Greenpeace se suma a las organizaciones que llevan a Biden a los tribunales para parar el proyecto Willow de extracción de gas y petróleo en Alaska

15-03-2023

  • La multinacional ConocoPhillips, responsable del proyecto Willow, pretende extraer unos 180.000 barriles equivalentes de petróleo al día, en torno al 40% del consumo del transporte en España
  • La revisión ambiental de la Administración Biden no ha tenido en cuenta el impacto climático total del proyecto y contradice las recomendaciones de la ciencia en su informe del IPCC
  • Las prospecciones de Willow se encuentran a unos 300 kilómetros del círculo polar ártico y sufrirán un clima extremo, por lo que son particularmente arriesgadas y amenazan un ecosistema muy vulnerable

 

Earthjustice ha presentado hoy una demanda en nombre de varios grupos ambientales -entre los que se encuentra Greenpeace-, para detener el proyecto Willow de extracción de petróleo y gas en el Ártico occidental de Alaska, que la Administración Biden aprobó el pasado 13 de marzo. Este proyecto socava las promesas del presidente Biden de reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y hacer la transición de Estados Unidos a la energía limpia.

La decisión de la Oficina de Administración de Tierras (Bureau of Land Management) ha aprobado Willow y con ello da luz verde al plan de la compañía ConocoPhillips mientras ignora las demandas  de alrededor de 5,6 millones de personas, incluidas las autoridades de la aldea cercana de Nuiqsut, que piden al Gobierno federal que detenga Willow.

Aunque la Administración Biden describe su aprobación como una versión reducida del plan inicial de la compañía en Willow, aun así el proyecto producirá alrededor de 260 millones de toneladas métricas de emisiones de carbono a la atmósfera durante los próximos 30 años, el equivalente a dos millones de automóviles más en la carretera cada año durante tres décadas. El proyecto causaría un daño irreparable al medio ambiente, la vida silvestre del Ártico y las personas cercanas que dependen de la tierra para subsistir.

La demanda legal acusa a la Administración Biden por no considerar alternativas que podrían haber reducido significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y los impactos sobre el terreno. El acta de aprobación del proyecto se basó en una conclusión errónea de que no podía negar ni limitar significativamente el proyecto y dio luz verde a una alternativa del proyecto que permitía que ConocoPhillips extrajera el 92% en lugar del 100% del petróleo disponible. La Administración Biden tenía la autoridad para detener a Willow, pero decidió no hacerlo.

La demanda también acusa a la Administración por no evaluar el impacto climático completo de Willow, al no considerar la contaminación climática adicional del desarrollo futuro que solo puede ocurrir una vez que la infraestructura del proyecto Willow esté instalada. ConocoPhillips describió Willow a sus inversores como el “próximo hub energético de Alaska”, asegurando que había identificado una cantidad asombrosa de petróleo, posiblemente hasta 3.000 millones de barriles a los que se podría acceder si se instalara la infraestructura necesaria. 

Earthjustice y el resto de organizaciones han declarado lo siguiente al presentar la demanda: 

“La ciencia es clara. No podemos permitirnos ningún proyecto nuevo de petróleo o gas si queremos evitar una catástrofe climática. Aprobar lo que sería el proyecto de extracción de petróleo más grande en tierras federales es increíblemente hipócrita por parte del presidente Biden, quien en su Estado de la Unión calificó la crisis climática como una ​amenaza existencial”, ha afirmado Natalie Mebane, directora climática de Greenpeace USA: “Millones de personas, desde grupos indígenas hasta el exvicepresidente Al Gore, se han manifestado en contra del proyecto. El Departamento de Interior tiene preocupaciones sustanciales sobre el proyecto Willow y el daño que podría causar al clima, la vida silvestre y las personas. Este es un momento decisivo para el legado climático del presidente. Necesita escuchar a la gente, a sus propios departamentos y a sí mismo cuando dice que tenemos la obligación de enfrentar la crisis climática. El primer paso para él es seguir la ciencia y dejar de aprobar proyectos de petróleo y gas”.

“Es increíble que Biden haya dado luz verde al proyecto Willow a pesar de saber cuánto daño causará a las comunidades y la vida silvestre del Ártico”, ha señalado Kristen Monsell, abogada principal del Centro para la Diversidad Biológica: “Ahora tenemos que dar un paso adelante y luchar por estos lugares salvajes de valor incalculable y por las personas y los animales que dependen de ellos. Está claro que no podemos contar con que Biden cumpla su palabra de luchar contra el cambio climático y detener la perforación en tierras públicas”.

