18 de junio: Día de la Gastronomía Sostenible

Greenpeace pide aumentar la producción y consumo de legumbres

18-06-2025

  • En las últimas décadas se ha reducido su consumo a la mitad, cuando triplicarlo para 2050 sería clave para mejorar la salud de las personas y del medioambiente
  • La dieta de la población española presenta un exceso de productos de origen animal, frente a un déficit del 70 % en legumbres, del 40 % en verduras y del 10 % en frutas, respecto a las recomendaciones nutricionales
  • A pesar de que las legumbres son un cultivo que mejora la fertilidad y estructura de los suelos, solo ocupan un 0.61 % de la superficie cultivada, mientras importamos hasta un 67 %, aumentando la huella de carbono

Hoy se celebra el Día de la Gastronomía Sostenible de Naciones Unidas y es buen momento para poner sobre la mesa que la dieta actual de la población española es poco saludable e insostenible. Siguiendo las recomendaciones de la comisión Eat-Lancet o “dieta de salud planetaria” [1], contiene un exceso de aporte energético (+30 % con respecto a lo recomendado), y un exceso de consumo de varios grupos de alimentos como son: la carne (+360 % de las recomendaciones saludables), los lácteos (+100 %), los aceites -en su mayoría refinados- (+70 %) y pescado (+70 %), mientras que resulta deficitaria en legumbres (-70 %) así como en verduras y frutas (-40 y -10 % respectivamente). Es decir, la dieta actual en España se basa en un consumo excesivo de productos animales y una ingesta insuficiente de alimentos vegetales, lo que se traduce en un desequilibrio nutricional y en la presencia de problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares y obesidad.

“Las legumbres son la pieza clave, aunque tristemente denostadas, para la transición alimentaria en España. Son sostenibles desde el campo hasta el platomejoran la fertilidad de los suelos, necesitan poca agua, y aportan nutrientes esenciales en la dieta, incluyendo proteínas de alta calidad. Apostar por ellas no solo es bueno para nuestra agricultura, sino para nuestra salud”, apunta Helena Moreno, responsable de la campaña de sistemas alimentarios sostenibles de Greenpeace España.

Es necesario repensar nuestro modelo alimentario. Por eso, Greenpeace pone sobre la mesa la necesidad de un nuevo Modelo Alimentario Sostenible (MAS) que avala, con datos, la viabilidad de una transición hacia otro modelo de producción y consumo de alimentos. Para ello, una de las palancas claves es la transición proteica de la alimentacióna través de las legumbres. Es decir, fomentar el consumo de alimentos vegetales ricos en proteínas y la reducción tanto de pescado como de carnes y resto de alimentos de origen animal, siendo las legumbres clave en la transición proteica. Para ello, el modelo alimentario sostenible indica que debería incrementarse el consumo de garbanzos, judías y lentejas en 2050 hasta alcanzar 22,2, 14,7 y 15,4 g/día respectivamente. Se incrementaría un +200 % (el triple) respecto al consumo actual de legumbres. Este incremento se calcula sobre la media del periodo 2017-21, pero los datos actuales de consumo son aún más bajos. 

Desde el punto de vista nutricional, las legumbres han sido y son una pieza fundamental para la nutrición y gastronomía popular. Son una fuente de proteínas vegetales de alta calidad, fibra, vitaminas (como la B y la C) y minerales (como el hierro y el potasio). No contienen gluten y no tienen “temporadas”, pues se mantienen y comercializan habitualmente en seco, lo que incrementa su durabilidad y versatilidad.

Sin embargo, su consumo no ha hecho más que descender: desde los 13 kg/persona/año en la década de los 60, hasta los poco más de 3,36 kg/persona/año en la actualidad, según el último panel de consumo alimentario [2]. Esta pérdida de tradición culinaria en torno a las legumbres ha ido en paralelo con la disminución de su producción en el territorio español.

Relocalización de la producción para la transición proteica

La propuesta alimentaria presentada por Greenpeace no sólo aboga por el incremento en el consumo de las legumbres, sino por el aumento de producción a escala nacional. En España se cultivaron, en 2024, 102.770 ha de legumbres para consumo humano (garbanzos, judías secas y lentejas), solo un 0.61 % de la superficie cultivada. Greenpeace pide incrementar esta producción, mediante la relocalización de la producción e incorporar las leguminosas en prácticas de rotación y asociación de cultivos en los paisajes productivos de los agroecosistemas, lo que supondría numerosos beneficios ambientales, como el incremento de fertilidad, la mejora de la estructura y aumento de carbono orgánico en los suelos. 

Actualmente se importa un 67% de las legumbres que consume el país, a pesar de que el territorio Español podría producir mucha más legumbre, es decir, la producción actual no cubre la demanda alimentaria del Estado español, siendo ésta ya baja. Además, la gran mayoría de legumbres que consumimos en España se importan principalmente del continente americano, generando una gran huella ambiental y de carbono por su producción intensiva y su largo recorrido hasta llegar a los lineales de los supermercados. La cantidad media importada de legumbres* en España en 2024 fue de 158.760 toneladas, sobre todo lentejas (49 mil), provenientes fundamentalmente de Canadá y EEUU; garbanzos (49 mil), estando a la cabeza EEUU y México, y judías secas (61 mil), situándose Argentina como mayor exportador hacia España [3].

Las actuaciones prioritarias propuestas por Greenpeace para la transición proteica son:

  • Impulsar el consumo de legumbres y su producción sostenible, incrementando los incentivos desde la PAC para la producción de proteínas vegetales para consumo humano, así como la reducción drástica del consumo y producción de los alimentos de origen animal.
  • Rediseñar políticas alimentarias y agrícolas para favorecer proteínas vegetales sobre animales. Esto implicaría el uso de diversas herramientas, como incentivos financieros específicos, una mejora en las políticas de contratación pública con criterios de sostenibilidad y consumo de proteínas de origen vegetal y una mejor difusión del conocimiento.
  • Fomentar y adoptar la “dieta de salud planetaria” que lleve a una aceleración de la reducción del consumo de carne, lácteos, huevos y de pescado, así como un aumento del consumo de legumbres y resto de alimentos de origen vegetal. Se debe garantizar la aplicación de las recomendaciones dietéticas saludables y sostenibles de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) en todos los comedores colectivos hasta el año 2030.
  • Fomentar la contratación pública con criterios de sostenibilidad para crear un mercado estable para los productos provenientes de agricultura y ganadería agroecológica y pesca artesanal, favoreciendo tanto a las personas productoras como al medio ambiente. Para ello hay que asegurar que las personas productoras puedan optar a las licitaciones de contratos públicos para comedores de colegios, hospitales y residencias, y otros comedores de espacios públicos para garantizar una demanda constante de productos locales, de temporada y ecológicos provenientes de la agricultura familiar y social.

* Se incluyen las judías, las lentejas y los garbanzos.

[1] Summary Report of the EAT-Lancet Commission. Healthy Diets From Sustainable Food Systems. Food Planet Health

[2] Informe anual del consumo alimentario en España 2024. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

[3] Leguminosas grano (garbanzos, lentejas, judías secas, vezas y yeros). Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Última consulta: mayo de 2025.


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