Greenpeace: Presentación del informe ‘Crisis a toda costa’

La costa andaluza en riesgo: empezaremos a perder playas en los próximos diez años

23-07-2024

  • Almería, Málaga, Huelva y, especialmente, Cádiz sufrirán retrocesos importantes en la costa pero se siguen diseñando insostenibles proyectos turísticos (no en vano es la región con más alquileres turísticos de toda Europa según Eurostat)
  • Greenpeace presenta hoy un informe que repasa los principales riesgos en Andalucía y el resto de comunidades del litoral: destruir la costa es exponer a millones de residentes
  • La subida del nivel del mar, el aumento de la temperatura marina, la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos y la turistificación masiva, principales causas de peligro

 

Sevilla, 23 de julio de 2024.– Greenpeace presenta hoy el informe Crisis a Toda Costa 2024. Análisis de la situación del litoral ante los riesgos de la emergencia climática, donde realiza una radiografía del estado de los más de 8.000 km de costa española ante las amenazas que vienen.

Riesgos en el litoral

No hay región costera, y Andalucía no es una excepción, que no esté expuesta a riesgos por exceso de urbanización e infraestructuras, contaminación, la construcción de barreras artificiales (como diques, espigones, paseos marítimos o puertos deportivos), el despilfarro de recursos naturales y el encauzamiento, soterramiento y desvíos de cauces fluviales. Todas estas actuaciones han provocado desequilibrios que se traducen en el retroceso y la pérdida de las playas, y con ellas, su función de barrera protectora, lo que supone un riesgo para millones de personas residentes en el litoral. La turistificación es otra mala práctica que está acosando muchas ciudades españolas, especialmente del litoral, como Sevilla, Málaga, Barcelona, Palma o Valencia.

A estas malas prácticas hay que sumar las debidas específicamente al cambio climático: la subida del nivel del mar, el aumento en frecuencia e intensidad de los eventos meteorológicos extremos (como olas de calor, sequía, lluvias torrenciales, temporales, huracanes, incendios e inundaciones), el incremento constante de la temperatura de mares y océanos y la pérdida de oxígeno disuelto en el agua, que dispara de forma exponencial los riesgos.

Andalucía

Almería, Málaga, Huelva y, especialmente, Cádiz sufrirán retrocesos importantes en la costa. Por ejemplo, se prevé una subida del mar de 45 cm para 2090, lo que significa que el mar habrá entrado unos 45 metros más que ahora, con el impacto que eso supondrá en la zona. 

La costa andaluza sigue prisionera del viejo y erróneo modelo basado en urbanizaciones turísticas, campos de golf y hoteles. La lista de los peores proyectos es larga:

  • Cádiz. El restaurante en el Faro de Trafalgar, en una playa virgen que pierde la magia de no tener actividades de explotación urbanística, privatiza un espacio público único que pierde la garantía de patrimonio público. En Tarifa, los planes urbanizadores del ayuntamiento aumentarían en un 450% el suelo urbanizable. A pesar de la jurisprudencia del Tribunal Supremo y del Constitucional, tanto el Ayuntamiento y la Junta siguen con su intención de mantener los suelos como urbanizables 
  • Málaga: En Marbella se han planteado grandes proyectos en su último tramo sin urbanizar como el proyecto del Hotel W de 5 estrellas (actualmente suspendido debido a las carencias de su documentación técnica); el  proyecto Siete Revueltas Resort en zona identificada como inundable; el proyecto El Lago Club.  En Mijas, el proyecto Valle de Golf Resort sería el campo de golf número 13 de la localidad, lindando con espacios protegidos. 
  • Almería. En Carboneras, el hotel ilegal de El Algarrobico (Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar), tras casi dos décadas y casi 50 pronunciamientos judiciales que sentencian su ilegalidad, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía sigue pidiendo al Ayuntamiento de Carboneras que ejecute las sentencias que le obligan a declarar el suelo como no urbanizable. El hotel en la Bahía de Los Genoveses supondrá una presión sin precedentes en una de las playas mejor conservadas de Andalucía donde solo están permitidos los cultivos agrícolas tradicionales, actividades forestales, cinegéticas y actividades e instalaciones de uso público y educación ambiental. En Mojácar, el Macenas Mediterranean Resort recupera un proyecto que no terminó de construirse debido a la crisis para construir un campo de golf, hotel y viviendas en la playa de Macenas. 

