Greenpeace denuncia el impacto climático y para la salud de la planta de gas prevista en Las Palmas y reclama una transición energética justa
- A bordo del rompehielos Arctic Sunrise, Greenpeace manifiesta su apoyo a la plataforma ciudadana contra la planta de gas que proyecta instalar la empresa Totisa Holdings en el Puerto de la Luz
- Para la organización ecologista, la construcción de este tipo de infraestructuras supondría un paso atrás en el camino a la transición energética de las islas
- Bajo el lema “Canarias: el gas no es el camino”, Greenpeace exige el abandono definitivo de los combustibles fósiles en el archipiélago para 2040 y la cobertura del 100% de su demanda eléctrica mediante energía limpia en 2030
Bajo el lema “Canarias: el gas no es el camino”, y a bordo de su legendario rompehielos Arctic Sunrise, atracado en el puerto de Las Palmas hasta el próximo domingo 26, Greenpeace ha mostrado su apoyo a la plataforma ciudadana en contra de la planta de gas prevista por la empresa Totisa Holdings en el Puerto de la Luz. En una rueda de prensa celebrada esta mañana, las organizaciones han exigido, además, el abandono definitivo de los combustibles fósiles y una transición energética justa y sostenible en las islas.
Pese a su enorme potencial de energía renovable, Canarias presenta todavía una alta dependencia de los combustibles fósiles, principales causantes de un cambio climático que ya está mostrando su peor cara a través de incendios, danas e inundaciones, entre otros. En 2024 sólo el 21,2% de la demanda eléctrica canaria se cubrió con energías renovables, según Red Eléctrica. Se trata además de la 5ª comunidad autónoma por la cola en cuanto a ambición climática en España. Las organizaciones denuncian que proyectos como la planta de gas en el Puerto de la Luz corroboran esta falta de ambición climática en las islas y suponen un paso atrás difícilmente reversible en el camino hacia una transición energética justa para la ciudadanía canaria.
“Proyectos como el de Totisa corresponden a una visión ya ampliamente superada que aún considera el gas como un combustible bajo en carbono y de transición. Numerosos estudios demuestran que la ventaja climática de esta fuente de energía frente al petróleo o el carbón es muy escasa o nula según la procedencia del gas. Apostar por el mal llamado gas natural en Canarias va en contra del Acuerdo de París y la estrategia nacional y canaria de transición energética, además de condenar al archipiélago a décadas de emisiones, contaminación y a una energía más cara y dependiente del exterior”, ha señalado Francisco del Pozo Campos, responsable de la campaña de Energía de Greenpeace.
Rechazo creciente al gas en Canarias
Canarias cuenta actualmente con tres proyectos gasísticos en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura. El más avanzado es el proyecto de la empresa Totisa Holdings en el Puerto de la Luz, que pretende convertirse en una combinación de planta de regasificación, almacenamiento flotante y en tierra, sistema de bunkering para buques y planta con 70MW de generación eléctrica.
El principal objetivo de esta infraestructura es quemar gas para producir energía eléctrica, lo que supondría verter más gases contaminantes a la ya afectada atmósfera del puerto y del centro urbano. Hasta el momento son cuatro los informes desfavorables al proyecto emitidos por la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud, en los que se destaca que es erróneo considerar que los vientos enviarán los contaminantes al mar, como asegura la empresa.
“Sabemos que esta planta de gas va a suponer un atentado contra la salud de las casi cuatrocientas mil personas que viven en Las Palmas de Gran Canaria, y así se ha informado al Gobierno de Canarias reiteradamente. Las patologías cardiovasculares y respiratorias, especialmente el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), se verán especialmente agravadas durante los episodios de calima”, ha alertado María Luisa Pita Toledo, exjefa de Sanidad Ambiental del Ejecutivo autonómico y portavoz de la plataforma ciudadana para luchar contra este proyecto de Totisa.
Desde la misma plataforma, Antonio Hernández, abogado ambientalista, ha puesto el foco en la falta de seguridad del proyecto: “En 2018 se rechazó una planta de gas en Arinaga, Gran Canaria, por estar a 1600 metros de la población. No tendría sentido que ahora la planta de Totisa, que estaría a solo 1100 metros del barrio de la isleta, saliera adelante”.
Las voces en contra del proyecto no paran de crecer. En noviembre de 2024, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el Cabildo de Gran Canaria manifestaron conjuntamente su rechazo. Del mismo modo, en diciembre de 2024 el Parlamento de Canarias mostró su resistencia al proyecto y pidió al Gobierno insular que finalice la evaluación de impacto ambiental y actúe con las máximas garantías de salud y de seguridad medioambiental. Este mismo órgano también ha solicitado inversiones a Puertos del Estado y al Ministerio de Transportes para lograr combustibles 100% renovables que permitan cumplir con los objetivos de descarbonización en la islas.
Alternativas y demandas de Greenpeace
“El gas no es el camino. Canarias tiene un enorme potencial de sol, viento, energía geotérmica y almacenamiento energético. El actual proceso de concurrencia competitiva para nuevas plantas de producción de energía en las islas sólo puede ser con energías renovables y almacenamiento. No podemos permitirnos ni un paso atrás en la transición energética. Tenemos que aumentar la ambición de las hojas de ruta existentes hacia un sistema energético 100% renovable, además de más barato e independiente. Los modelos energéticos existentes y el ejemplo de la isla de El Hierro, que dispone de un sistema eléctrico diseñado para funcionar al 100% con energía renovable, demuestran que con inversiones decididas y políticas adecuadas Canarias puede ser un ejemplo a seguir de integración de energías renovables, mejoras en eficiencia, medidas de ahorro energético y sistemas de almacenamiento”, ha añadido del Pozo.
La organización ecologista insiste en que Canarias se encuentra en un momento clave para rechazar los combustibles fósiles y evitar los peores escenarios de la crisis climática. Por ello, Greenpeace lanza tres demandas principales:
- Abandono definitivo del proyecto de gas en el puerto de Palmas, así como cualquier otro proyecto de plantas de energía fósil en el archipiélago. El gas mal llamado ”natural” no es una solución verde ni para producir energía eléctrica ni como combustible para buques. Para ambos usos existen alternativas.
- Redoblar los esfuerzos e inversiones en la transición energética para alcanzar el abandono definitivo de los combustibles fósiles en el archipiélago para 2040 y la cobertura del 100% de su demanda eléctrica mediante energía limpia en 2030.
- La transición energética ha de tener criterios sociales y de protección de la biodiversidad. Los proyectos de energías renovables y almacenamiento deben seguir una ordenación del territorio priorizando la energía ciudadana descentralizada y las zonas antropizadas cerca de los consumos.
Como parte de esta campaña, Greenpeace y la plataforma contra el proyecto de gas de Totisa organizan el próximo viernes 24, de 18:00 a 20:00, una mesa redonda en el Colegio Oficial de Médicos de Las Palmas donde se tratarán los efectos sanitarios, medioambientales y económicos del proyecto, así como las alternativas para un futuro verde en Canarias.