Greenpeace y la Plataforma Santa Justa exigen al Ayuntamiento una reurbanización sostenible del entorno de la estación de trenes

Con motivo del Día Mundial de las Ciudades, que se celebra hoy, 31 de octubre, Greenpeace y la plataforma Santa Justa, formada por la Asociación de Vecinos Triángulo, la Asociación Cultural Alternativa Tartessos, el Grupo Scout Inti-Raimy, Ecologistas en Acción y Solidaridad Internacional, han realizado una intervención* de 200 m2 en una plaza aledaña a la estación de Santa Justa para denunciar las carencias del Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de la estación de Trenes de Santa Justa, presentado recientemente tras la firma de un convenio entre Adif y el Ayuntamiento de Sevilla. Esta iniciativa ha consistido en transformar la fisonomía de la plaza añadiendo bancos, plantas, una fuente y otros elementos para hacer más amigable el espacio público. Además han organizado un paseo guiado por las zonas afectadas por esta reforma. 

El PERI de Santa Justa contempla la reordenación de los alrededores de la estación, afectando a los solares baldíos en la Avenida Pablo Iglesias y en el frontal de la estación, así como a la zona ya urbanizada de la Avenida de Kansas City. El proyecto prevé la construcción de viviendas privadas y públicas, la reordenación del tráfico en el puente sobre las vías y Kansas City e incluye la construcción de una torre de 21 plantas con espacios para oficinas, viviendas y un nuevo centro comercial. Las organizaciones denuncian que este proyecto privatiza espacio público, no incluye ni un metro cuadrado de equipamientos públicos, se ha realizado sin participación vecinal, no contempla zonas verdes para el disfrute vecinal y la reurbanización del entorno no incluye los requisitos necesarios de bioclimatización. Por otra parte, el proyecto presentado revela una falta de coordinación entre el PERI y el Plan de ampliación del tranvía, puesto que ubican en diferentes lugares el trazado y la parada final, cuestión que ha sido alegada por el Colegio de Arquitectos de Sevilla. 

Bajo los lemas Santa Justa Reurbanización Sostenible y Reinventa Sevilla, estas organizaciones quieren poner en evidencia que el PERI de Santa Justa resume algunos de los principales retos que afronta la ciudad de Sevilla para mejorar su sostenibilidad en el actual contexto de crisis climática. 

Verde urbano para enfriar Sevilla
La plaza en la que ha sido realizada la intervención, un espacio gris situado entre las vías del tren y la calle Pablo Picasso, es un ejemplo de espacio público en el que el cemento es el protagonista. De un tiempo a esta parte han proliferado plazas con pocos o inexistentes elementos de verde urbano y se vienen cementando parterres que anteriormente tenían albero o albergaban plantas de baja altura. A esto se suma la pésima gestión sobre el arbolado que diversas organizaciones vienen denunciando desde hace años. Las zonas cementadas o asfaltadas en Sevilla, alcanzan temperaturas que duplican la temperatura ambiente, generando el llamado efecto isla de calor.

El verde urbano mejora las condiciones microclimáticas de los entornos urbanos, ya que es capaz de reducir la temperatura de sus alrededores varios grados centígrados debido a la evapotranspiración que realizan los árboles y plantas, además de proporcionar sombra protegiendo de las radiaciones solares. La vegetación urbana es uno de los métodos más prácticos para enfriar las ciudades, y combatir las islas de calor, que al elevar la temperatura de la ciudad también elevan enormemente el consumo de energía a escala urbana. En el caso de Sevilla, debido a su climatología y con el incremento de temperaturas que se derivan del cambio climático, la gestión de las sombras y del fresco urbano son cuestiones de salud pública. La sombra, los espacios públicos donde refrescarse con fuentes de ocio o nebulizadores, o la revegetación de los espacios cementados, así como la instalación de sistemas urbanos de drenaje sostenible deben ser medidas que el Ayuntamiento implemente con urgencia.

