La Plataforma Navarra contra las Macrogranjas pide al Gobierno regional que haga cumplir la ley a Valle de Odieta

23-12-2022

  • Pese a las advertencias del Gobierno de Navarra, la empresa sigue utilizando indebidamente el término “biogranja” para referirse a sus explotaciones ganaderas
  • La empresa ha solicitado una ampliación de su macrogranja de Caparroso, lo que la haría casi 12 veces mayor de lo que marca la futura legislación para el sector, que el Gobierno español está a punto de aprobar

La cooperativa Valle de Odieta S.C.L. sigue utilizando el término “biogranja” para referirse a sus explotaciones de vacuno, tanto para la que está en funcionamiento en Caparroso (Navarra) como para el proyecto que tiene para construir en Noviercas (Soria), a pesar de que el Gobierno de Navarra ya advirtió a la empresa, hace más de un año, que este uso es indebido y que solo está permitido para granjas que cumplan la legislación europea de producción ecológica, algo que, claramente, no es el caso.

Por otro lado, y aún más grave, la empresa acaba de solicitar una ampliación de su instalación de Caparroso para poder alcanzar una capacidad máxima de 9.678,80 Unidades de Ganado Mayor -UGM- (7.900 vacas de leche + 2.172 terneras menores de 1 año + 1.300 novillas). Esto es lo que consta en el “Estudio de impacto ambiental de modificación sustancial de autorización ambiental integrada de explotación de ganado vacuno de leche y planta de biometanización de residuos orgánicos en Caparroso (Navarra)”, enviado la semana pasada a Greenpeace, una de las organizaciones que es parte de la Plataforma Navarra contra las Macrogranjas, por el Gobierno de Navarra, y que se encuentra actualmente en la “fase preceptiva de evaluación de impacto ambiental ordinaria”. Según este mismo estudio, esta ampliación supondría un incremento del 22,52% de las UGM de la instalación.

Con la capacidad actual, esta macrogranja ya se encuentra muy por encima de la capacidad máxima estipulada en el futuro “Real Decreto por el que se establecen normas básicas de ordenación de las granjas bovinas”: 850 UGM. De permitirse esta ampliación, la explotación pasaría a tener una capacidad máxima de casi 12 veces más de lo establecido en la futura legislación. De acuerdo con información enviada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), promotor de este Real Decreto, directamente a Greenpeace, el texto está solo a la espera de ser llevado a Consejo de Ministros para su aprobación, pues ya ha completado todos los trámites previos, incluido el informe favorable del Consejo de Estado. El MAPA espera que el Real Decreto pueda ser aprobado aún antes del final del año o, como muy tarde, en el inicio de 2023.

La aprobación de este Real Decreto sería el final definitivo para el proyecto de macrogranja de Noviercas (23.520 vacas) y, tal vez por eso, la empresa Valle de Odieta solicita ahora esta ampliación de la explotación industrial de Caparroso. Sin embargo, incluso esta ampliación puede que no sea legítima, ya que la futura legislación lo impediría también, puesto que se aplica incluso a ampliaciones de las explotaciones actualmente en funcionamiento.

Ante el considerable número de expedientes sancionadores que acumula la macrogranja de Caparroso, y por tener abierto un proceso en el juzgado por las posibles afecciones medioambientales por la incorrecta aplicación del digestato de la vaquería, la Plataforma Navarra contra las Macrogranjas pide al Gobierno foral mano dura contra la cooperativa Valle de Odieta S.C.L. y que tomen las medidas oportunas para que la empresa deje definitivamente de utilizar el término “biogranja” para referirse a sus macrogranjas y que no autorice la actual solicitud de ampliación. Para ello, en esta fase preliminar, y como parte interesada, Greenpeace enviará sus alegaciones.

Por último, la Plataforma pide también al Gobierno de Navarra que ponga en marcha, de forma inmediata, una moratoria a la ganadería industrial de, al menos, cinco años y sin excepciones: ni explotaciones nuevas ni ampliaciones de las existentes. De la misma forma, pide que se desarrolle un plan para reducir gradualmente la cabaña ganadera en intensivo hasta alcanzar un 50% menos en 2030 y que se fomente la “dieta de salud planetaria”, a través de la compra pública y otros mecanismos.


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