Greenpeace condena la expansión de la violencia en Oriente Medio
El constante bombardeo de Líbano por parte de Israel y su continua destrucción y matanza en Gaza y Cisjordania deben terminar.
Con decenas de miles de muertos y millones de personas desplazadas en la región solo en el último año, este horror debe terminar ya.
Las potencias mundiales deben ir más allá de las palabras para evitar un mayor derramamiento de sangre.
Desde Greenpeace, seguimos sumando nuestra voz para pedir un alto el fuego inmediato, integral y permanente en todo Oriente Medio.
Hacemos un llamamiento al Gobierno israelí para que no repita en Líbano lo que ha hecho en Gaza.
Nuestras compañeras de Greenpeace Mena, con sede en Beirut, están siendo testigo de la devastación y la naturaleza indiscriminada de los bombardeos que se han cobrado ya más de 2.000 vidas. Se encuentran entre los 1,2 millones de libaneses desplazados.
Reiteramos nuestro llamamiento a un embargo global sobre todas las ventas y transferencias de armas que podrían utilizarse para incrementar aún más el número de crímenes de guerra, al que se deberá responder una vez que la violencia disminuya.
La violencia no es la respuesta, sólo trae más violencia.
Pedimos, además, la liberación inmediata de todos los rehenes restantes, más de 100, y de todos los civiles detenidos ilegalmente.
Desde Greenpeace demandamos el fin de la ocupación ilegal de Palestina y respaldamos la ambiciosa resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que pide que «Israel y Palestina vivan uno al lado del otro en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas, de conformidad con el derecho internacional y las resoluciones pertinentes de Naciones Unidas».
Más allá de la urgente necesidad de poner fin al sufrimiento de los civiles y la devastación ecológica, todas las partes deben reanudar las negociaciones pacíficas hacia una paz duradera basada en la seguridad, la justicia y la igualdad de derechos para todas las personas.