Menos coches para vivir mejor
La Estación de Santa Justa debe aspirar a ser un nodo central de comunicaciones y, por tanto, las intervenciones que se realicen sobre ella deben dibujar el modelo de movilidad que se quiere impulsar en la ciudad. El PERI presentado para la estación presenta incoherencias con respecto al proyecto presentado por el Ayuntamiento. Por otra parte, la ampliación del tranvía, medida que pretende favorecer un cambio modal hacia el transporte sostenible, se ha realizado buscando no afectar a la capacidad del tráfico de vehículos privados. Prueba de ello es el túnel propuesto para la intersección de las Avenidas Ramón y Cajal y San Francisco Javier, al igual que el trazado que se plantea a lo largo de esta última avenida, en la que se antepone eliminar una hilera de 128 árboles a restar un carril para vehículos privados. 

Desde el año 2018 el sector del transporte es el principal emisor de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en España y el segundo en la Unión Europea. El peso del automóvil en el conjunto de emisiones de GEI es más relevante en las áreas urbanas, precisamente donde hay más alternativas al vehículo privado al haber más transporte público y servicios de proximidad. En Sevilla, el 40,51 % de los desplazamientos se realizan en coche según el diagnóstico del Plan de Movilidad Sostenible. Ante la actual situación de Crisis Climática, reconocida hasta por el propio Ayuntamiento, se debe dar un cambio radical al reparto modal de los desplazamientos. Así pues, el PERI debería incluir en su plan el impulso de la estación como un nodo central de la red de transportes públicos de Sevilla. Los autobuses de tránsito rápido (BTR), son líneas de autobuses que circulan por carriles reservadas con prioridad de paso en los semáforos y con carga y descarga de pasajeros por todas las puertas. Este tipo de han demostrado ser soluciones rápidas y relativamente sencillas de aplicar y mucho menos costosas, económica y ambientalmente, frente a otras soluciones que actualmente están entre las prioridades del ayuntamiento, como puede ser la ampliación de la red de metro.  

Espacio público y dotaciones sociales
Las asociaciones de la zona de Santa Justa, dentro del distrito Nervión San Pablo, llevan más de una década reclamando un incremento de dotaciones en la zona a costa de los terrenos liberados por la reestructuración del ferrocarril en los años noventa. Al oeste de las vías del ferrocarril se localizan toda una serie de barrios (San José Obrero, Tartessos, La Corza) sin apenas dotaciones fuera de las escuelas. Los terrenos liberados por el ferrocarril han sido pasto de la especulación en las últimas décadas, dirigiéndose a la construcción de vivienda libre, incrementando la densidad poblacional de la zona y el problema de la insuficiencia de dotaciones. Las asociaciones del barrio se oponen a que los últimos solares que quedan por ser urbanizados, tras una injustificable espera de 30 años, sigan la misma suerte. El Área de Reforma Interior (ARI) de Santa Justa, a pesar de que implica una gran cantidad de suelos, casi la mitad de titularidad municipal, incluye viviendas y zonas comerciales, pero ni un solo metro de suelo para dotaciones o equipamientos de proximidad.

La zona no cuenta con centro cívico, ni biblioteca, ni ninguna oficina municipal. Las instalaciones deportivas, sobre suelos municipales, están por lo general privatizadas. Tampoco hay locales para asociaciones y son varias, incluídas algunas de las participantes, las que han tenido que mudarse fuera del sector por esta causa. Dentro de la gran cantidad de suelos públicos que se van a poner en juego en el nuevo ARI de Santa Justa, es inexcusable que una parte se dirija a la provisión de dotaciones. 

Hace un año, el Comité de Regiones de la Unión Europea, designó a Juan Espadas como ponente del dictamen para definir nueva estrategia de ciudades sostenibles europeas. Un documento que pretende fijar estrategias sostenibles en materia de movilidad, urbanismo, protección del medio ambiente, consolidación de espacios públicos de calidad, entre otras. Las organizaciones participantes consideran una contradicción que la ciudad cuyo representante lidera este proceso, tenga hoy día tantas carencias. 

Los alcaldes y alcaldesas son directamente responsables ante su ciudadanía por sus decisiones y pueden tomar medidas decisivas de forma ágil, con resultados inmediatos e impactantes. En el contexto de emergencia climática y sanitaria en el que nos encontramos, es crucial que Sevilla se convierta definitivamente en un ejemplo a seguir y deje de estar a la cola tanto en aspectos sociales como medioambientales.