“Nos enfurece que la Administración haya aprobado nuevamente Willow, pese a la clara amenaza que representa para el medio ambiente y las comunidades vulnerables del Ártico occidental”, ha dicho Hallie Templeton, directora legal de Amigos de la Tierra: “Nuestra victoria anterior, que obligó al BLM a rehacer su análisis ambiental debería haber demostrado que se tiene que hacer más para proteger nuestros últimos lugares salvajes de la explotación de las grandes compañías petrolíferas. Solo podemos esperar que el tribunal vea esto como lo que es: otra decisión ilegal, defectuosa y desastrosa que debe detenerse”.

“La aprobación por parte de la Administración de Biden del proyecto Willow de ConocoPhillips en el Ártico occidental de Alaska es un paso atrás decepcionante”, ha asegurado Nicole Whittington-Evans, directora del programa de Alaska de Defenders of Wildlife: “Esto pondría en peligro aún más la vida silvestre más sensible al clima, incluidos los osos polares amenazados; aseguraría la perforación de petróleo y gas y las emisiones masivas de gases de efecto invernadero durante décadas, y daría un giro de 180 grados a la politica climatica de la Administración”.

“Le estamos pidiendo a la justicia que detenga este proyecto ilegal y se asegure de que el público conozca sus verdaderos impactos climáticos”, ha declarado Christy Goldfuss, directora de impacto de políticas de NRDC (Consejo de Defensa de los Recursos Naturales): “Permitir que Willow avance es dar luz verde a una bomba de carbono. Retrasaría la lucha climática y envalentonaría a una industria empeñada en destruir el planeta”.

“No hay duda de que la Administración poseía la autoridad legal para detener Willow, pero ha decidido no hacerlo”, ha concluido Erik Grafe, abogado en la oficina regional de Earthjustice en Alaska: “Ha dado luz verde a esta bomba de carbono sin evaluar adecuadamente sus impactos climáticos o sopesar sus opciones para limitar el daño y decir no. La crisis climática es uno de los mayores desafíos que enfrentamos y el presidente Biden ha prometido hacer todo lo posible para enfrentar el momento. Presentamos la demanda de hoy para garantizar que la Administración cumpla con la ley y, en última instancia, cumpla esta promesa para las generaciones futuras”.

Información adicional

Esta es la segunda vez que la Oficina de Administración de Tierras (BLM) aprueba el proyecto Willow. La Administración Trump aprobó el proyecto por primera vez en 2020. Los grupos de conservación y nativos de Alaska impugnaron la aprobación y el tribunal lo descartó por ser ilegal en 2021: instó a la BLM para que reevaluara los impactos climáticos completos del proyecto y considerara alternativas que disminuirían sus impactos generales. Al aprobar Willow por segunda vez, la Administración Biden no ha seguido estas instrucciones, realizando un análisis ambiental que se queda corto en estos mismos aspectos.

Tal como fue aprobado, el proyecto incluye tres sitios de perforación, pistas de acceso, la instalación de una central de procesamiento, un centro de operaciones, un aeródromo, cientos de millas de caminos de hielo y, además, permite perforaciones y caminos en el área especial del lago Teshekpuk, una de las zonas más importantes y sensibles del Ártico de Alaska. Las operaciones de ConocoPhillips usarían enfriadores para volver a congelar el permafrost descongelado, para hacer que el suelo sea lo suficientemente estable para que continúe la perforación.

Además, la aprobación de Willow da comienzo a la expansión hacia el oeste de la industria fosil en áreas ecológicamente sensibles adicionales críticas tanto para la subsistencia como para la protección de las especies de vida silvestre que ya están amenazadas por el cambio climático.

La reserva alberga osos polares, que figuran como especies amenazadas en virtud de la Ley de especies en peligro de extinción, además de bueyes almizcleros, caribúes y cientos de miles de aves migratorias. Dos manadas de caribúes, las del Ártico occidental y las del lago Teshekpuk, paren y migran a través de la región y son un recurso de subsistencia vital para las comunidades nativas de Alaska en el norte y el oeste de Alaska.


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