La protección del medio ambiente es «indeseable» en Rusia

19-05-2023

La Oficina de la Fiscalía General de la Federación Rusa ha declarado a Greenpeace Internacional una «organización indeseable» con el argumento de que el trabajo de Greenpeace «representa una amenaza para los cimientos del orden constitucional y la seguridad de la Federación Rusa. Con respecto a la Federación Rusa, las actividades ambientales de Greenpeace en realidad van acompañadas de la promoción activa de una posición política, intentos de interferir en los asuntos internos del estado y tienen como objetivo socavar sus bases económicas”.

Esta decisión implica la prohibición de cualquier actividad de Greenpeace en Rusia, poniendo fin a la orgullosa historia de 30 años de Greenpeace Rusia de defender el medio ambiente. Greenpeace Internacional condena esta decisión.

Esta decisión equivocada indica efectivamente que es «indeseable» proteger la naturaleza en Rusia. ¿Qué es, entonces, deseable? ¿Ejecutar una producción industrial que es dañina para la naturaleza y la salud humana, derramar petróleo, verter desechos tóxicos en agua limpia, hacer que las personas respiren emisiones tóxicas, quemar carbón, producir montañas de desechos plásticos, talar bosques protegidos, ignorar los incendios forestales y no hacer nada para hacer frente a la crisis climática?

Está claro que Greenpeace Internacional, y posteriormente Greenpeace Rusia, fueron etiquetados como indeseables porque no permitimos que se lleven a cabo planes desastrosos que amenazan la naturaleza. Cada vez que nos oponemos a ellos, hemos tenido que superar la intensa presión de aquellos que tratan a la naturaleza únicamente como una fuente de ingresos comerciales. En consecuencia, la protección de la naturaleza ahora se presenta falsamente como una amenaza para la seguridad nacional y los intereses de Rusia.

Cualquiera que describa a Greenpeace Rusia como tal, simplemente no tiene idea de lo que Greenpeace Rusia ha estado haciendo durante 30 años. Estos son solo algunos ejemplos:

Por iniciativa de Greenpeace Rusia, en 1995 los bosques vírgenes de Komi se convirtieron en el primer sitio en Rusia en obtener la protección de la UNESCO. Greenpeace Rusia no solo ayudó a estos territorios a obtener el prestigioso estatus internacional de Patrimonio Mundial, sino que también detuvo más de 10 intentos de iniciar allí una minería de oro destructiva. Desde hace 30 años, gracias a nuestro trabajo, otros territorios de Rusia se han convertido en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por ejemplo, los volcanes de Kamchatka o el lago Baikal. Junto con las y los voluntarios allí, Greenpeace planta y protege bosques en parques nacionales, combate incendios forestales en reservas naturales en los Urales, Siberia y el Lejano Oriente.

Durante más de veinte años, Greenpeace Rusia ha trabajado incansablemente para defender el lago Baikal, luchando contra los cazadores furtivos que cazan la foca del Baikal y ayudando a poner fin a la fábrica de pulpa y papel de Baikal, que había envenenado las aguas del lago durante décadas. Junto con Greenpeace, se logró mover el sitio de un oleoducto que se había planeado colocar a solo 800 metros de la orilla del lago. Recientemente, Greenpeace ha estado estudiando la contaminación por plásticos del Baikal y la contaminación de sus aguas con productos químicos peligrosos, e hizo esfuerzos para prohibir la tala masiva cerca de sus costas.

Durante muchos años, Greenpeace Rusia ha luchado contra la peligrosa contaminación tóxica con dioxinas y otros productos químicos, evitando la importación de desechos peligrosos de otros países. Grupos voluntarios de Greenpeace identificaron y retiraron petróleo de numerosos vertidos en el norte y Siberia. Con la ayuda de Greenpeace, Norilsk Nickel se vio obligada a pagar una multa sin precedentes de unos dos mil millones de dólares por el gran derrame de petróleo de Norilsk en 2020.

Greenpeace Rusia fue el primero en hablar sobre los problemas de separación y procesamiento de residuos en Rusia. Después de años de trabajo, la lucha contra la construcción de incineradores de residuos peligrosos y la separación de residuos se convirtió en una rutina diaria. Con el fin de ayudar a las personas a llevar un estilo de vida sostenible, Greenpeace y cientos de voluntarios/as en todo el país diseñaron y actualizaron constantemente el exclusivo Recyclemap, un mapa que indica alrededor de 30.000 puntos de recolección de desechos en 64 ciudades.

Los expertos de Greenpeace realizaron estudios de las costas de los lagos, ríos y mares rusos, realizaron una auditoría pública a nivel nacional de los contaminantes costeros y otras investigaciones y los utilizaron como base para una demanda de restricción de los envases de plástico de un solo uso. Se espera una prohibición de su uso alrededor de 2025.

Junto con destacados expertos, hemos realizado una extensa investigación y propuesto soluciones concretas para lograr la neutralidad climática mediante el desarrollo de una economía circular, la reducción de residuos, la protección forestal, la prevención de incendios, el uso de fuentes de energía renovables y la eficiencia energética.

Greenpeace y otras organizaciones ambientales en Rusia ayudaron a iniciar el debate público sobre la crisis climática en el país y los pasos para resolverla. Nuestros expertos estudiaron sitios de energía renovable en Rusia, hicieron propuestas públicas para que las autoridades regionales incluyan el desarrollo de fuentes de energía renovable en sus planes de adaptación al cambio climático y en muchas regiones recibieron apoyo oficial para ello.

Gracias a Greenpeace y a las personas que nos apoyan, se introdujo la prohibición de quemar pasto. Se crearon 25 grupos de bomberos forestales voluntarios en todo el país y todo un movimiento de voluntarios altamente calificados ha estado trabajando junto con Greenpeace para salvar bosques y turberas de los incendios durante más de una década.

Estos son solo algunos de los logros de Greenpeace en la protección de la naturaleza en Rusia durante 30 años. La organización siempre ha confiado en sus seguidores/as: los residentes del país. Más de un millón de personas firmaron peticiones, pusieron información en mapas, plantaron bosques, apagaron incendios y ayudaron a realizar investigaciones. Decenas de miles de ciudadanos rusos comunes nos apoyaron financieramente para que Greenpeace pudiera existir sin financiación del estado, partidos políticos o empresas. Con la prohibición de Greenpeace por su posición crítica sobre cuestiones ambientales, Rusia se verá privada de uno de sus principales expertos en problemas y soluciones ambientales, y las personas que intentaron proteger la naturaleza ahora se verán privadas de un fuerte aliado. La prohibición de las actividades de Greenpeace en Rusia es un paso absurdo, irresponsable y destructivo frente a la crisis climática y de biodiversidad.


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