Greenpeace demanda que la UE incorpore las recomendaciones de decenas de entidades a su futura política agroalimentaria
- Entre las recomendaciones del grupo de trabajo, que han sido presentadas hoy, están el abandono del actual sistema de pagos del PAC, impulsar un cambio hacia dietas con menos alimentos de origen animal y más vegetales y aumentar las subvenciones para agricultores que protejan la naturaleza
- Para Helena Moreno, responsable de sistemas alimentarios sostenibles de Greenpeace España.“es urgente una transición hacia un modelo agrario sostenible con la naturaleza y con las personas. Estamos ante un momento único que puede cambiar el rumbo de la agricultura europea”
Tras la recepción hoy de las conclusiones del Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Agricultura en la UE por parte de Ursula Von Der Leyen, Greenpeace demanda que se incorporen las recomendaciones consensuadas en la hoja de ruta para la política agraria europea que la presidenta ha prometido presentar en los primeros 100 días de su segundo mandato. En este trabajo han participado durante siete meses, empresas alimentarias, distribuidores, lobbies agrarios, empresas de biotecnología y de consumidores, y organizaciones ecologistas, entre ellas Greenpeace. Estas recomendaciones deben servir de base para una nueva «visión de la agricultura y la alimentación» de la Comisión Europea, que se había marcado como prioridad hacer frente a las preocupaciones de los agricultores tras las protestas generalizadas de principios de este año.
Para Marco Contiero, Director de Política Agrícola de Greenpeace: «Que una coalición tan amplia e improbable recomiende estos cambios radicales demuestra hasta qué punto está rota la política agrícola de la UE. Está claro que subvencionar a los terratenientes ricos y ahogar el campo con los excrementos de millones de cerdos y vacas que sufren, no ayuda a la mayoría de los agricultores. La UE debe dejar de financiar macrogranjas que contaminan el agua y provocan sequías e inundaciones, y en su lugar ayudar a los agricultores que tienen dificultades, pero que se esfuerzan por restaurar la naturaleza y ofrecer dietas más sanas. No lo dice Greenpeace, sino todo el sector agrícola. Von der Leyen ha prometido ayudar a los agricultores. Si de verdad quiere garantizar que el futuro de la agricultura en Europa sea sostenible para la naturaleza y para el sustento de los agricultores, debe prestar mucha atención al informe de hoy y empezar a hacer cambios reales»
Las recomendaciones del Diálogo Estratégico a la UE incluyen:
- Abandonar el actual sistema de pagos de la Política Agrícola Común (PAC), basado en el tamaño de las explotaciones, y apoyar en su lugar a los agricultores con las rentas más bajas.
- Aumentar de forma constante el importe anual de las subvenciones de la PAC para los agricultores que adopten prácticas que protejan y restauren la naturaleza, a lo largo de los dos próximos periodos de reforma de la PAC.
- Reducir las repercusiones negativas de la ganadería en el clima, la salud y el medio ambiente, especialmente en las regiones con alta concentración ganadera, incluso mediante programas de compra de tierras.
- Impulsar un cambio hacia dietas más sanas y menos intensivas en recursos, con un mayor consumo de alimentos de origen vegetal y menor de alimentos de origen animal.
- Establecer un fondo de restauración de la naturaleza bien dotado, independiente de la PAC, para apoyar los esfuerzos de restauración de los hábitats naturales.
- Proteger la naturaleza manteniendo y reforzando la legislación medioambiental vigente, incluidas las directivas de Aves y Hábitats, la Directiva Marco del Agua, la Directiva de Nitratos, la Ley de Restauración de la Naturaleza y la legislación climática.
- Crear un Fondo Temporal de Transición Justa, fuera del ámbito de la PAC, para ayudar a los agricultores en su transición hacia una agricultura sostenible.
- Hacer cumplir la legislación contra las prácticas comerciales desleales.
En este sentido, para Helena Moreno, responsable de sistemas alimentarios sostenibles de Greenpeace España: “La ciencia es clara, y tras este acuerdo histórico ya es unánime en todo el sector: es urgente una transición hacia un modelo agrario que respete el planeta y las personas. Estamos ante un momento único que puede cambiar el rumbo de la agricultura y la alimentación europea. Ahora queda por ver que las recomendaciones se concreten en hechos. Nos jugamos la preservación de la naturaleza, una vida digna para los pequeños y medianos agricultores y el alimento del mañana.”