Reactivo presentación del segundo borrador del Pacto de Estado frente a la Emergencia Climática
Greenpeace valora positivamente los avances en materia agropecuaria y negativamente la ausencia de mayor ambición en mitigación
Greenpeace ha asistido esta mañana a la presentación del segundo borrador del Pacto de Estado frente a la Emergencia Climática por parte de la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen; el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha clausurado el acto. La organización ecologista ha estado participando en el proceso para construir esta nueva propuesta contribuyendo en todas sus diferentes fases.
A falta de analizar en profundidad el borrador presentado, Greenpeace valora positivamente los ejes incluidos en esta segunda propuesta de áreas clave, como la biodiversidad, los ecosistemas marinos y costeros, el refuerzo al conocimiento científico en todas las políticas públicas, la lucha contra la desinformación climática, un plan de empleo verde, una apuesta por los refugios climáticos y el tratamiento de la salud con un enfoque integral. La organización ecologista considera que es necesario mantener la coherencia y que no se apoyen proyectos que destruyen el medio ambiente, asegurar la participación ciudadana efectiva y basada en la ciencia, y avanzar en el derecho a un medio ambiente sano como derecho fundamental en la Constitución.
La organización valora positivamente que se identifiquen la ganadería, la agricultura y la pesca como sectores que pueden transformarse, contribuyendo en la mitigación del cambio climático, protegiendo la soberanía alimentaria y a quienes producen los alimentos y evitando las crisis alimentarias. Según un estudio de Greenpeace, el sistema alimentario español podría transformarse en un sumidero de carbono, con un 116 % menos de emisiones y un aumento del empleo de un 35 % en 2050 (1). Fomentar razas autóctonas, la ganadería extensiva, la pesca sostenible, la agroecología o el uso eficiente del agua son las bases del futuro del sector primario si queremos que este contribuya en la lucha contra el cambio climático y fomentar el empleo en el sector. Sin embargo, la organización ve con preocupación el fomento de las nuevas técnicas genómicas y la acuicultura.
“Necesitamos con urgencia un pacto ambicioso frente a la emergencia climática, que reúna las voluntades de toda la sociedad, y en concreto del arco político, pensando en el presente y en las futuras generaciones con miras amplias, que proteja la naturaleza y nuestra salud. Porque sin un planeta sano, no hay futuro ni economía ni bienestar posible«, ha declarado Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace España. «Exigimos coherencia en las políticas: gravar y eliminar las ayudas a quienes contaminan; dedicar los recursos a las transformaciones necesarias para mitigar y adaptarse al cambio climático, con medidas que mejoren la vida de la gente, e impulsar un cambio del modelo productivo que ponga la vida en el centro. Desde Greenpeace, pedimos que este pacto sea un reflejo de la voluntad colectiva de proteger nuestro planeta, a las personas y la democracia«, continúa Saldaña.
La organización insiste en que para enfrentar la emergencia climática hay que poner también sobre la mesa medidas de mitigación y un plan para abandonar los combustibles fósiles. “Además, es imprescindible tener en cuenta la crisis ambiental en su conjunto y abordar las causas que nacen del modelo socioeconómico que la provoca. Todo eso no será posible sin un gran acuerdo social y político. El Pacto de Estado debería servir para ese fin, ya que la crisis actual no trata de ideologías políticas sino de supervivencia”,concluye Saldaña.
Más información:
Documento conjunto de Greenpeace, SEO/BirdLife, WWF, Ecologistas en Acción y Amigas de la Tierra respecto a la primera propuesta del Gobierno de España sobre un Pacto de Estado frente a la Emergencia Climática.
Notas
Informe Revolución alimentaria: urge una transición del inviable sistema actual a un modelo alimentario sostenible.