Greenpeace pide al Gobierno que busque una solución urgente para continuar con las ayudas al transporte
- Greenpeace urge al Gobierno a prorrogar las bonificaciones al transporte público durante los próximos seis meses para avanzar hacia soluciones estructurales como un abono único de transporte
- La organización ecologista reitera su condena a los partidos que el pasado día 22 rechazaron además otras medidas como la subida de las pensiones, las ayudas a la DANA o la suspensión de desahucios y corte de suministros básicos, mostrando su desconexión con la sociedad
- Greenpeace hace un llamamiento para unirse a las movilizaciones convocadas por los sindicatos el 2 de febrero para protestar por la derogación de medidas sociales y ecológicas tan importantes para la ciudadanía
Greenpeace considera imprescindible y urgente que continúen las bonificaciones al transporte público durante los próximos seis meses, como estaba previsto inicialmente, para avanzar hacia soluciones estructurales y permanentes como un abono único de transporte. Por ello pide al gobierno que apruebe por vía de urgencia un nuevo paquete específico de medidas necesarias para hacer posible esta prórroga y que se siga avanzando hacia la implantación de este abono único.
Este abono, propuesto por Greenpeace, y respaldado por el Ministerio de transportes, sería imprescindible para garantizar que la ciudadanía pueda contar con un transporte público, asequible y de calidad sin tener que estar a merced de intereses políticos ajenos a las necesidades de la población.
Para la organización, la falta de acuerdo político para asegurar la continuidad de las bonificaciones pone en peligro los avances logrados en los últimos dos años y puede suponer un retroceso en el uso del transporte público, afectando directamente a más de veinte millones de personas usuarias y lastrando la reducción de emisiones.
Esta situación de incertidumbre ha puesto de manifiesto claramente la necesidad de contar con fórmulas que garanticen una política tarifaria estructural y permanente que permitan que el transporte público sea asequible, accesible y útil para la ciudadanía. Un sistema tarifario en el que las personas usuarias de transporte público tengan seguridad y capacidad de planificación en su día a día y en su economía familiar como el citado abono único de transporte que debe ponerse en marcha lo antes posible. En este sentido, para que esta iniciativa salga adelante en un futuro, se necesita que todas las administraciones y partidos políticos colaboren entre sí para avanzar hacia su creación. Es necesario contar con acuerdos transversales y de consenso en torno a la movilidad sostenible para que la ciudadanía cuente con un transporte público asequible, sostenible y de calidad.
Para Greenpeace un tipo de abono flexible, junto con más trenes y autobuses, más frecuencias y mejores horarios acorde con las necesidades de la gente, impulsaría un cambio modal real y masivo del transporte privado al público, sin el cual es casi imposible reducir las emisiones del sector más contaminante y que no paran de crecer. Este cambio redundaría también en la mejora de la calidad del aire y la habitabilidad de nuestras ciudades.
“En el contexto de emergencia climática actual es necesario que el coche se use menos, para ello el transporte público debe ser una alternativa real y debe existir un precio garantizado permanente que genere seguridad a las personas, así como capacidad de planificación en la economía familiar”, ha declarado Cristina Arjona, responsable de la campaña de movilidad de Greenpeace. “Es muy preocupante la desconexión que tienen algunos partidos políticos del arco parlamentario con la gente y sus necesidades reales del día a día. Son millones de personas afectadas por esta decisión y esta incertidumbre mantiene en vilo a muchas familias que utilizan el transporte público en sus desplazamientos cotidianos.. La ciudadanía necesita de medidas sociales y ecológicas que sean buenas para el bolsillo y para el planeta”, continúa Arjona.
La movilidad forma parte de la vida cotidiana de las personas, es necesaria para satisfacer las necesidades básicas y participar en la sociedad. En un contexto en el que la ciudadanía está pagando los costes de la desigualdad, es momento de reivindicar derechos con determinación y de hacer frente común democrático contra la desigualdad y la crisis climática. Por este motivo, desde Greenpeace hacen un llamamiento a la ciudadanía para que se una a las movilizaciones convocadas el 2 de febrero para protestar por la derogación de medidas sociales y ecológicas tan relevantes.