La macrogranja de Caparroso y el proyecto de la empresa para Noviercas llegan a Bruselas
- Alnus Marcilla, Asociación Hacendera, Compañía de las 3Rs, Greenpeace, Kaparrotsuko Gazte Asanblada y vecinos de Caparroso, Marcilla y Villafranca se reúnen hoy con la eurodiputada Idoia Villanueva en Caparroso para conocer el impacto de la macrogranja navarra
- Villanueva se ha comprometido a hacer llegar a la Comisión Europea la situación, tanto de la macrogranja como del proyecto que la empresa Valle de Odieta tiene para Noviercas (Soria), con el fin de exigir acciones
- La empresa recibió en 2019 más de 600.000 € de ayudas de la Política Agraria Común (PAC)
- Esta semana Greenpeace envió alegaciones al proyecto de Real Decreto sobre contaminación del agua por nitratos, que podrían suponer un cepo a este tipo de industrias
La eurodiputada Idoia Villanueva Ruiz (Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica,GUE/NGL) se ha reunido hoy frente a la macrogranja que la empresa Valle de Odieta tiene en Caparroso (Navarra) con las organizaciones ecologistas Alnus Marcilla, Asociación Hacendera, Compañía de las 3Rs, Greenpeace, Kaparrotsuko Gazte Asanblada y vecinos de Caparroso, Marcilla y Villafranca.
Ante las denuncias de Greenpeace por las reiteradas malas prácticas de la empresa Valle de Odieta, y su intención de construir otra macrogranja casi cinco veces más grande en Noviercas (Soria), que explotaría 23.250 vacas, Villanueva quiere abrir un proceso en el Parlamento Europeo para dilucidar si se están vulnerando los compromisos ambientales de la Unión Europea.
Las organizaciones ecologistas han expresado su enorme preocupación ante el comportamiento delictivo de esta empresa y sus últimos vertidos, que han provocado graves daños ambientales, así como ante la autorización de ampliación de la explotación a 7.200 vacas, concedida por el Gobierno de Navarra el pasado 12 de marzo. Esta mañana se ha efectuado una visita guiada para que la eurodiputada pudiera ver con sus propios ojos en qué consiste una macrogranja de estas características y parte de los daños ambientales que provoca. Otros, como la emisión de gases de efecto invernadero o amoníaco, no son visibles.
“Había visto en fotos una macrogranja, pero no era capaz de imaginar que fuera así. Este no es el modelo de ganadería del que España, ni la Unión Europea, se puede enorgullecer, ni es compatible con el pacto verde europeo ni con el mundo rural vivo al que aspiramos”, ha declarado Villanueva. “Por eso, me comprometo con las organizaciones ecologistas a hacer llegar lo que está ocurriendo en España, y en particular en Caparroso, a la Comisión Europea y exigir explicaciones sobre las concesiones dadas en política agraria común a estas explotaciones y sobre las consecuencias que tendrán en la vulneración de directivas como la de nitratos, calidad del agua y protección del suelo”, ha concluido.
Algunos datos relevantes sobre la macrogranja de Caparroso, el proyecto para Noviercas y la empresa Valle de Odieta S.C.L:
- Acumula 19 denuncias de diversos organismos públicos del Gobierno de Navarra, que han supuesto 11 procedimientos sancionadores por diversas infracciones a la normativa medioambiental y que han dado incluso lugar a sanciones con multa.
- En 2019 ha percibido un total de 614.304,17 € como ayudas de la Política Agraria Común (PAC), siendo una parte importante como «Pago para prácticas agrícolas beneficiosas para el clima y el medio ambiente».
- Con la ampliación a 7.200 vacas, la explotación de Caparroso generaría 148.858 toneladas anuales de estiércoles, lo equivalente a los residuos fecales generados por casi 1,8 millones de personas, el triple de la población de Navarra. La de Noviercas, con sus 23.520 vacas, generaría 368.000 toneladas de excrementos al año, lo equivalente a 4,4 millones de personas, más de lo que genera una ciudad como Madrid.
- La ampliación de Caparroso generaría cerca de 215.325 toneladas de CO2 equivalente al año y la de Noviercas cerca de 574.200 toneladas, lo mismo que emiten unos 40.000 y 120.000 coches circulando en un año, respectivamente.
“Estamos inmersos en una emergencia climática y España tiene un expediente sancionador por incumplimiento de la Directiva de Nitratos europea. Las personas reclaman cada vez más que se garantice el bienestar animal. Es inconcebible que se sigan planteando este tipo de proyectos faraónicos y con un elevado impacto ambiental y, más aún, que las administraciones les den vía verde”, ha afirmado Luís Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace España. “Como las autoridades españolas están siendo cómplices de este destructivo modelo, y no tienen el valor para frenarlo, no tenemos más remedio que apelar a Bruselas”, ha concluido Ferreirim.
Si no abandonamos la ganadería industrial será imposible cumplir el Acuerdo de París, la Directiva de Nitratos, los umbrales de emisión de amoniaco, garantizar el bienestar animal, cumplir con las estrategias europeas de biodiversidad y de “La granja a la mesa” o frenar el despoblamiento rural.
Por este motivo, y ante el proyecto de modificación del Real Decreto 261/1996 sobre protección de las aguas contra la contaminación difusa producida por los nitratos procedentes de fuentes agrarias, Greenpeace envió esta semana sus alegaciones a este proyecto de Real Decreto. El agua es una cuestión que va a ser determinante en el futuro y el momento de evitar la que podría ser la próxima crisis, la del agua, es ahora y por ello las alegaciones de organización ecologista exigen que se dote de mayor ambición esta futura legislación.
Greenpeace puso también en marcha una petición de firmas que, en poco más de un mes, ya ha recogido más de 85.000 firmas. La organización tiene el objetivo de alcanzar las 100.000 firmas para demandar, en una primera fase, al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico una legislación sobre nitratos que permita frenar el avance de la ganadería industrial.