29 de abril: 6 meses de la dana

Greenpeace exige que la industria fósil, principal causante del cambio climático, pague los costes económicos de la dana

23-04-2025

  • Además de las vidas humanas, los costes de los fenómenos climáticos extremos como la dana incluyen tanto los daños materiales como las medidas de adaptación y mitigación
  • Nuevos impuestos y tasas a los combustibles fósiles, a la industria contaminante y a los multimillonarios permitirían conseguir hasta 10 billones de euros anuales para hacer frente al cambio climático
  • Las empresas fósiles de todo el mundo obtienen más de 2,7 billones de dólares anuales en beneficios. Sólo en España, se calcula que reciben más de 9 mil millones de euros en subvenciones

 

A punto de cumplirse seis meses de la dana más devastadora de la historia de España, Greenpeace exige a las empresas de combustibles fósiles, principales culpables del cambio climático, que asuman su responsabilidad y paguen los costes económicos de los fenómenos meteorológicos extremos que se están agravando debido al uso de combustibles fósiles.

IMÁGENES DE LA DANA AQUÍ

Además de la reconstrucción tras eventos como la dana, y la adaptación para prevenir futuros daños, son urgentes medidas para frenar el avance del cambio climático, como el abandono progresivo de los combustibles fósiles, el fin de las subvenciones a la industria fósil y reducir las emisiones netas a cero en Europa antes de 2040.

Greenpeace reitera su solidaridad con las víctimas de la trágica dana vivida en Valencia el pasado 29 de octubre e insiste en la necesidad de una mayor financiación para no repetir los mismos errores y asegurar una reconstrucción rápida, sostenible y justa de los medios de vida.

“Desastres como la dana nos recuerdan la urgencia de adoptar más medidas climáticas de mitigación y adaptación, y de hacerlo desde una perspectiva de justicia social para que toda la población se beneficie. Esto solo será posible con más financiación y asegurando el fin de los combustibles fósiles antes de 2040. Los Gobiernos deben aprobar nuevos impuestos y tasas a los combustibles fósiles, la industria contaminante y los multimillonarios que permitirían conseguir hasta 10 billones de euros anuales para una acción climática nacional e internacional acorde con los compromisos del Acuerdo de París”, ha señalado Pedro Zorrilla, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace.

La organización recuerda que, mientras la ciudadanía está pagando con sus vidas y recursos las peores consecuencias del cambio climático, la industria fósil a nivel mundial está obteniendo beneficios de más de 2,7 billones de dólares anuales, según Energy Profits. Igualmente importante es redirigir los miles de millones que todavía hoy se destinan a subvencionar las actividades tóxicas para el planeta: según un informe reciente de Greenpeace, al menos 23.300 millones de euros en España en 2023 se destinaron a estas actividades y, de ellos, más de 9 mil millones recalaron directamente en la industria fósil.

La semana pasada, un informe de Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial señalaba que la dana de Valencia fue la catástrofe climática más mortal en Europa y que 2024 fue el año más cálido desde que hay registros. Las previsiones de futuro tampoco son esperanzadoras: el riesgo de lluvias torrenciales está creciendo en Europa, donde el calentamiento avanza más rápido que en el resto de regiones del mundo.

La lucha climática vive hoy un momento decisivo en todo el mundo. Greenpeace exige a la Unión Europea, que actualmente está negociando sus compromisos de reducción de emisiones, que lidere la ambición climática y se comprometa a las cero emisiones netas en 2040 para no superar el límite de los 1,5º C fijado por la ciencia.

El objetivo propuesto actualmente por la Comisión Europea de reducir las emisiones en 2040 un 90 % respecto a 1990 no solo es insuficiente sino que, además, está en riesgo por la presión de la derecha y la ultraderecha. No podemos dejar que la visión cortoplacista y guiada por los intereses de la industria fósil aumente el riesgo climático para el planeta y para todos sus habitantes. Eso sólo retrasaría las medidas climáticas que tanto mejorarán la calidad de vida de la población”, ha advertido Zorrilla.

Frente al drill, baby drill de Trump y la industria fósil, Greenpeace defiende una alternativa que apueste por la democracia, la población y el planeta, y demuestre que la transición ecológica es posible y beneficiosa para todas las personas.

Medidas de adaptación

Ante los eventos extremos, que el cambio climático está haciendo más frecuentes e intensos,  Greenpeace propone cuatro medidas principales de adaptación: en primer lugar, son necesarios protocolos de actuación y sistemas de alerta temprana, así como fomentar la cultura de la prevención del riesgo y la autoprotección impulsando la educación en emergencias y la formación profesional.

Otra solución es recuperar el ciclo natural del agua con Soluciones Basadas en la Naturaleza, restaurando los ecosistemas clave asociados a zonas inundables, y aumentar la capacidad de absorción de agua tanto en zonas urbanas como a lo largo de la cuenca hidrográfica.

Reconstruir sin cometer los mismos errores es otra medida clave: prohibir la construcción de infraestructuras y la desclasificación de suelos urbanísticos en áreas inundables e implantar planes de gestión del riesgo en inundaciones.

Por último, la organización señala que la reconstrucción debe hacerse protegiendo a toda la población de forma justa, especialmente a la más vulnerable, contribuyendo a reducir las desigualdades.


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