Greenpeace cree que el Real Decreto para reducir el consumo de bolsas de plástico no es la solución
- El Real Decreto no se ha enfocado en combatir la cultura del usar y tirar
- Se plantea la sustitución de bolsas de plástico por bolsas biodegradables con un elevado porcentaje de plásticos
- Estas bolsas pueden acabar en el mar y ser ingeridas animales y contaminar los océanos
- Greenpeace pide la prohibición de los plásticos de un solo uso
El proyecto de Real Decreto aprobado hoy en base a la Directiva del Parlamento Europeo reconoce la necesidad de reducir el consumo de bolsas de plástico debido a la amenaza que presentan para el medio ambiente y la fauna marina.
Sin embargo, la norma aprobada hoy en España, con más de un año de retraso y que entrará en vigor el 1 de julio de 2018, no ha sido nada ambicioso con respecto a las medidas que se planteaban desde la Directiva Europea ya que principalmente fomentan la sustitución de bolsas de plástico por bolsas biodegradables. Cabe destacar que las bolsas biodegradables con un elevado porcentaje de plástico no se degradan fácilmente aunque presenten un porcentaje de materia biodegradable.
Este Real Decreto realmente no ha enfocado esta normativa a combatir la cultura del usar y tirar, ni se dirige a la raíz del problema, que es la producción y consumo masivo de estos productos. Aunque a partir del 1 de julio de 2018 se pasarán a cobrar todas las bolsas ligeras, y su venta se prohibirá a partir de 2021 junto con las muy ligeras, esta medida excluye las bolsas consideradas como biodegradables o compostables.
En el tiempo que estas bolsas tardan en descomponerse, generan microplásticos en el medio ambiente, con todos los problemas añadidos que la existencia de estos fragmentos de plástico generan en el medio ambiente. Esta sustitución de unas bolsas por otras, no soluciona el problema que generan cuando llegan al mar, ya que sean “biodegradable” o no, si esas bolsas llegan al mar, pueden ser ingeridas igualmente por una tortuga, o sus fragmentos por otros animales, como los peces que posteriormente nosotros mismos consumimos. Finalmente, para que estas bolsas se biodegraden necesitan estar en unas condiciones determinadas que generalmente no se encuentran en el medio ambiente.
Se ha reconocido internacionalmente la necesidad de implementar medidas mucho más ambiciosas que incluyan no solo bolsas de plástico, sino también otro tipo de envases y plásticos de un solo uso, que continúan contaminando nuestros mares cada día. Con este motivo, a finales de mes se espera que se apruebe una nueva normativa Europea que pretende prohibir y limitar ciertos artículos de plásticos de un solo uso. Este tipo de medidas, mucho más holísticas pretenden reducir el consumo total de plásticos de un solo uso con el fin de frenar la contaminación de estos residuos en el medio ambiente y en nuestros mares.