ACCIÓN EN BRUSELAS
Greenpeace instala una manzana envenenada gigante frente al Parlamento Europeo: el abandono de las normas ambientales es un regalo envenenado para los agricultores
- Los miembros del Parlamento Europeo deciden hoy si votan el plan de la Comisión Europea que elimina muchos de los requisitos medioambientales que deben cumplir los agricultores para obtener fondos de la UE
- Greenpeace advierte de que la escasez o contaminación del agua, el agotamiento de los suelos, la pérdida de biodiversidad y la aceleración del cambio climático afectan a la capacidad de producir alimentos
Activistas de Greenpeace han instalado a primera hora de la mañana una manzana envenenada gigante frente al Parlamento Europeo en Bruselas, instando a los políticos de la Eurocámara a no hacer un regalo envenenado a los agricultores con la eliminación de las normas de protección de la naturaleza de la Política Agrícola Común (PAC). Los miembros del Parlamento Europeo deciden hoy si votan el plan de la Comisión Europea que elimina muchos de los requisitos medioambientales que deben cumplir los agricultores para obtener fondos de la UE.
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Con más de tres metros de altura y escupiendo humo verde, la manzana envenenada visibiliza que la reducción de la protección de la naturaleza perjudica a los agricultores, ya que la escasez o contaminación del agua, el agotamiento de los suelos, la pérdida de biodiversidad y la aceleración del cambio climático afectan a la capacidad de producir alimentos.
En los últimos meses, los agricultores han protestado por la insostenibilidad de sus ingresos, ya que se ven perjudicados por los precios de productores más industriales de fuera de Europa y presionados por poderosas empresas alimentarias que fuerzan los precios a la baja. Greenpeace advierte de que los políticos están convirtiendo las normas de protección de la naturaleza en el chivo expiatorio de un problema causado por las fuerzas del mercado y la política comercial.
«Los agricultores están enfadados con razón: las pequeñas y medianas explotaciones están desapareciendo, devoradas por las megaexplotaciones, ya que los agricultores se ven atrapados entre las importaciones baratas de fuera de la UE y los precios injustos impuestos por los grandes actores del mercado. Los políticos europeos, poco dispuestos a revisar la insostenible política comercial de la UE o a plantar cara a los matones de las corporaciones alimentarias y las empresas químicas, fingen que el problema es la protección de la naturaleza en las explotaciones. Eliminar las últimas protecciones medioambientales es un regalo envenenado para los agricultores, que les condenará a peores sequías, inundaciones y cosechas fallidas, sin hacer nada por resolver su precaria situación económica”, ha señalado el director de Política Agrícola de Greenpeace Europa, Marco Contiero.
Los agricultores españoles, grandes damnificados
En respuesta a las protestas de los agricultores, la Comisión Europea ha propuesto flexibilizar muchos de los requisitos medioambientales de la Política Agrícola Común de la UE. Los ministros de Agricultura ya han indicado que los Gobiernos de la UE apoyarán estos planes de recortar la protección de la naturaleza en la normativa agraria. En la votación de hoy en el Parlamento Europeo se decidirá si se acelera la respuesta de la Eurocámara a esta propuesta, saltándose los debates y votaciones en las comisiones parlamentarias y sometiéndose inmediatamente a votación en la última sesión plenaria antes de las elecciones de junio.
“En vez de mejorar el apoyo técnico y económico para implementar estas prácticas tan necesarias para luchar contra la desertificación en España, desde Europa se ha optado por dar pasos atrás en la protección de los agricultores y la naturaleza. En un país como España, donde el 75% de nuestro territorio está en riesgo de desertificación, estas prácticas que quieren flexibilizar, como las cubiertas vegetales en periodos sensibles, la rotación de cultivos o el barbecho, permitirían recuperar la estructura, la humedad y la fertilidad de los suelos y evitar la erosión. Se está eliminando lo que sería una salvaguarda para la agricultura, no solo a corto, sino a medio y largo plazo”, ha declarado Helena Moreno, responsable de Agricultura y Sistemas Alimentarios sostenibles de Greenpeace
Si el Parlamento Europeo vota a favor de acelerar la propuesta de flexibilizar los requisitos medioambientales para los agricultores, la siguiente votación sobre el contenido de la propuesta de la Comisión será en su última sesión plenaria del 22 al 25 de abril.