La justicia europea falla en contra de Bayer y Syngenta que recurrieron la prohibición parcial de tres neonicotinoides
- La sentencia del Tribunal de la UE sobre los insecticidas peligrosos para las abejas confirma que la protección de las personas y el medio ambiente está por encima de los intereses económicos
El Tribunal General de la Unión Europea ha dictaminado que la Comisión Europea tenía razón al imponer restricciones al uso de tres insecticidas neonicotinoides peligrosos para las abejas: imidacloprid, clotianidina y tiametoxam.
El tribunal confirmó las restricciones de 2013 sobre los tres insecticidas, rechazando sendas alegaciones legales de Bayer y Syngenta, fabricantes del imidacloprid y clotianidina y tiametoxam respectivamente. En su comunicado de prensa, el tribunal afirma que el principio de precaución de la Unión Europea «da prioridad a los requisitos relativos a la protección de la salud pública, la seguridad y el medio ambiente sobre los intereses económicos».
Greenpeace intervino en los casos de Bayer y Syngenta para proporcionar pruebas y argumentos legales en apoyo de las restricciones.
La asesora de Política Alimentaria de Greenpeace, Franziska Achterberg, ha señalado que «el fallo establece las prioridades de la UE: su principal deber es proteger a las personas y al medio ambiente, no a los intereses económicos de las empresas. Es una condena contra el acoso corporativo que debería impulsar a la Comisión a actuar sobre otros plaguicidas peligrosos sin temor a ser cuestionados en los tribunales «.
Las investigaciones indican que muchos otros plaguicidas son una amenaza para las abejas y otros insectos beneficiosos, incluidos cuatro neonicotinoides actualmente autorizados en la UE (acetamiprid, tiacloprid, sulfoxaflor y flupyradifurona) y otros insecticidas, como el cipermetrin, el deltametrin y el clorpirifos.
Si no se abordan los peligros de otros productos tóxicos para las abejas podría significar que en la agricultura simplemente se reemplacen los productos químicos prohibidos con otros químicos permitidos que pueden ser igual de dañinos, ha advertido Greenpeace. Para evitar esto, la UE debe:
- Prohibir todos los neonicotinoides, como Francia pretende hacer [1];
- Aplicar los mismos estrictos estándares de evaluación de riesgo a todos los plaguicidas [2];
- Reducir drásticamente el uso de plaguicidas sintéticos y apoyar la transición a la agricultura ecológica.
Se espera que los productores de estos insecticidas apelen la decisión.
Notas
[1] Los neonicotinoides estarán prohibidos en Francia a partir del 1 de septiembre de 2018, con ciertos usos permitidos hasta el 1 de julio de 2020. La prohibición abarca los tres productos químicos ya restringidos a nivel de la UE, así como el acetamiprid y el tiacloprid. También puede incluir el sulfoxaflor y la flupyradifurona, según el resultado de las discusiones en curso.
[2] La EFSA ha aplicado un enfoque más integral en sus últimas evaluaciones de los riesgos que los productos químicos representan para las abejas. La Comisión ha propuesto utilizar este método para todas las evaluaciones de riesgo de plaguicidas, pero los gobiernos europeos aún tienen que ponerse de acuerdo.