Destrucción a toda costa 2025: impactos del urbanismo y el cambio climático en el litoral
Greenpeace denuncia que la gestión del litoral no avanza de forma paralela a la realidad del cambio climático y del nuevo ladrillazo
- A pesar de los impactos climáticos, se siguen promoviendo nuevas construcciones y normativas que facilitan la urbanización de los últimos tramos libres del litoral, incluso en zonas de riesgo
- La organización reclama medidas de mitigación y adaptación al cambio climático que reduzcan la vulnerabilidad de la costa y su población
- Todas las aguas que rodean a la península ibérica y las islas se están calentando un 67 % más rápido que la media global
Madrid, 17 de julio de 2025.– Greenpeace señala más de 500 puntos en la costa en peligro en su nueva edición del informe Destrucción a toda costa que viene denunciando desde el año 2000 el imparable deterioro de la costa española. En esta nueva entrega, se detallan los impactos del cambio climático y el urbanismo a lo largo de los 7.900 kilómetros de costa española que se pueden visualizar en un mapa satelital, también elaborado por Greenpeace.
El informe Destrucción a toda costa 2025: impactos del urbanismo y el cambio climático en el litoral es una exhaustiva investigación de la organización ecologista que pone de manifiesto cómo protegernos de los impactos del cambio climático es uno de los principales desafíos sociales, económicos y ambientales a los que se enfrenta el país. La elevación del nivel del mar, el incremento de la temperatura del agua, el aumento en la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos, la erosión del litoral y la pérdida de biodiversidad costera y marina son algunas de las consecuencias que ya se están manifestando a lo largo de la costa.
El calentamiento del agua del mar es especialmente preocupante. Todas las aguas que rodean a la península ibérica y las islas se están calentando un 67 % más rápido que la media global. El caso del Mediterráneo es especialmente grave, se calienta a un ritmo de dos a tres veces más que la media global, y se encuentra en ola de calor marina constante desde noviembre de 2024 con anomalías de hasta más de 4 ºC por ejemplo, en el mar Balear en junio de 2025. El agua más caliente tiene consecuencias como una mayor intensidad de los temporales, incremento de la subida del nivel del mar o la alteración de la biodiversidad marina.
Tras años de haber explotado el litoral, se han dilapidado muchos ecosistemas costeros que precisamente nos protegen de esos impactos. De forma detallada, por cada comunidad autónoma, Greenpeace señala las playas y zonas urbanas que se verán más afectadas para 2050 en un escenario moderado de reducción de emisiones según la información científica disponible [1].
Ante una costa artificial, la vulnerabilidad aumenta dramáticamente y con ello las consecuencias. Sin embargo, como denuncia Greenpeace, la gestión del litoral no está avanzando de forma paralela a esta realidad, y advierte que hay que acelerar las medidas de mitigación y adaptación que reduzcan la vulnerabilidad de la costa y de su población. Se observan distintas tendencias que suponen la vuelta al ladrillo y mantienen la presión sobre las zonas de costa en las comunidades de mayor peso turístico, como la expansión de proyectos de turismo de lujo bajo argumentos de supuesta sostenibilidad, o directamente rescatando planes urbanísticos del periodo de la burbuja inmobiliaria y aumentando la superficie urbanizada incluso en zonas de riesgo. En las comunidades autónomas del norte, el aumento constante de la presión turística amenaza con repetir los errores de otras regiones, en zonas costeras que ya han sido profundamente degradadas por décadas de actividad industrial. También se observa la falta de coherencia entre las políticas de ordenación territorial y la necesidad urgente de aumentar la resiliencia de estos territorios.
“Mientras los impactos climáticos nos muestran su crudeza, las administraciones miran hacia otro lado, recuperando modelos pasados que ya están obsoletos y ponen al límite los ecosistemas costeros que nos protegen. La realidad que debemos asumir es que el modelo de “sol y playa” ahora es de “mucho sol y poca playa” y debemos actuar urgentemente para protegernos” ha declarado Elvira Jimenez, coordinadora de campañas de Greenpeace.
Estado del litoral por CCAA
ANDALUCÍA.– Andalucía se enfrenta a una pérdida media de 2,7 metros de ancho de sus playas, pero bajo el argumento del turismo de lujo (resorts y glampings) presentado como un modelo de mayor sostenibilidad, se continúa promoviendo la construcción de plazas hoteleras en zonas ya saturadas y turistificadas sin tener en cuenta los impactos del cambio climático.
