Greenpeace y AEOPAS piden al Gobierno mayor protección en las zonas de captación de agua potable

31-05-2021

  • La falta de control está generando un aumento del consumo de agua embotellada, con el consiguiente gasto económico para las familias y con un gran perjuicio medioambiental por el aumento del plástico
  • España es ya el tercer país de Europa que más consume agua embotellada

El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha abierto este mes un periodo de consulta al sector del agua sobre el borrador del Real Decreto que establecerá los nuevos criterios técnicos y sanitarios del suministro y control de la calidad del agua de consumo. Una propuesta que surge como consecuencia de la obligación de trasponer la nueva Directiva 2020/2184 de 16 de diciembre de 2020 (DAP) por parte de cada país miembro de la Unión Europea, en un plazo de dos años.

Ante el análisis del borrador, Greenpeace y la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (AEOPAS) piden al Gobierno mayor ambición y protección integral de los ecosistemas que albergan las fuentes de donde procede y de donde se suministra el agua a la población (fuentes, manantiales, captaciones, humedales y ríos). Este momento es una oportunidad para mejorar la gestión del agua en nuestro país, sobre todo ante las consecuencias del cambio climático en el ciclo del agua.

Es necesario abandonar el enfoque tradicional basado exclusivamente en el control de calidad en el punto de consumo (al final de tubería) ya que garantiza la potabilidad pero no la calidad para el paladar, lo que está llevando a muchos consumidores a comprar agua embotellada.

La agricultura y la ganadería industrial e intensiva son la principal causa del deterioro de muchas de las fuentes tradicionales de suministro de nuestros pueblos y ciudades. Por esa razón, Greenpeace y AEOPAS piden que se protejan los ecosistemas de captación y que se avance de manera determinante en la declaración de los perímetros de protección. En definitiva, el futuro reglamento debe incluir las siguientes medidas:

  1. Establecer perímetros de protección en todas las captaciones.
  2. Los organismos de cuenca (Confederaciones Hidrográficas y Consejería) han de ser los responsables de definir perímetros y establecer las medidas de protección.
  3. La trasposición debe incluir plazos para el desarrollo reglamentario de estos aspectos (a realizar por el MITERD), así como para la elaboración de instrucciones metodológicas y para su aplicación.
  4. La transición a la relajación de las exigencias de control, que supone el nuevo enfoque de gestión de riesgos, debe condicionarse a la puesta en marcha efectiva de la protección de las zonas de captación, con el fin de evitar la desprotección de la salud

Consideramos importante que la trasposición de la Directiva establezca la obligatoriedad de fijar perímetros de protección en todas las captaciones, por ejemplo, impidiendo vertidos próximos, con las correspondientes medidas de protección que lo garanticen”, ha declarado Julio Barea, responsable de la campaña de agua de Greenpeace. “Creemos necesario que el Gobierno tenga altura de miras y no se limite a proponer un texto para cerrar la discusión, sino que aproveche el texto para abrirla y para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia del agua y de sus ecosistemas asociados”, ha añadido.

La nueva directiva es una oportunidad para mejorar en la gobernanza del agua en nuestros pueblos y ciudades”, ha declarado Luis Babiano, gerente de AEOPAS. ”Nos preocupa la escasa capacidad técnico-económica de las pequeñas poblaciones para atender convenientemente su elevada y creciente responsabilidad en la gestión de los servicios del ciclo urbano del agua. Es necesario, más que nunca, reconocer y desarrollar el papel clave que la ley confiere a las administraciones locales, en la garantía del abastecimiento urbano en las poblaciones menores de 20.000 habitantes”, ha añadido.

Barata, ecológica y al alcance de la mano, el agua del grifo reúne, a priori, las cualidades necesarias para no tener rival en el mercado. Sin embargo, el agua envasada no para de crecer en nuestro país. España es el cuarto productor de agua mineral de Europa y el tercer consumidor. Según la patronal española de las aguas envasadas (Aneabe), el consumo per cápita de agua embotellada alcanzó los 134 litros en 2019. Las compañías de agua mineral envasaron alrededor de 6.300 millones de litros, un 1,6% más que el año anterior, con una facturación de 1.200 millones de euros. Esto, en gran parte, se debe a que las personas no conocen bien la calidad y beneficios del agua que les pertenece, por lo que sería necesario dar más información sobre las cualidades del agua de grifo a la ciudadanía.


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