Greenpeace y Mesa de la Ría documentan vertidos a la ría de Huelva desde las balsas de fosfoyesos tras el temporal Enma
- Imágenes exclusivas muestran graves fallos en la seguridad y control de las balsas, de las que se encarga Fertiberia, empresa responsable de los vertidos
- Las balsas de fosfoyesos de Huelva contienen 120 millones de toneladas de residuos industriales tóxicos y radiactivos
- Futuras tormentas, la subida del nivel del mar y el incumplimiento de la Ley de Costas podrían provocar vertidos tóxicos graves en el río Tinto y en el mar
Madrid, 12 de marzo de 2018-. Greenpeace y la Asociación Mesa de la Ría de Huelva han recogido imágenes exclusivas que documentan cómo tras el paso del temporal “Enma” se siguen produciendo vertidos tóxicos sólidos y líquidos al río Tinto desde las balsas de fosfoyesos situadas a escasos 500 metros de algunos barrios de la ciudad. Las imágenes fueron tomadas el pasado sábado 10 de marzo. Estas balsas contienen al menos 120 millones de toneladas de residuos industriales tóxicos, peligrosos y radiactivos, como ya denunció la Unión Europea en 2010.
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A pesar de que la actividad se paralizó en 2011 gracias a la protesta de organizaciones ecologistas y vecinales, estas imágenes prueban que todavía se siguen produciendo vertidos. Esto muestra graves fallos en la seguridad y el control de las balsas, de las que se encarga la empresa responsable de los vertidos, Fertiberia, que vuelve a incumplir sus obligaciones y sigue permitiendo que sus residuos afecten al medio ambiente, con graves consecuencias para la salud de la ciudadanía y a los ecosistemas de la zona.
“De nuevo la realidad nos sitúa ante lo que podría ser una catástrofe anunciada. Un gran vertido tóxico a la ría de Huelva podría producirse en cualquier momento. ¿Hasta cuándo y quién más debe dictaminar que nos encontramos ante el mayor caso de contaminación industrial de Europa para tomar medidas?“, ha declarado Julio Barea responsable de campaña de Greenpeace.
Esta situación pone en entredicho, así, el proyecto de restauración presentado por Fertiberia y cuya autorización aún está en manos del Gobierno central. El objetivo de dicho proyecto es cubrir con una capa de tierra sus residuos tóxicos, peligrosos y radiactivos para salir del paso y no hacer frente así a una descontaminación integral de la zona. Este plan ha sido avalado en declaraciones por la propia ministra de Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, quien en su etapa anterior a la política fue directiva de Fertiberia.
Greenpeace y la Asociación Mesa de la Ría han criticado el proyecto en numerosas ocasiones, precisamente por las evidencias que existen de que, ante cualquier temporal y/o subida del nivel del mar producido por el cambio climático, este no garantiza en absoluto la estabilidad y confinamiento de los millones de toneladas de tóxico depositadas en las marismas del río Tinto. Además, vulnera flagrantemente el artículo 76 de la Ley de Costas, que obliga “a adoptar las medidas requeridas por la administración de adaptación a la subida del nivel del mar, los cambios en la dirección del oleaje u otros efectos del cambio climático”. La ocupación de las servidumbres públicas que recupera el mar temporal tras temporal fue ignorada en el plan de tapado de los residuos, ya que no se evaluó en el proyecto de restauración de las balsas.
“El proyecto de Fertiberia no aporta el preceptivo estudio, sobre adaptación a la subida del nivel del mar, los cambios en la dirección del oleaje u otros efectos del cambio climático, por lo que incumple y vulnera la Ley de Costas del propio Ministerio, motivo por el cual la ministra Tejerina debía haber denegado la DIA hace un año cuando la asociación presentó esta alegacion como número uno”, ha declarado Aurelio González Peris, presidente de la Asociación Mesa de la Ría de Huelva.
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