Urbanización. Destacan negativamente las reformas legislativas impulsadas durante las últimas dos legislaturas por la Junta de Andalucía, modificando la ley de suelo y relajando los controles y garantías ambientales para proyectos en lugares emblemáticos. Proyectos en Cádiz, Conil, Tarifa, Chipiona, Málaga, Marbella, Fuengirola, Estepona, La Herradura, Salobreña, Motril y el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar muestran cómo el ladrillo se ha reactivado de forma especialmente alarmante en la costa andaluza.
Impactos del cambio climático en la costa: se estima que el nivel medio del mar ascienda en torno a los 0,20 – 0,27 metros para 2050. Las zonas con mayor impacto de esta subida se encuentran en la costa de Huelva seguida del resto de la costa del golfo de Cádiz hasta la costa de la ciudad de Málaga. Cerca de una veintena de playas de las provincias de Cádiz y Málaga están en riesgo extremo de pérdida de anchura de sus playas (entre 18 y 22 metros). En todo el litoral andaluz se estima que habrá un retroceso de la línea de costa de, al menos, 1,84 metros. Algunos de los puntos donde se prevé que pueda ser más severo (entre 15,86 m y 19,36 m) son el litoral de Cádiz y bahía de Cádiz, Marbella, Fuengirola, Torremolinos y Málaga.
ASTURIAS.- Se enfrenta al aumento de la presión turística a pesar de ser la provincia con más riesgo de inundación en su franja costera de todo el norte peninsular.
Urbanización. El número de viviendas turísticas se ha incrementado desde menos de 2000 plazas en el año 2013 a casi 30.000 plazas en 2024. Se concentran especialmente en las zonas de costa y cercanas a la misma, destacando Gijón, con más viviendas turísticas que ciudades especialmente turísticas como Palma. Localidades como Llanes multiplican por diez su población en verano. También aparecen nuevos desarrollos urbanísticos como los de la playa de los Mayanes, o los cuatro edificios tipo barco, a pie de playa, en la zona de El Arbeyal.
Impactos del cambio climático en la costa: La costa asturiana es muy vulnerable, dada la combinación de los impactos de la subida del nivel del mar y el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, que multiplicarán la erosión costera. Todos los estuarios son puntos con mayor impacto de inundación por eventos extremos, especialmente la ría de Eo (o ría de Ribadeo), el estuario del Nalón y el estuario del Sella. En cifras totales, los concejos con riesgo de inundación con mayor área máxima inundada (300-600 ha) son Castropol y Villaviciosa.
CANTABRIA.- Es la tercera comunidad autónoma (tras Canarias y Baleares) con mayor porcentaje de viviendas turísticas, aumentando la presión sobre las zonas costeras, a pesar de que las estimaciones científicas de subida del nivel del mar muestran que se verán afectadas todas sus rías y ensenadas.
Urbanización. Además del turismo, la presión sobre la integridad de su costa no deja de crecer de mano de la urbanización, como las 126 viviendas, un hotel y un campo de golf, proyectados en los acantilados entre Loredo y Langre, en terrenos protegidos. Santander se encuentra entre las diez ciudades españolas con mayor número de plazas de viviendas de uso turístico sobre plazas hoteleras. Otros municipios costeros cántabros que destacan por la concentración de viviendas turísticas son San Vicente de la Barquera, Comillas, Suances, Noja y Santoña.
Impactos del cambio climático en la costa: las estimaciones científicas muestran que el nivel del mar puede subir una media de 25 cm en 2050 (es decir una pérdida de 25 metros de costa). La mayor inundación costera se dará en Val de San Vicente, San Vicente de la Barquera, Miengo, Marina de Cudeyo, Noja, Santoña, Colindres y Castro-Urdiales. Las playas de Somo, Gerruca, Pedrero, Las Arenas, Berellín, Gerra, Cuchía, El Punta, Berria y Ostende afrontan un alto riesgo de erosión y pérdida de superficie. En la bahía de Santander, se espera que el Puntal se convierta en un isla en 20 años y que la playa de Somo desaparezca, dejando un acantilado entre la playa del Puntal y la playa de Loredo.
