Greenpeace reclama el despliegue inmediato de una misión de protección del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Ucrania para evitar una catástrofe nuclear
Greenpeace reclama al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) que despliegue inmediatamente una misión de protección en el sistema eléctrico crítico de Ucrania, en un contexto en el que se están intensificando los ataques de Rusia contra la infraestructura energética ucraniana. La crisis nuclear y los ataques rusos se debatirán en la reunión de la Junta de Gobernadores del OIEA que se celebrará los días 21 y 22 de noviembre en Viena. La organización medioambiental pide a los miembros de la Junta del OIEA que presionen a la Secretaría del OIEA para que actúe de forma inmediata y eficaz para prevenir el peligro de una catástrofe nuclear.
Los recientes ataques de Rusia han tenido como objetivo deliberado las subestaciones eléctricas más importantes de Ucrania, críticas para el funcionamiento de las centrales nucleares del país. La refrigeración del combustible nuclear altamente radiactivo de los nueve núcleos de los reactores en funcionamiento y del combustible gastado de las nueve piscinas depende del suministro estable de electricidad procedente de la red eléctrica ucraniana. Si se interrumpe el suministro eléctrico externo debido, por ejemplo, a nuevos ataques rusos a subestaciones, las centrales nucleares dependerán de generadores diésel de emergencia y baterías in situ. Estos sólo pueden mantenerse entre siete y diez días. En ese tiempo, la conexión a la red debe ser restablecida o se producirá un desastre nuclear prácticamente seguro.
“Todo el programa de seguridad de la flota de reactores nucleares de Ucrania -un total de 15 reactores y el suministro eléctrico de todo el país- corre un elevado riesgo de fallo catastrófico. El OIEA, a pesar de las repetidas advertencias sobre los ataques rusos planeados contra las centrales nucleares ucranianas, sólo ha visitado las subestaciones eléctricas dos veces en casi tres meses, por lo que debe realizar un despliegue a gran escala de su personal en las subestaciones eléctricas inmediatamente y antes de que sea demasiado tarde”, ha afirmado Shaun Burnie, experto nuclear de Greenpeace Ucrania.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso advirtió la semana pasada al OIEA de que podría expulsar a su misión de la central nuclear de Zaporizhzhia, ocupada ilegalmente por las fuerzas armadas rusas. En opinión de Greenpeace, se trata de un intento del Gobierno ruso de intimidar y presionar al OIEA para que no actúe en su contra, por ejemplo protegiendo las subestaciones eléctricas de Ucrania. El OIEA debe hacer frente a la presión rusa y proteger a Europa de un posible desastre nuclear comparable al de Fukushima en 2011, o incluso al de Chernóbil en 1986, con efectos de radiación potencialmente enormes.
Jan Vande Putte, experto nuclear de Greenpeace Bélgica, explica el peligro de la situación actual: “En caso de fallo de la red, Ucrania podría no ser capaz de restablecer la conexión a la red de las centrales nucleares durante varias semanas debido a los daños crecientes en su sistema eléctrico. Esto llevaría a una pérdida de la función de refrigeración en una o más centrales, lo que inevitablemente provocaría la fusión del combustible nuclear y una emisión radiactiva a gran escala. Potencialmente, este escenario podría producirse en cascada en los reactores de un emplazamiento y en múltiples centrales nucleares”.
Greenpeace ha venido advirtiendo en repetidas ocasiones de la creciente posibilidad de una crisis nuclear en Ucrania debido a los ataques rusos. En octubre de 2024, la organización publicó un análisis en profundidad sobre el peligro de la situación, en el que pedía el cese inmediato de los ataques rusos al sistema eléctrico ucraniano y el despliegue rápido e inmediato de personal del OIEA a las subestaciones nucleares críticas. A excepción de una misión a finales de octubre, el OIEA no ha tomado ninguna otra medida.
“La crisis nuclear que está surgiendo en Ucrania no tiene precedentes en la historia de la energía nuclear. Las centrales nucleares civiles nunca fueron concebidas para funcionar en medio de una guerra a gran escala. Rusia está utilizando estos ataques como palanca estratégica para derrotar a Ucrania, sabiendo que corre el riesgo de provocar un desastre nuclear. El OIEA tiene un perfecto conocimiento técnico de este nivel de amenaza y permanecer inactivo en este momento crítico sería una negligencia culpable por su parte e inexcusable”, ha concluido Burnie.
Notas
Análisis e informe de Greenpeace sobre el riesgo de un desastre nuclear sin precedentes si continúan los ataques de Rusia al sistema eléctrico de Ucrania AQUÍ