La COP16 sobre Biodiversidad de la ONU lanza el Fondo Cali y finaliza con un acuerdo sobre financiación para la biodiversidad
Anoche terminaron tres días de negociaciones en el marco de la COP16 para la biodiversidad, con muchos momentos de tensión. Pero Greenpeace celebra que, finalmente, se hayan concretado acuerdos importantes para la protección de la biodiversidad a nivel mundial.
Las buenas noticias:
- Se ha aprobado la creación de una arquitectura financiera para la biodiversidad. El acuerdo firmado anoche establece una hoja de ruta hasta la COP19, en 2030, para cerrar la brecha de financiación de 700.000 millones de dólares y desarrollar un mecanismo financiero preparado para el futuro, capaz de gestionar instrumentos financieros existentes y nuevos. (Esos 700.000 millones de dólares es la cifra global identificada como necesidad para la protección global de la biodiversidad. De esos, 500.000 son necesarios sólo para pasar de subsidios de actividades que destruyen la naturaleza a actividades de protección de la biodiversidad). En esta cumbre 200.000 millones han sido acordados y, de esos, 20.000 se han comprometido de fondos públicos para 2030.
- Otro gran logro es concretar las contribuciones al Fondo Cali por parte de las grandes farmacéuticas y agroindustriales, que deberían aportar al menos el 1 % de sus ingresos. Este fondo se creó en Cali como mecanismo global destinado a recaudar recursos económicos provenientes del uso de los recursos genéticos por parte de industrias como la farmacéutica, agrícola y biotecnológica.
- También se concreta que es fundamental eliminar los subsidios que dañan la naturaleza y establecer nuevas formas de financiación que sean transparentes, equitativas y justas.
Los retos:
- Hacer efectivo ese mecanismo con dinero sobre la mesa de los distintos gobiernos para garantizar 20.000 millones de dólares a partir de 2025 y 30.000 millones adicionales a partir de 2030, procedentes de fuentes públicas, para mantener la confianza en la implementación del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal.
- Asegurar el acceso directo a financiación para los pueblos indígenas y las comunidades locales.
- Implementar de forma justa, equitativa e inclusiva el Fondo Cali.
- Identificar e inventariar aquellas actividades perjudiciales para el medioambiente y redirigir ese dinero para su protección.
Laura Caicedo, delegada de Greenpeace en Roma, declaró: “En un contexto político global desafiante, el acuerdo alcanzado en Roma demuestra que el mensaje ‘sin financiación no hay protección’ ha llegado a la mesa de negociación. Ahora es crucial que los países cumplan sus compromisos y traduzcan las decisiones de esta cumbre en financiación real para proteger la biodiversidad en América Latina y en todo el mundo. Este avance enviaría una señal positiva de cara a la COP30 en Brasil. La crisis actual exige acción, no promesas. La movilización efectiva de estos recursos es esencial para enfrentar los desafíos ambientales con soluciones reales”.
En ese sentido, el Gobierno de España ha sido uno de los países que sí ha contribuido pero no lo suficiente. En el informe ¿Una parte justa de la financiación para la biodiversidad? se analizó la contribución de los países (no todos habían contribuido) y la de España pasaba en un primer informe de la categoría “roja” a la “naranja”.
“El Gobierno de España ha dado pasos importantes para financiar la protección de la biodiversidad. De manera que esperamos que sigan aumentando la contribución hasta alcanzar los compromisos adquiridos. Nos va la vida en ello”, explica Mónica Parrilla de Diego, responsable de campañas en el área de biodiversidad de Greenpeace España.