Reactivo al anuncio de nuevos impuestos a vuelos VIP en la Cumbre de Naciones Unidas sobre Financiación para el Desarrollo
Greenpeace celebra los nuevos impuestos anunciados a vuelos VIP, pero exige al Gobierno español dar un paso más y acabar con los jets privados y las ayudas públicas al queroseno
En el primer día de la Cumbre de Sevilla, Greenpeace considera positiva pero insuficiente la propuesta anunciada hoy por España, Barbados, Francia, Kenia, Benín, Sierra Leona y Somalia sobre la creación de nuevos impuestos a los billetes de primera clase y premium, así como a los jets privados para financiar la acción climática y el desarrollo sostenible.
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En una jornada marcada por los 42 grados que se han alcanzado en Sevilla, Greenpeace insiste en la urgencia de adoptar compromisos fiscales más ambiciosos para hacer frente a los costes generados por las empresas contaminantes, principales responsables del cambio climático.
“Volar es la forma de transporte más elitista y contaminante, por lo que este es un paso importante para asegurar que quienes más abusan de este sector, apenas gravado, paguen su parte justa. Con el coste del cambio climático disparándose en todo el mundo, y de forma todavía más dramática en los países menos responsables de esta crisis, una acción audaz y cooperativa que haga pagar a los contaminadores no solo es lo justo, es esencial”, ha señalado Pedro Zorrilla, responsable de la campaña de Clima de Greenpeace España.
“Pedimos al Gobierno español que lidere en la UE una fiscalidad más justa y verde que haga pagar a los más ricos y contaminantes. Sin embargo, además de gravar los vuelos VIP, es clave prohibir los jets privados y eliminar subsidios públicos al queroseno. En plena ola de calor, con temperaturas extremas como los 42 grados de hoy en Sevilla, destaca todavía más la importancia de destinar recursos públicos para acelerar la adaptación de nuestras ciudades, hogares y sistema alimentario, con especial foco en los grupos más vulnerables” señala Carlos García Paret, coordinador de incidencia de Greenpeace.
Para Greenpeace, el siguiente paso evidente es responsabilizar de la factura climática a las empresas de petróleo y gas, medida que apoyan 9 de cada 10 personas en España, según una reciente encuesta de Greenpeace Internacional y Oxfam Internacional. Mientras la industria fósil continúa acumulando beneficios obscenos cada año, el resto de la población sufre olas de calor como la que asola estos días España, DANAS como la de Valencia y sequías cada vez más severas.
En el momento en el que se debate el nuevo Marco Financiero Plurianual, el presupuesto de 2028 a 2035 de la Unión Europea, la organización ecologista pide al Gobierno español y a la UE que lideren con el ejemplo y apliquen también impuestos permanentes a los beneficios de combustibles fósiles de cara a la próxima Cumbre del Clima de Naciones Unidas (COP30), así como la eliminación de los subsidios públicos que en 2023 alcanzaron en la UE los casi 400.000 millones de euros.
“Los impuestos a la industria fósil y la aviación son una medida de justicia climática para aumentar la capacidad financiera pública y acelerar la transición ecológica en España, Europa y en el Mundo”, ha concluido Zorrilla.