En mitad de la COP29, que termina el 22 de noviembre

La falta de voluntad política frena los avances de la COP29, aunque todavía hay ‘esperanza climática’

16-11-2024

En medio de tensiones geopolíticas, se ha avanzado lentamente en la primera semana de negociaciones de la COP29 y ahora los ministros deben salir del punto muerto en el que se encuentra la financiación de la lucha contra el cambio climático.

Pedro Zorrilla Miras, representante de Greenpeace España en la COP29, ha declarado: “Los vientos geopolíticos en contra lo han puesto difícil, pero el verdadero obstáculo es la falta de voluntad política en Bakú. Las repetidas inundaciones en España, con consecuencias catastróficas y trágicas para miles de familias, los múltiples tifones que azotan Filipinas y los huracanes recurrentes en América (esta semana en Colombia) señalan la urgencia de actuar. La crisis climática está avanzando mucho más rápido que los compromisos políticos y los ministros deben ser conscientes de esta realidad. El cambio climático está adelantando a los Gobiernos: tienen que despertar y mostrar un compromiso que multiplique los esfuerzos hechos hasta ahora”.

“Pero hay esperanza. El multilateralismo es nuestra mejor baza para resolver esta crisis y el mundo se reúne anualmente para encontrar puntos en común. ¿Estarán los y las líderes a la altura de las circunstancias o se esconderán detrás de malas excusas? Los países desarrollados deben dar un paso adelante ahora con compromisos serios de financiación para el clima. A lo largo de la COP28 y esta COP29, diferentes líderes mundiales han hablado de la necesidad de acabar con los combustibles fósiles y de introducir nuevos mecanismos para que la industria fósil contribuya con parte de los beneficios que están obteniendo para poder pagar la financiación climática mundial. Entre ellos, Mía Mottley, primera ministra de Barbados; Ali Mohamed, enviado especial para el cambio climático de Kenia; Susana Muhamad, ministra colombiana de medio ambiente, o incluso Wopke Hoekstra, comisario europeo de cambio climático. Pero también el año pasado la ministra Teresa Ribera, y este año el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han invocado el principio de «quien contamina paga», para que la industria fósil y otros grandes contaminadores contribuyan.

La acción climática tiene dos partes: la financiación y la mitigación (reducir las emisiones). Estamos en un punto crucial y esta es la COP crucial para los próximos años en la que este objetivo de financiación tiene que concretarse. Por eso España y Europa tienen, además de una gran responsabilidad, la posibilidad de asumir un papel clave liderando la propuesta de soluciones a la crisis climática y evitando aprobar falsas soluciones. La semana que viene es el momento de llevar a la práctica esas palabras, algo que a lo largo de esta semana no se ha visto”.

Jasper Inventor, Jefe de la Delegación de Greenpeace en la COP29, añade: “Greenpeace pide un acuerdo que desbloquee billones de dólares para mitigación, adaptación y pérdidas y daños. Los ministros deben salir de Bakú con un paquete financiero inteligente que financie acciones climáticas ambiciosas y proporcione el apoyo financiero público que necesitan desesperadamente quienes están en primera línea de esta crisis”.

“Es hora de que las empresas de combustibles fósiles paguen sus deudas por la implacable destrucción que están causando. La financiación de la lucha contra el cambio climático debe sustentarse en mecanismos que hagan pagar a los contaminadores por los daños que sus productos han infligido a las comunidades y ecosistemas de todo el planeta”.

“La historia juzgará el valor demostrado en esta COP y hasta qué punto los Gobiernos y líderes han sido capaces de superar las limitaciones que existen. La segunda semana en Bakú debe aportar esperanza, acciones decisivas y los ambiciosos resultados que la gente de todo el mundo está exigiendo”.

Carolina Pasquali, directora ejecutiva de Greenpeace Brasil, ha declarado: “Esperamos que los líderes del G20 que se reunirán en Río de Janeiro la semana que viene den un fuerte golpe de timón para establecer la ambición de lo que debe lograrse en Bakú: un sólido paquete financiero con dinero para adaptación, mitigación y también para pérdidas y daños. Brasil, como anfitrión del G20, tiene la oportunidad de alzarse como líder climático mundial impulsando acuerdos en el G20 que puedan complementar las negociaciones de la COP29”.

En palabras de Zhe Yao, asesor de Política Global de Greenpeace Asia Oriental: “China y su socio climático desde hace mucho tiempo, la UE, junto con otros países clave, están en posición de asegurar al mundo que la acción climática continuará asumiendo un claro papel de liderazgo. La acción climática nacional de China, sobrealimentada por su industria de tecnologías limpias, es ya imparable”.

“También podemos esperar un aumento de la financiación y los recursos de China para apoyar a otros países en desarrollo, independientemente del resultado de las negociaciones del NCQG”.

“Ha sido alentador ver a China responder a las preocupaciones sobre la transparencia de su financiación climática. Esto nos acerca a un terreno común sobre el nuevo objetivo de financiación. Además de seguir mejorando la transparencia y la presentación de informes, el apoyo financiero de China podría abordar mejor las crecientes necesidades de adaptación y resiliencia de los países del sur global”.


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