Reactivo: Agua, nueva condena desde Europa
Greenpeace reclama a España un cambio en el modelo agroindustrial tras la condena de Bruselas por la contaminación de agua por nitratos
- El Tribunal de Justicia de la UE condena a España por no poner en marcha las medidas necesarias para afrontar la contaminación del agua por nitratos
- Casi la mitad de las masas de agua subterránea está contaminada por nitratos, según datos oficiales
- La salud de las aguas subterráneas es crucial, más si cabe en un contexto de sequía agravada y prolongada como el actual
- El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) y las confederaciones hidrográficas han puesto en marcha medidas para frenar y revertir el problema, pero siguen siendo insuficientes
«La condena de hoy del Tribunal de Justicia de la Unión Europea a España por incumplimiento de la Directiva de Nitratos es una nueva oportunidad para ir a la raíz del problema, el modelo agroindustrial, que está envenenando el agua”. Con esas palabras ha respondido el responsable de Agricultura y Ganadería de Greenpeace, Luis Ferreirim, al último anuncio de Bruselas sobre este asunto: esta mañana se ha sabido que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha condenado a España por no poner en marcha las medidas necesarias para prevenir y revertir la contaminación del agua por nitratos que provoca la agricultura y la ganadería. Sin sorpresas y tras una larga espera, así ha culminado el proceso que abrió la Comisión Europea en noviembre de 2021 cuando, después de muchas llamadas de atención a España por no estar cumpliendo la Directiva de Nitratos [1], decidió, como último recurso, llevar a nuestro país ante este tribunal.
“Es urgente poner en marcha medidas valientes, contundentes e inmediatas. Si no se hace, el próximo paso será la imposición de una multa millonaria que tendremos que pagar las personas contribuyentes y no quien está contaminando el agua con total impunidad y para su único y exclusivo beneficio”, ha añadido Ferreirim.
Greenpeace denuncia que, desde que se aprobó la Directiva de Nitratos, hace ya 30 años, los sucesivos Gobiernos de España y demás autoridades competentes han permitido el incremento del uso de fertilizantes y la descontrolada intensificación de la ganadería, principales causas de esta contaminación y perfectamente identificadas en el texto original de la Directiva.
DECLARACIONES PARA MEDIOS: AUDIO y VIDEO
“Una de las grandes causas de la contaminación del agua por nitratos en España es la desmesurada cabaña ganadera en intensivo. No se reducirá esta contaminación si no se reduce la ganadería intensiva, es así de claro. La condena de hoy debe ser el empujón definitivo para pasar a la acción e ir a la raíz del problema: cambiar el modelo agroindustrial. Ya no valen más parches”, ha concluido Ferreirim.
Greenpeace remarca que la situación del agua en España es alarmante y la contaminación por nitratos es considerada ya, según el Gobierno español, “uno de los principales problemas en las masas de agua de España”. Según los datos oficiales, casi la mitad de las masas de agua está contaminada por nitratos, lo que provoca que cada vez más pueblos sufran cortes en el agua de consumo. Esta situación afecta muy en particular a las aguas subterráneas, las reservas estratégicas de agua para el presente y el futuro.
Medidas insuficientes
El último informe de seguimiento de la Directiva de Nitratos, que el Gobierno español envió en diciembre de 2020 a la Comisión Europea, concluía que, en el período de 2016-2019 (último período analizado -este año se tiene que presentar el informe para el período siguiente 2020-2023-), la contaminación media de nitratos en aguas subterráneas se había incrementado un 51,5%, con comunidades donde ese incremento fue muy superior a la media, como Galicia (201%), Castilla y León (103%) o la Región de Murcia (74%).
Esta misma situación fue confirmada reiteradamente por la Red Ciudadana de Vigilancia de Nitratos, una iniciativa impulsada por Greenpeace en 2021, que reveló ese mismo año que el 54 % de las mediciones en aguas subterráneas presentaban contaminación por nitratos, un dato que ascendió al 58 % en 2022. Los datos de la campaña de 2023 están siendo tratados y serán publicados en breve.
“En un período de sequía agravada y prolongada como la que estamos viviendo, las aguas subterráneas son de vital importancia. Sin embargo, debido a la desidia de unos y la codicia de otros, vemos cómo no las podemos utilizar para consumo humano – uso prioritario establecido en la legislación-, debido a la elevada concentración de nitratos. Cataluña es un claro ejemplo de ello. Pese a tener agua subterránea en abundancia bajo de sus pies, no la puede utilizar”, ha concluido Ferreirim.
Desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) se han puesto en marcha algunas iniciativas para afrontar el problema, como la publicación del Real Decreto 47/2022, que tiene como objetivo la protección de las aguas contra la contaminación provocada por la agricultura y ganadería, o el Plan de Acción de Aguas Subterráneas, que persigue mejorar el conocimiento, la gestión y la gobernanza de las aguas subterráneas. Las confederaciones hidrográficas también han implantado medidas específicas en sus planes hidrológicos, como la Estrategia NitraCHE, de la Confederación Hidrográfica del Ebro, que señala específicamente “no dar concesiones ni autorizaciones a nuevas instalaciones ganaderas intensivas, ni a la ampliación de las existentes en las zonas más sobrecargadas de nitratos en la cuenca”.
Greenpeace aplaude estas iniciativas, pero asegura que esto no es suficiente: es urgente que también las comunidades autónomas asuman este desafío como suyo y que exista una acción coordinada entre todos los organismos que permita reducir un 50% la cabaña ganadera intensiva para 2030, así como el uso de fertilizantes sintéticos, y fomente una transición a un modelo basado en la agroecología.
Notas
- La Directiva de Nitratos fue aprobada en 1991 con el objetivo de luchar contra la contaminación del agua provocada por los nitratos agrícolas y es una de las legislaciones más antiguas de la UE en materia de medio ambiente. En 1996 fue transpuesta al derecho interno español y en 2022 se efectuó una revisión que dio lugar al Real Decreto 47/2022. En sus más de 30 años de existencia, los sucesivos Gobiernos de España han permitido el incremento del uso de fertilizantes y la descontrolada intensificación de la ganadería, principales causas de esta contaminación y perfectamente identificadas en el texto original de la Directiva.