CATALUÑA.- Con una costa que ya está sufriendo los peores impactos del cambio climático, continúan los proyectos urbanísticos y de infraestructuras, que fomentan el turismo masivo.
Urbanización e infraestructuras. Aunque cuenta con algunos ejemplos de buenas prácticas en renaturalización de playas, también está sufriendo un repunte de proyectos urbanísticos y de infraestructuras que deteriorarán más el litoral. Es el caso de Salou y el proyecto del Hard Rock, la ampliación del aeropuerto del Prat en Barcelona o diversos casos en la Costa Brava (en Palafrugell, Palamós o Begur).
Impactos del cambio climático en la costa: la regresión costera ya está presente en amplias zonas. Las playas del área metropolitana norte de Barcelona han perdido más de un 36 % de arena. Montgat es el municipio con la regresión más marcada (74 %) quedando sus playas en una situación crítica. Se estima que el nivel del mar en Cataluña subirá una media de 0,26 metros, siendo las zonas con mayor retroceso el Delta del Ebro (52 metros) y Llobregat y costa Daurada (23 metros).
COMUNIDAD VALENCIANA.- Apuesta por una vuelta clara a llenar la costa de ladrillo a pesar de presentar el mayor riesgo de inundación en superficies situadas en los primeros 10 km de costa, debido al alto grado de urbanización de su franja litoral.
Urbanización. A pesar del crudo aviso de la DANA, no se han paralizados proyectos en zonas de riesgo. Tan sólo un mes después se aprobó un decreto para simplificar los trámites que permitan construir en los primeros 200 metros de costa y están en trámite otros cambios normativos que permitirían construir en zonas inundables, ahora restringidas. Orihuela, La Vila Joiosa, Benidorm, Pego, Cullera, El Puig, Burriana o Torreblanca acumulan proyectos que suman miles de viviendas y plazas hoteleras en el litoral valenciano.
Impactos del cambio climático en la costa: En un escenario de cambio climático moderado, se proyecta un aumento de la temperatura superficial del mar de entre 0,5 y 1 °C en el periodo 2026-2045, junto con una subida del nivel medio del mar de hasta 0,25 metros. En este escenario, las zonas con mayor riesgo de inundación, debido tanto a la subida del nivel del mar como a los fenómenos meteorológicos, se concentran en áreas ligadas a desembocaduras fluviales y antiguos marjales. El caso más extremo está en las playas de Guardamar del Segura en las que ya han sufrido una regresión de hasta 165 metros.
EUSKADI.- La presión turística ha aumentado mucho en los últimos años, especialmente en las zonas costeras a pesar de que la subida del nivel del mar tendrá un gravísimo impacto en su litoral.
Urbanización. El proyecto con mayores consecuencias negativas se sitúa en Bizkaia y afecta a la Reserva de la Biosfera de Urdaibai: se trata del plan para construir una segunda sede del museo Guggenheim. El aumento de presión turística se siente también en lugares como las playas de Laga o de Laida, en el corazón de Urdaibai, Gaztelugatxe, Lekeitio o Mundaka. En Gipuzkoa, Donostia es uno de los ejemplos más representativos de la tendencia del aumento de la presión de visitantes y sus consecuencias, que también se sienten en Getaria, Zumaia o Zarautz.
Impactos del cambio climático en la costa: para 2050 se espera una subida del nivel del mar de 26 cm en un escenario de reducción moderada de emisiones. Por la morfología de la costa vasca, las playas y estuarios son las zonas más afectadas. Las playas de Hondarribia, Ereaga, Zurriola, Zarautz, Santiago, Itzurun, Deba, Ondarbeltz, Ondar Gain, Karraspio, Isuntza, Plentzia, Muriola, Arrietara, Barinatxe, Gorrondatxe o la Arena experimentarán retrocesos de entre entre 10 y 20 metros. En el caso de Gaztetape y Muriola sus playas pueden desaparecer completamente. En cuanto a inundación, el municipio con mayor impacto es Murueta (con más del 26 % de su superficie en riesgo), lugar donde se localizaría la segunda sede del Guggenheim, lo que añade mayor insensatez a este polémico proyecto.
GALICIA.- En torno a sus rías se concentran graves problemas de contaminación industrial y presión turística. Es aquí donde se da también el mayor riesgo de inundación fluvial y marina.
