Reactivo a la aprobación de los primeros presupuestos de carbono en Cataluña

Greenpeace denuncia retraso y falta de ambición en los presupuestos de carbono en Cataluña y exige una mayor acción climática

05-12-2025

  • Por primera vez, Cataluña cuenta con un límite legal de emisiones de gases de efecto invernadero, tal como exige la Ley catalana del cambio climático
  • Los presupuestos de carbono han sido aprobados por el Parlament sin recoger las recomendaciones del Comité de Expertos sobre el Cambio Climático de Cataluña y no cumplen con los objetivos de justicia climática
  • Aunque se trata de un hito necesario, Greenpeace cuestiona la eficacia real del texto, que no concreta presupuesto, medidas sectoriales ni un calendario de implementación claro

El Parlamento de Cataluña aprobó ayer los primeros presupuestos de carbono para el periodo 2026-2030. Greenpeace denuncia que esta aprobación, prevista en la Ley catalana de cambio climático desde hace más de cinco años, llega con un retraso injustificable y una ambición muy por debajo de lo que exige la actual crisis ecológica.

El documento aprobado fija por primera vez un techo de emisiones de gases de efecto invernadero para el conjunto del país. Aunque este paso representa un punto de inflexión en la planificación climática de Cataluña, Greenpeace lamenta profundamente que el Parlament haya dado luz verde a una propuesta que diluye las recomendaciones del Comité de Expertos sobre el Cambio Climático de Cataluña (CECC), órgano científico independiente establecido por la misma ley. Este organismo ha expresado públicamente su preocupación por el hecho de que la propuesta final es menos exigente que la elaborada por el CECC, tanto en términos de objetivos globales como de alcance temporal.

Además, el texto aprobado ignora elementos fundamentales que habían sido incorporados en el trabajo técnico: desaparecen de la planificación aspectos como la gestión de los sumideros naturales (como bosques y zonas húmedas) y el horizonte se reduce a sólo cinco años, sin ninguna visión estratégica más allá de 2030. También desaparece la base científica para cuantificar el objetivo: las emisiones que le corresponden a Cataluña en el conjunto del planeta para evitar llegar al 1,5ºC. 

El límite de emisiones del 31% aprobado en los presupuestos catalanes se queda muy por debajo del 55%, el mínimo indicado por la ciencia para evitar las peores consecuencias del cambio climático. Además, Cataluña no puede conformarse con aprobar límites de emisiones simbólicos sin desplegar instrumentos vinculantes que obliguen a cumplirlos. 

Los nuevos presupuestos deben convertirse en una herramienta legal exigible, con mecanismos de seguimiento público, transparencia y revisión periódica. Asimismo, la organización ecologista exige que se cumpla la medida por la cual cualquier nuevo proyecto o infraestructura (desde la movilidad hasta la energía o el urbanismo) sea sometido a criterios de compatibilidad climática. Si no encaja con los límites de carbono aprobados, debe ser descartado.

“La aprobación de los presupuestos de carbono en Cataluña marca un hito necesario, pero insuficiente. No es un final, sino el inicio de un camino que exige voluntad política, coherencia y compromiso con el presente y el futuro. Seguiremos atentas, organizadas y exigentes, porque no hay más margen para la retórica vacía: Cataluña necesita acción climática real. Porque sobrepasar los límites de carbono no es solo una irresponsabilidad técnica, sino una injusticia profunda: supone hipotecar el futuro de otras comunidades y de las generaciones que aún están por venir, ha señalado Carolina Pérez Bendadda, coordinadora territorial de Greenpeace en Cataluña.

Greenpeace reitera la necesidad de que estos presupuestos contribuyan a una transición justa, incluida como parte de los acuerdos globales adoptados en la pasada COP30 de Brasil: “La transición ecológica no puede recaer sobre los hombros de las personas más vulnerables. Es necesario garantizar que el cambio de modelo vaya acompañado de medidas redistributivas, de apoyo a los sectores afectados y de participación ciudadana real”, ha asegurado Pérez Bendadda.

La organización insta al resto de comunidades autónomas a seguir el camino de Cataluña e impulsar con urgencia sus propios presupuestos de carbono, tal y como establece la Ley estatal de cambio climático para garantizar una respuesta coordinada, ambiciosa y justa ante la crisis ecológica. 

El pasado junio, más de 60 entidades ecologistas y sociales, incluida Greenpeace, hicieron un llamamiento para aprobar los presupuestos de carbono presentados por el CECC sin recortes, sin condicionantes y con compromisos claros de despliegue inmediato, en línea con lo que indica la ciencia. Asimismo, exigían una reducción significativa de las emisiones durante la próxima década, así como políticas reales para garantizar un modelo energético 100 % renovable, descentralizado y controlado democráticamente, con criterios de justicia climática.


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