La producción de carne y soja impulsa la deforestación y amenaza la supervivencia de los pueblos indígenas en Brasil
- El último monitoreo sobre el estado brasileño de Rondònia ha detectado 850 hectáreas de deforestación ilegal solo en los últimos doce meses
- La UE y otros mercados internacionales son cómplices de este desastre al consumir soja y carne sin criterios sólidos de sostenibilidad
Según nuevas informaciones e imágenes aéreas del monitoreo forestal [1] realizados por Greenpeace Brasil, el Pueblo Indígena Karipuna y la ONG brasileña Consejo Indígena Misionero (CIMI), han puesto en evidencia la nueva ola de destrucción forestal en la Tierra Indígena Karipuna en el Estado de Rondônia, Brasil. La deforestación está transformando la selva tropical en pastos para el ganado y allana el camino para la expansión del cultivo de soja en anteriores superficies ocupadas por pastos. El monitoreo ha detectado 850 hectáreas de deforestación ilegal en los últimos doce meses dentro del territorio Karipuna [2]. La apropiación masiva de tierras y la destrucción a gran escala de la selva tropical protegida está poniendo en riesgo la supervivencia de este pueblo indígena.
Adriano Karipuna, líder del Pueblo Indígena Karipuna, ha afirmado: “El monitoreo forestal que hacemos los Karipuna nos ayuda a entender lo que sucede dentro de nuestra tierra y es clave para denunciar estas actividades ilegales. El Estado debe implementar un plan de protección permanente para nuestra tierra con el objetivo de poner fin al acaparamiento de tierras”.
El aumento de las invasiones en áreas protegidas por grupos criminales puede entenderse como consecuencia directa de una nueva ley [3] aprobada por el Parlamento Rondônia en abril de 2021. Esta ley reduce la superficie de dos áreas protegidas directamente conectadas con el Territorio Indígena Karipuna en más de 225.408 hectáreas. Peor aún, el gobierno del Estado planea cambiar la zonificación ecológica [4], transformando la selva virgen en tierras agrícolas, con consecuencias que serán así mismo devastadoras.
Laura Vicuña, misionera del CIMI Rondônia, quien ha trabajado de cerca con los Pueblos Indígenas durante 23 años, ha declarado: “La crisis climática comienza aquí, con los territorios indígenas saqueados y los pueblos indígenas atacados mientras un gobierno negligente y confabulador no cumple su rol para proteger a nuestra gente y recursos naturales. Para mitigar los impactos de la emergencia climática, los gobiernos deben aumentar las tierras protegidas en lugar de reducirlas”.
El monitoreo forestal reveló la creación reciente de grandes áreas deforestadas de más de 100 hectáreas en el sureste de la tierra Karipuna, donde se prendió fuego a la vegetación restante para dejar espacio al ganado. La ganadería en el municipio de Porto Velho, donde se ubica la tierra de los Karipuna, aumentó en un 87% en los últimos nueve años. Paralelamente, la producción de soja en el estado de Rondônia se ha triplicado en 10 años y compite con la producción agrícola existente de ganado en tierras forestales reconvertidas. [5]
El destino de gran parte de esta soja es la fabricación de piensos destinados a la alimentación de la cabaña ganadera industrial. El 75% de las exportaciones de soja de Rondônia [6] tiene como destino los mercados de Holanda, España, Turquía, México y el Reino Unido. De esta forma, estos países son corresponsables de este círculo vicioso que empuja al ganado hacia las profundidades de la selva, mientras se crean nuevas superficies cultivadas con soja en tierras antes pastadas por el ganado. De esta forma, la expansión de la frontera agrícola invade áreas protegidas y territorios indígenas. Esta destrucción también se ve impulsada por megaproyectos como nuevas carreteras, ferrocarriles y puertos (el denominado Corredor Norte), que está aumentando la capacidad logística en Rondônia para transportar soja desde el Amazonas al mercado mundial, principalmente la UE y China.
Oliver Salge, responsable del Proyecto “All eyes on the Amazon” en Greenpeace Brasil, ha afirmado: “Mientras los países del mundo están obligados a buscar soluciones a la emergencia climática en la próxima COP26, el gobierno brasileño hace exactamente lo contrario y permite a los delincuentes invadir áreas protegidas y destruir el hogar de los pueblos indígenas. La UE y otros mercados internacionales son cómplices de este desastre al consumir soja y carne sin criterios sólidos de sostenibilidad. Para asegurarse de que el Acuerdo de París se tome en serio, los líderes políticos deben aprobar, monitorear y hacer cumplir leyes, como la ley de la UE para proteger los bosques y ecosistemas del mundo [7] para garantizar los derechos territoriales indígenas y comunitarios, todos los cuales son vitales para salvar la selva amazónica y el clima del mundo”.
Notas:
[1] El monitoreo forestal se llevó a cabo entre agosto y septiembre de 2021. En el período 2019-2020 la deforestación medida dentro de la tierra indígena Karipuna ha sido de 589 ha en 12 meses, mientras que entre agosto de 2020 y julio de 2021 se han detectado 850 ha deforestadas, lo que supone un aumento del 44%.
[2] La Tierra Indígena Karipuna se encuentra a 100 km al sureste de la capital de Rondônia, Porto Velho, y tiene un tamaño de 152.000 ha. Está rodeado de granjas ganaderas y ha sido invadido y deforestado desde 2015. En total, más de 5000 hectáreas de selva tropical han sido taladas dentro de la tierra indígena. El Pueblo Karipuna ha trabajado en asociación con CIMI y Greenpeace desde 2017 para realizar el monitoreo forestal, que resultó en un caso legal contra el estado de Rondônia y fue entregado al Tribunal Federal en Rondônia por el liderazgo de Karipuna en mayo de 2021.
[3] La ley núm. 1089/21, aprobada por el Parlamento de Rondônia en abril de 2021 y ratificada por el gobernador Marcos Rocha en mayo de 2021 reduce el Parque Estatal Guajara-Mirim de 50.532 ha y el Resex Jaci Parana de 174.875 ha – mayor que el tamaño de todos los Parques Nacionales en el Holanda juntos (165.000 ha).
[4] La ley de zonificación ecológica (80/2020) fue aprobada en septiembre de 2021 por el parlamento de Rondônia, la ratificación de la ley por parte del gobernador Marcos Rocha aún no se ha producido.
[5] La superficie cultivada con soja en Rondônia se triplicó en los últimos 10 años de 111.000 a casi 400.000 hectáreas en 2020. Aunque la Moratoria de la soja está en vigor para la región amazónica brasileña, no toda la superficie sembrada con soja está controlada por la Moratoria debido a tamaño mínimo por municipio (5.000 ha), el Registro de la Propiedad Rural (CAR) no es transparente, lo que dificulta la identificación de todos los agricultores involucrados en la deforestación después de 2008 y los efectos indirectos entre la expansión de la soja y la expansión de la ganadería en la selva tropical no están controlados por la Moratoria.
[6] Datos Comexstat para el año 2020. Datos para 2021 hasta septiembre: el 80% de la soja exportada desde Rondônia se exportó a España, Holanda, Turquía, México, Argelia, Francia.