Urbanización, infraestructuras y contaminación. En los últimos cinco años se han detectado cerca de 9000 vertidos, casi 2000 en 2024. La presión sobre la costa suma nuevas actividades industriales y el incremento de la presión turística. El proyecto de la multinacional portuguesa Altri, en Palas de Rei (A Ulloa), tendrá un grave impacto en la ría de Arousa, la joya de la corona del marisqueo y la pesca artesanal gallega, al que hay que sumar la contaminación debido a la posible reapertura de la Mina de Touro. La ría de Muros y Noia, la ría de Arousa, la mariña Lucense, la Costa da Morte y la ría de Pontevedra soportan el mayor ratio de visitantes en relación con la población residente.
Impactos del cambio climático en la costa: la costa gallega cuenta con 172 áreas con riesgo potencial significativo de inundación fluvial y marina. Muchas de estas zonas se concentran en torno a las rías y destacan también otros puntos como: Costa de Burela y San Cibrao, ría de Viveiro (Lugo); playas de Cedeira, ría de Ferrol, Betanzos, playa del Orzán y Riazor, ría de A Coruña, Malpica, Laxe, Arou, Muxía, playa de Langosteira en Fisterra, playa de Ézaro, playa de O Pindo, Porto do Son, Corrubedo, A Pobra do Caramiñal, Vilanova de Arousa (A Coruña); y Marín, litoral desde cabo Estai hasta playa de Patos, Nigrán, San Pedro de A Ramallosa y A Guarda (Pontevedra). El aumento de la temperatura del agua está teniendo graves consecuencias sobre las especies de interés comercial. Tan sólo en la ría de Arousa, en 2024, la producción de berberecho cayó un 93 % y de almeja fina y babosa un 86 %.
ISLAS BALEARES.- A pesar de la evidente saturación de plazas turísticas que asfixian a la población, su gobierno sigue dando luz verde a proyectos turísticos y proponiendo la legalización de centenares de viviendas en situación irregular, desdeñando los peores impactos del cambio climático, que hará que el nivel del mar suba más de 30 cm para 2050, ocasionando el retroceso de unos 30 metros de decenas de playas en todas las islas.
Urbanización. Bajo el argumento del turismo de lujo, se perpetúa la ocupación de la primera línea de costa con nuevos proyectos o reformas en proyectos en Calviá, Formentor, Ibiza, Maó, Ciutadella y Llucalcari. La administración balear, por su parte, ha rebajado la normativa ambiental y regularizado viviendas ilegales, promoviendo un crecimiento urbanístico insostenible. La saturación también se traslada al mar, con el mayor número de matriculaciones de embarcaciones de recreo, multiplicando el impacto ambiental de los fondeos sobre los hábitats marinos, especialmente las praderas de Posidonia oceánica.
Impactos del cambio climático en la costa: La subida del nivel del mar se ve influida por el aumento de la temperatura del agua, cuyo incremento ha sido de 1,6 ºC en las últimas cuatro décadas. Las zonas con mayor impacto de inundación permanente a 2050, por subida del nivel del mar y por eventos meteorológicos, se asocian principalmente a humedales existentes o urbanizados (como el Parque Natural de S’Albufera de Mallorca y la Reserva Natural de S’Albufereta), zonas de influencia de torrentes y playas de arena.
ISLAS CANARIAS.- Nunca parece haber suficientes desarrollos turísticos en Canarias, a pesar de contar con casi 50 zonas de alto riesgo de desaparición debido a los impactos del cambio climático.
Urbanización. Continúa el modelo de urbanismo depredador a pesar de la oposición ciudadana con nuevos proyectos turísticos en Tenerife (Puertito de Adeje, Adeje, Guía de Isora o Granadilla), Fuerteventura (Corralejo o Dunas de Corralejo), Lanzarote (con varios hoteles en situación de ilegalidad) y Gran Canaria (como La Aldea de San Nicolás).
Impactos del cambio climático en la costa: la inundación debida a la subida del nivel del mar, junto a la erosión costera dejarán su huella en todas las islas del archipiélago. Decenas de playas en Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote se verán afectadas. Tramos de La Palma, La Gomera y El Hierro también sufrirán estos impactos.
