SLAPP CONTRA GREENPEACE RUMANIA

La empresa Romgaz retira la solicitud de disolución de Greenpeace en Rumania: “Se dieron cuenta de que iban a perder”

12-06-2025

Bucarest, 11 de junio de 2025 – El 16 de mayo, Greenpeace Rumanía se enteró por medio de la prensa y de publicaciones en redes sociales del propio ministro de Energía que la empresa estatal Romgaz había iniciado acciones legales para disolver la organización. Esta medida extrema se produce como represalia por los esfuerzos de Greenpeace Rumanía para impugnar el proyecto de extracción de gas en el Mar Negro, Neptun Deep, y marca una preocupante intensificación en los intentos de silenciar la defensa ambiental en Rumanía.

La demanda era claramente una SLAPP (Strategic Lawsuit Against Public Participation), una demanda abusiva destinada a intimidar y desacreditar. Carecía por completo de fundamentos jurídicos y contenía múltiples acusaciones infundadas, entre ellas la afirmación de que Greenpeace no había cubierto ciertos costes judiciales relacionados con nuestros casos contra Neptun Deep. Esta acusación es rotundamente falsa, ya que nunca se nos solicitó oficialmente —ni siquiera de forma informal— el pago de dichos costes.

El 11 de junio durante la primera audiencia del caso que buscaba la disolución de Greenpeace Rumanía, la empresa Romgaz presentó una solicitud para retirar su demanda. Greenpeace Rumanía se opuso a dicha retirada, buscando continuar con el proceso judicial para obtener una sentencia clara que desmantelara las graves acusaciones formuladas por la empresa, acusaciones hechas con el propósito de intimidar y desacreditar. No obstante, el tribunal aprobó la solicitud y ordenó a Romgaz pagar los gastos judiciales por un monto de 10.950 lei (aproximadamente 2.178 euros) a Greenpeace Rumanía.

“Es absolutamente indignante cómo Romgaz está utilizando el sistema judicial rumano como una herramienta de intimidación y abuso. Se dieron cuenta de que iban a perder con seguridad y ahora pretenden actuar de buena fe. Nada más lejos de la verdad. Hicieron acusaciones públicas graves, mintieron y difundieron desinformación, y ahora quieren marcharse sin consecuencias. Para nosotros está más claro que nunca que nuestra lucha no es solo contra un proyecto tóxico que amenaza nuestro futuro, sino contra empresas e instituciones que quieren silenciar a los ciudadanos y organizaciones que se interponen en su camino. Ya es hora de que estas tácticas irresponsables y abusivas rindan cuentas” , ha declarado Elena Ionescu, directora ejecutiva de Greenpeace Rumanía.

El 14 de mayo, Romgaz Black Sea Limited Nassau (Bahamas) presentó una solicitud para disolver Greenpeace Rumanía, haciendo acusaciones graves y sin fundamento, incluyendo que la ONG operaba como una “organización fachada” y que estaba en insolvencia. Greenpeace Rumanía rechazó públicamente estas afirmaciones, destacando que ha operado legalmente y en defensa del medio ambiente de Rumanía desde 2007.

“Solicitamos al tribunal que sancionara al demandante por presentar una demanda de mala fe. Pudieron ver nuestros argumentos en el expediente electrónico y se dieron cuenta de que no tenían ninguna posibilidad de ganar y corrían el riesgo de ser sancionados. Es probable que por eso recurrieran a este tipo de maniobra”, declara Cristinel Buzatu, asesor legal de Greenpeace en la demanda presentada por Romgaz.


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