Los beneficios procedentes del sector turístico son la excusa perfecta para permitir el deterioro de la naturaleza y la turistificación de las ciudades y costas andaluzas. Andalucía es actualmente la región con más alquileres turísticos de toda Europa según Eurostat y cuya regulación no se ha producido hasta que su cifra ha sobrepasado los 117.000 viviendas turísticas. Las consecuencias son claras: disminución de viviendas para el alquiler de larga duración, incremento de precios de los alquileres, pérdida de población en centros históricos y en poblaciones costeras, gentrificación y deterioro de los espacios naturales. A ello hay que sumar que los beneficios para quienes habitan las ciudades cada vez están menos repartidos y que los sueldos en el sector turístico están por debajo de la media nacional, especialmente en Andalucía, que ocupa el último lugar según los datos del INE.

La costa andaluza presenta zonas que ya están gravemente afectadas por la erosión, especialmente en Málaga. Allí el tramo entre el parador Málaga Golf y la barriada de Guadalmar está en situación de regresión grave, especialmente en la zona del Arraijanal. En situación similar se encuentra un tramo de un kilómetro en la desembocadura del río Vélez en Vélez-Málaga (1). 

Durante décadas hemos deformado la costa a nuestro antojo, pero eso ya no funciona más. Ya no llegamos a anticiparnos al problema, porque ya está aquí, pero las soluciones tienen que ponerse en marcha con urgencia. Todo retraso resultará en mayores costes económicos y humanos”, explica María José Caballero, responsable de Costas en Greenpeace España.

Soluciones para la costa

Es urgente hacer frente a estos riesgos. Tan sólo con una reducción moderada de las emisiones de gases de efecto invernadero se podría evitar el 40% del retroceso de las playas de todo el mundo. Las soluciones han de ser locales, porque cada tramo de litoral tiene características propias, pero deben ser acordadas por las administraciones y participadas por la ciudadanía de forma urgente. Proteger y conservar las playas supondría un beneficio 150 veces superior a dejar que sigan deteriorándose.

La costa nos protege de los eventos meteorológicos extremos y la subida del nivel del mar provocados por el cambio climático, pero seguimos maltratándola. La pérdida de sus características naturales tiene que revertirse para que pueda protegernos”, explica Caballero.

Para revertir la situación actual, resulta imprescindible:

  1. Aplicar políticas ambiciosas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y normativas de adaptación y protección de la costa de acuerdo con lo que marca la ciencia.
  2. Devolver la calidad ambiental a los espacios costeros para tener sistemas naturales estables que protejan de los peores riesgos.
  3. Acabar con la contaminación que empobrece la calidad de las aguas y nos supone el pago de cuantiosas multas a la Unión Europea.
  4. Poner coto a la turistificación masiva a través de medidas como la limitación de vuelos y cruceros, el establecimiento de tasas por pernocta que repercutan en la mejora de los servicios públicos y la regeneración de ecosistemas o la limitación de alojamientos turísticos y la participación ciudadana en la planificación turística.
  5. Introducir las previsiones sobre el cambio climático en la planificación urbanística y de infraestructuras. 
  6. Impedir la construcción de infraestructuras y la urbanización que generen barreras artificiales que hacen de pantalla e impiden que la arena se deposite en las playas y aumentan la virulencia de los temporales marinos.
  7. Conservar y facilitar la expansión hacia el interior de marismas y humedales (son grandes disipadores de la energía del mar y, por tanto, muy buenos aliados en la protección). Prohibir proyectos en estas zonas y retirar las que existan.
  8. Revisar los deslindes (la delimitación) que determinan el dominio público marítimo-terrestre (100 metros en zona no urbanizable y 20 en zonas urbanizables),  que constituye la zona mínima de protección frente a DANAS, temporales y la subida del nivel del mar.
  9. Recuperar las zonas inundables. En España, las inundaciones son, después de las olas de calor, el segundo fenómeno natural que más muertes provoca. Liberarlas de construcciones (su presencia aumenta exponencialmente los daños y riesgos) y recuperar los cauces naturales de ríos y avenidas.

Promover la investigación científica de las afecciones provocadas tanto por las barreras artificiales como por el cambio climático en los ecosistemas, las especies marinas y la salud de las personas.


Notas

[1] El Reglamento de la Ley de Costas estipula que hay regresión grave cuando la costa retrocede al menos cinco metros durante cinco años, llegando hasta los 7,26 m en la zona del Arraijanal


¡ Comparte !