REGIÓN DE MURCIA.- A pesar de que los estudios científicos estiman una subida del nivel del mar de hasta 22 centímetros (es decir, un retroceso de costa de 22 metros), continúan en marcha nuevas construcciones en su litoral.
Urbanización. Su litoral está siendo asfixiado por campings (y glampings), proyectos antiguos y nuevas construcciones en el Parque Regional Cabo Cope y Puntas de Calnegre, Águilas y La Azohía.
Impactos del cambio climático en la costa: la subida del nivel del mar más elevada se espera en el entorno del Mar Menor y Cabo de Palos. Se inundarán 622 hectáreas de litoral, de las cuales 100 corresponden a zonas urbanizadas. Las zonas más afectadas por esta inundación permanente se encuentran al norte de La Manga, las poblaciones costeras del Mar Menor (San Pedro del Pinatar, San Javier y los Alcázares), las salinas de Marchamalo y Cartagena.
Soluciones para la costa
Es urgente hacer frente a estos riesgos. Tan sólo con una reducción moderada [2] de las emisiones de gases de efecto invernadero se podría evitar el 40 % del retroceso de las playas de todo el mundo. Para 2050, proteger y conservar las playas supondría un beneficio económico y ambiental 150 veces superior a dejar que sigan deteriorándose.
Las principales soluciones que plantea Greenpeace son:
- Acción climática urgente y ambiciosa. Proteger la biodiversidad y diseñar un nuevo sistema energético en el que se reemplacen los combustibles fósiles y el uranio por energías renovables.
- Proteger, restaurar y renaturalizar la costa. La naturaleza y sus procesos son los mejores aliados para mitigar los impactos en las zonas costeras de la subida del nivel del mar, inundaciones y temporales. Las Soluciones Basadas en la Naturaleza [3], que emplean los procesos naturales como remedio ante los impactos negativos son eficaces y menos costosas que las clásicas medidas de infraestructura de cemento. Es imprescindible preservar los tramos de costa virgen que han sobrevivido, especialmente humedales, playas y dunas que actúan como barreras protectoras. Restaurar todos los tramos posibles de costa pensando en el futuro y la necesidad de que nos protejan adecuadamente. Abandonar las medidas costosas que son sólo parches temporales como la regeneración artificial de playas o el mantenimiento de infraestructuras obsoletas.
- Reducir la exposición al riesgo. Utilizar los datos y la cartografía sobre impactos y riesgos ante la inundación y la erosión. Evitar reconstruir y habitar zonas gravemente afectadas por inundaciones o temporales marítimos. Paralizar los proyectos urbanísticos en tramitación que contemplen edificar en zonas con riesgo de inundación e impedir el uso de medidas estructurales artificiales para mitigar la peligrosidad de inundación como vía para generar espacios urbanizables. También hay que prohibir la calificación como urbanizable de los terrenos cuya peligrosidad se ha mitigado tras la construcción de una obra estructural.
- Adaptación transversal, local y participada. La adaptación al cambio climático tiene un fuerte componente local por lo que es necesario un análisis de los riesgos y vulnerabilidades en cada municipio que deben traducirse en planes de adaptación. Son necesarias estrategias de adaptación a nivel nacional y regional y deben contar con la financiación adecuada. La participación ciudadana es fundamental.
Poner coto a la turistificación contando con la participación comunitaria. El sector turístico es un factor determinante en la gestión de la costa. Es urgente abandonar el discurso cuantitativo y la cultura del crecimiento continuo, por uno cualitativo que conduzca a una reforma estructural que aúne las necesidades de la población residente y los límites ambientales para poder desarrollarse en equilibrio. Avanzar en la regulación con moratorias a las viviendas turísticas, erradicación de la oferta ilegal, reducción de la actividad aeroportuaria, limitación de la entrada de vehículos en las islas, refuerzo del transporte público y el control de aforo en espacios sensibles.
Notas
- Los datos de impactos de cambio climático se han obtenido a partir de los visores cartográficos de las distintas comunidades autónomas, visores nacionales e informes publicados.
- Sandy coastlines under threat of erosion | TU Delft Repository
- Nature-based Solutions | IUCN
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Mapa satelital de impactos urbanísticos y climáticos AQUÍ
Imágenes disponibles para medios AQUÍ
Infografía calentamiento del mar AQUÍ