La reforma de las etiquetas de la DGT debe incluir las emisiones de CO2 y eliminar la etiqueta ECO
- Ecodes, Ecologistas en Acción, Greenpeace y Transport&Environment presentan una propuesta de mejora del sistema actual de distintivos ambientales que la Dirección General de Tráfico (DGT) está revisando
- Se propone sustituir la etiqueta ECO por una D y que el distintivo CERO solo se aplique a aquellos vehículos con emisiones nulas como son eléctricos puros y de pila de combustible
- La reforma es necesaria para conseguir Zonas de Bajas Emisiones eficaces
Incluir las emisiones reales de CO2, reservar la etiqueta CERO a los vehículos sin emisiones y eliminar la confusa etiqueta ECO que actualmente beneficia al gas y a los SUV híbridos. Éstas son algunas de las demandas presentadas por las organizaciones ecologistas ECODES, Ecologistas en Acción, Greenpeace y Transport & Environment para mejorar y actualizar los criterios del etiquetado ambiental de vehículos, revirtiendo las deficiencias del sistema actual y ciertas incoherencias.
La obligatoriedad de implantar Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en municipios de más de 50.000 habitantes -incluida en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética- hace imprescindible revisar los distintivos actuales para extender la efectividad de esta medida también a las emisiones de gases de efecto invernadero y hacer posible el cumplimiento de los objetivos del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) en el sector del transporte.
El Plan de Impulso a la Cadena de Valor del Sector de la Automoción, presentado en mayo del año pasado, incluía la revisión de estos distintivos en 2021. La Dirección General de Tráfico está llevando a cabo este cometido, con el objetivo de aprobar la nueva categorización en el segundo semestre del año. Una importante reforma que incrementa su relevancia ante el impulso que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia dará a las zonas de bajas emisiones y la movilidad cero emisiones.
Cristian Quílez, de ECODES, señala que “las zonas de bajas emisiones deben servir para reducir la contaminación del aire, proteger la salud de los ciudadanos, disminuir el número de vehículos particulares y estimular la movilidad activa. Para garantizar su eficacia es imprescindible asegurar la coherencia del sistema de etiquetado, que será la herramienta principal de los municipios para establecer los criterios de acceso”.
Tal y como están diseñados en la actualidad estos distintivos por parte de la DGT, hasta vehículos muy contaminantes pueden obtener una clasificación C o incluso ECO. Esto último resulta contraproducente para lograr la efectividad de las ZBE pues el principal objetivo de la implantación generalizada de estas zonas es la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera. Sin embargo, el sistema actual de etiquetas de la DGT no discriminan con respecto a este gas fósil.
Nuria Blázquez, de Ecologistas en Acción, afirma que “las emisiones de gases contaminantes en condiciones reales de todos los vehículos diésel son mucho más altas de lo permitido incluso en los que tienen etiqueta C. Necesitamos un sistema de etiquetado que discrimine positivamente a los vehículos que realmente contaminan menos”.
Adrián Fernández, de Greenpeace, declara por su parte que “la etiqueta ECO es cualquier cosa menos ecológica. Incluye vehículos a gas, un combustible fósil y que no contribuye a la descarbonización. También se consideran ECO los vehículos híbridos, incluso los de mayor peso y cilindrada, muchos de los cuales resultan menos eficientes que sus equivalentes con motor de combustión interna”.
Teniendo en consideración lo expuesto anteriormente, la propuesta presentada hoy por las organizaciones ambientales contempla los siguientes criterios:
- Incorporar un umbral de emisiones de CO2, de manera que para cada categoría se han de cumplir tanto los requisitos de norma Euro correspondientes como un determinado tope de emisiones de CO2, siempre medidos bajo estándar WLTP.
- Limitar el distintivo CERO como categoría más limpia únicamente para los vehículos con emisiones nulas ‘in situ’ como son los eléctricos puros y los de pila de combustible.
- Sustituir el actual distintivo ECO, eliminando así la confusión actual en el imaginario colectivo, e incorporando un nuevo distintivo D que permita distinguir a los vehículos de combustión interna más eficientes y menos contaminantes.
- Por último, modificar los colores otorgados a cada distintivo reservando el color verde exclusivamente a la categoría CERO, al ser el color que tradicionalmente se identifica con los valores medioambientales.
Carlos Bravo, de Transport & Environment, concluye que “casi un 10% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en España son ocasionadas por el transporte en las aglomeraciones urbanas. Por lo tanto, es innegable que las ciudades tienen un papel fundamental que cumplir en la lucha contra el cambio climático y para ello es necesario contar con un sistema útil y coherente de etiquetas ambientales para los vehículos que contribuya eficazmente a la reducción de estas emisiones».