria en toda Cataluña para prevenir que otros municipios terminen afectados también y reducir la cabaña ganadera en intensivo, sólo así podremos revertir la situación”.
Según los datos de la Agencia Catalana del Agua, en 1998 había 204 municipios declarados Zona Vulnerable a Nitratos. Pero para 2015 ya habían pasado a 422 (más del doble en menos de dos décadas), lo que supone ya casi la mitad de los municipios catalanes. Sin embargo, esto no ha impedido que siga incrementando la contaminación por nitratos y que, en muchos puntos, la situación haya incluso empeorado. El 51% de las masas de aguas subterráneas están ya declaradas como afectadas por la contaminación por nitratos y en 2015 había 139 municipios afectados con concentraciones por encima del límite legal. La Agencia concluía, en su Plan de Gestión de Distrito de Cuenca Fluvial 2022-2027, que “el 73% de las masas de agua subterráneas en un estado químico ‘malo’ lo son por exceso de nitratos”, que “las estrategias principales para combatir este problema deben venir de la erradicación o reducción de sus causas, del vertido excesivo de nitratos al medio”, siendo tajante en una de sus soluciones: “Reducir o limitar la actividad agraria en zonas de fuerte presión y mal estado del medio.”
La ganadería industrial está en el epicentro de muchos problemas ambientales, desde el cambio climático a la pérdida de biodiversidad, e incluso está dejando a muchos pueblos sin agua potable, por lo que urge un cambio del sistema de producción. Por ejemplo, en Cataluña, y según los datos del Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes – el sector bovino está exento de declarar sus emisiones -, el 75% de las emisiones de metano son provocadas por la ganadería industrial (73% porcino y 2% avícola) así como el 97% de las emisiones de amoniaco (73% porcino y 24% avícola), algo que ayer mismo se vio que también contribuye a empeorar la calidad del aire de Barcelona.
Reducir drásticamente la cabaña ganadera en intensivo y promover la transición a la ganadería extensiva de base agroecológica y de pequeña escala tiene así múltiples beneficios y debe ser el camino a seguir no sólo en Cataluña sino en todo el estado español. Esto mismo se lo planteamos desde Greenpeace directamente a la consejera Teresa Jordà en una reunión que mantuvimos el jueves pasado, pero es algo que también se ha propuesto como solución desde la propia Agencia Catalana del Agua.
“Si no vamos a raíz del problema, frenamos la ganadería industrial en todo el Estado español y, además, reducimos la cabaña ganadera en intensivo, por descontado que no se van a conseguir cumplir los objetivos europeos de descontaminación total para 2027” ha concluído Ferreirim