Greenpeace reclama un Tratado Global de los Océanos desde el Parque Nacional de las Illas Atlánticas de Galicia
- Más de treinta personas voluntarias de la organización han desplegado pancartas en la Isla de Cortegada para alertar sobre la emergencia ambiental que sufren nuestros océanos
- Asimismo miembros de la ONG recogerán firmas a lo largo del día para apoyar un Tratado Global que proteja el 30 % de la superficie de los océanos del planeta para 2030 y que se presentarán en la ONU en marzo
Galicia, 5 de febrero de 2022-. Voluntarios y voluntarias de Greenpeace han acudido hoy a la Isla de Cortegada, que forma parte de uno de los cuatro archipiélagos del Parque Nacional marítimo-terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia, para alertar sobre la crisis que sufren nuestros océanos a nivel planetario. Con la exuberancia arbórea de la isla y las aguas de la ría de Arousa como fondo han desplegado varias pancartas, entre ellas una de gran tamaño con el lema “El tiempo se acaba para nuestros océanos. Actúa ya”. Actos similares se han producido al mismo tiempo en otra veintena de localizaciones del Estado.
Así, la ONG ha querido llamar la atención sobre la necesidad de cuidar los océanos y pedir al Gobierno del Estado que se implique de manera proactiva, con la coordinación de los diferentes ministerios implicados, en la reunión que tendrá lugar el próximo mes de marzo en Naciones Unidas para tratar esta emergencia ambiental. Greenpeace se ha unido a la recogida de firmas a nivel internacional que se está llevando a cabo para lograr un Tratado Global que proteja el 30 % de la superficie de océanos en el planeta para 2030. Se trata de una iniciativa en la que están participando países de todo el mundo y que se llevarán a la Organización de Naciones Unidas para impulsar las negociaciones de dicho tratado.
Apoyos que cambian el mundo
Esta tarde además, el voluntariado de Greenpeace en Galicia también instalará un stand informativo en la Praza de Galicia de Vilagarcía de Arousa para recoger firmas a favor de dicho tratado. Casi cuatro millones de personas en todo el mundo y más de doscientas mil en España se han unido a esta petición y cualquier persona puede hacerlo en este link. El apoyo de la ciudadanía será clave en los próximos meses para conseguir un Tratado Global que sea sólido, es decir que realmente suponga una gestión completa e integrada de todas las actividades desde la pesca en aguas internacionales, a la incipiente concesión de licencias de la minería submarina.
”Ha llegado el momento de poner las palabras en práctica y que los gobiernos, especialmente el Gobierno Estatal, encabece las negociaciones en Naciones Unidas para garantizar un tratado sólido que regule las actividades en alta mar y que prime la protección en el 70 % de nuestro planeta, que es ‘tierra de nadie’”, ha afirmado Manoel Santos, coordinador de Greenpeace en Galicia.
Los océanos y las especies que los habitan ven cómo se multiplican las amenazas a su supervivencia. Y mientras, los gobiernos del mundo han pasado años retrasando las decisiones que podrían poner fin a esa desprotección. Las reuniones para acordar un Tratado Internacional de los Océanos han ido sucediéndose sin que las áreas protegidas que tanto necesita nuestro planeta se pongan en marcha. La situación de emergencia ambiental en los océanos es tal que sabemos más de la superficie de la luna que del fondo de los océanos. En 10 años, entre 2000 y 2010, se han censado más de 6.000 nuevas especies desconocidas hasta la fecha en las aguas abiertas y tan solo se han investigado un 0,002 % de los 170.000 montes submarinos que existen. Junto con el desconocimiento científico la actividad humana va esquilmando cada vez más nuestros océanos, de hecho en más de la mitad de nuestros mares, el 55 % de su superficie, se desarrollan actividades pesqueras y un 59,9 % de las poblaciones de peces analizadas están explotadas hasta su rendimiento máximo sostenible.
A la vez que el voluntariado de toda España ha salido hoy en todo el territorio, el buque rompehielos de Greenpeace, el Arctic Sunrise está en aguas antárticas constatando los rápidos cambios que sufre la Antártida, donde algunas colonias de pingüinos han disminuído en el número de individuos hasta en un 77 % en los últimos 50 años.
La importancia del tratado es tal que supondría:
- Tener un mecanismo global para el establecimiento de una red de santuarios oceánicos bien gestionados, permitiendo así a la comunidad internacional cumplir el objetivo «30×30» de acuerdo con las recomendaciones científicas y los crecientes compromisos políticos. La protección del 30% del mar antes de 2030.
- Disponer, como Constitución de los Océanos similar a los Acuerdos del Clima, mecanismos efectivos de toma de decisiones que impidan que algunos países bloqueen o retrasen decisiones, como ha pasado con la creación de Áreas Marinas Protegidas en el Ártico o la Antártida.
- Regular actividades como la pesca o la extracción de minerales, para gestionar las múltiples presiones a la que se enfrentan las aguas internacionales.
Más de 100 gobiernos se han comprometido con el objetivo 30×30.
“Aunque casi cuatro millones de personas en todo el mundo están demandando a los ministros un compromiso claro para dar forma al destino de los océanos, para las generaciones presentes y futuras, aún no se le está dando la importancia diplomática internacional que se merece y tiene un perfil político muy bajo, por eso hoy en Galicia y otros lugares del Estado pedimos que se le de la importancia que se debe al Tratado Global de los Océanos y al momento histórico”, ha terminado Manoel Santos.