Greenpeace recibe un reconocimiento y celebra con la Comunidad de Montes de Teis, en Vigo, el éxito de 25 años de gestión forestal en defensa de la biodiversidad
- De espacio degradado a hermoso bosque. Los comuneros y comuneras de Teis celebraron el 25 aniversario de la recuperación del monte comunal para la parroquia
- La entidad comunal viguesa entregó diversos reconocimientos a entidades que, como Greenpeace, han colaborado estos años en el proyecto
- La ONG y la Comunidad de Montes comenzaron a colaborar en 1999 para sustituir especies invasoras como la acacia negra por otras propias del bosque atlántico con excelentes resultados
La organización ecologista Greenpeace recibió en la tarde de ayer un reconocimiento por el apoyo que durante 20 años ha estado dando a la Comunidad Vecinal de Montes en Man Común de Teis (Vigo). Fue durante el acto de celebración del 25 aniversario de la Comunidad, que ha logrado un exitoso ejemplo de transformación de un espacio degradado en un refugio de biodiversidad.
La jornada festiva, que tuvo lugar en el monte comunal de A Madroa a partir de la 4 de la tarde, contó con actividades para todas las edades con juegos tradicionales, foliada, un concierto de la banda del multifacético y comprometido Tonhito de Poi y el homenaje a cuatro entidades que han apoyado el trabajo de la Comunidad durante este cuarto de siglo, entre las que se incluye la ONG.
“Me siento halagado y me emociona que los Comuneros de Teis se sientan en deuda con nosotros y nos quieran dar las gracias. Pero el reconocimiento sólo puede ser mutuo. Para mi, y para Greenpeace, la labor de esta Comunidad es un ejemplo a seguir y ha sido un honor poder formar parte del proyecto”, declaró Miguel Ángel Soto, responsable de la Campaña de Bosques de la ONG, cuando subió a recoger el reconocimiento. “La historia de A Madroa es una historia de éxito, de cómo la perseverancia y el compromiso de los Comuneros con el medio ambiente y la identidad local pueden revertir un monte infectado por especies invasoras y en mal estado sanitario en un bosque atlántico gallego con especies autóctonas. Gracias a ellos por hacer este milagro posible”.
Toda una victoria
Greenpeace comenzó a colaborar con la Comunidad de Montes de Teis en 1998, justo un año después de que la parroquia de San Salvador de Teis lograra recuperar el régimen de propiedad comunal del monte tras más de medio siglo de usurpación por parte del Estado. Por aquel entonces, el ecosistema forestal estaba extremadamente degradado, con la práctica totalidad del monte cubierto por una vieja repoblación de pino (Pinus pinaster) en una situación fitosanitaria muy mala, eucalipto (Eucaliptus globulus) y sobre todo una enorme infestación de acacia negra (Acacia melanoxylon) bajo la cubierta arbórea, una especie invasora muy difícil de erradicar por su extremado vigor y capacidad regenerativa.
La colaboración de Greenpeace formó parte del proyecto Echando Raíces (1), emprendido en 1997 por la campaña de Bosques de la organización, que tenía como objetivo realizar pequeñas experiencias demostrativas de reforestación con especies autóctonas en diversas zonas del estado español. La organización ecologista hizo una colecta entre sus socios y socias para ayudar a financiar, junto a otras entidades, un programa de recuperación del genuíno bosque autóctono de A Madroa y durante los años siguientes decenas de personas socias y voluntarias de Greenpeace colaboraron en diversos momentos en los trabajos de regeneración. En la actualidad grupos de voluntarios y voluntarias siguen yendo con regularidad a apartar su ayuda a este entorno.
Hoy, casi un cuarto de siglo después, ese rodal del área periurbana viguesa es un hermoso bosque de castaños, robles, acebos, madroños, laureles, etc. de tamaños considerables, que demuestra que otra política forestal es posible. De hecho, en 2017 la Comunidad de Montes de Teis entró a formar parte del registro ICCA de la ONU, para lo que es preciso acreditar gestión del territorio, funcionamiento democrático y, sobre todo, un fuerte componente de conservación ambiental. (2) Pero además, el éxito de esta pequeña experiencia es también una prueba fehaciente de que es posible restaurar los montes gallegos, aumentar su resiliencia frente al fuego y recuperar su valiosa biodiversidad. No en vano, en los últimos años especies como el ciervo volante, el corzo e incluso el halcón peregrino han vuelto a frecuentar la zona.
“La experiencia del monte comunal de Teis es una demostración de que muchas zonas de Galicia, degradadas por la invasión incontrolada de alóctonas como el eucalipto o la acacia, son recuperables si existe voluntad política. Aunque la superficie forestal gallega de frondosas no es pequeña en su conjunto, si carecemos de masas forestales maduras de entidad, que es lo que realmente ayuda a recuperar la biodiversidad y tener hábitats más resilientes a los incendios. La Xunta debe tomar en serio ejemplos como el de Teis, apostar por la vegetación autóctona y reducir significativamente la superficie de eucalipto y otras especies de crecimiento rápido, cuestión que no se está haciendo debidamente con una moratoria a nuevas plantaciones que no está funcionando”, declaró Manoel Santos, coordinador de Greenpeace en Galicia.