La sociedad civil rechaza más infraestructuras gasistas innecesarias
- Ante la publicación de la estrategia de la REPowerEU, la red Gas No Es Solución, de la que forma parte Greenpeace, publica un manifiesto
· En él, declara su oposición al desarrollo de más infraestructuras gasistas y denuncia la falsa coartada del hidrógeno verde a nivel estatal y europeo
Tras la publicación de la estrategia de la REPowerEU, Gas no es Solución expresa en un manifiesto su rechazo a la propuesta del Congreso de los Diputados de facilitar los trámites de construcción y financiación del gasoducto MidCat, entre ellas su introducción de nuevo en la lista de proyectos de interés común europeo (PCIs), esta vez bajo la excusa de ser compatible con el hidrógeno verde. Una enmienda que también alienta a la promoción de la reapertura de la regasificadora ilegal de El Musel, además del Real Decreto-ley 6/2022, en proceso de enmiendas, cuyo texto original permite el desarrollo de nuevas infraestructuras gasistas en las islas canarias. Numerosos estudios reflejan que hay que dejar gran parte de los combustibles fósiles bajo tierra. A juicio de Gas No Es Solución, no es necesario el desarrollo de nuevas infraestructuras gasistas para salir de la dependencia energética del gas ruso en 2025. En este sentido, defiende la plataforma, el rol del hidrógeno tiene un potencial de aporte muy escaso de ayuda.
Un ejemplo es el MidCat, un controvertido proyecto paralizado en el 2019 por el rechazo de los reguladores energéticos español y francés al proyecto. Su desarrollo no supondría una ayuda en el corto, medio ni largo plazo para la crisis energética europea. Aún en el plazo improbable de terminarse en tres años, lo que conllevaría un gran incremento de costos, solo podría transportar el 2,2 % de la demanda de gas europea en 2021. De utilizarse para transportar hidrógeno 100% renovable en el futuro, sería necesario incrementar en un 45 % el potencial fotovoltaico instalado, un 37% más en el caso de la eólica, desviando inversiones necesarias para la urgente descarbonización del mix eléctrico.
Lo mismo sucede con la planta de regasificación ilegal de El Musel en Gijón. Su puesta en marcha es, según Gas No Es Solución, innecesaria. Debido al sobredimensionamiento de potencial de regasificación en 2021, las regasificadoras existentes funcionaron solo a un 27 % de su capacidad. En cuanto a su posible utilización como almacén de gas natural licuado (GNL), solo aumentaría en un 10 % el almacenamiento de GNL en los tanques de regasificadora en el Estado español. Tampoco tendría sentido como punto de carga y descarga intermedio para buques metaneros con destino Europa, debido al incremento de costes de operación, pérdida de tiempo y aumento de kilómetros recorridos.
En cuanto al Real Decreto-ley 6/2022 del Gobierno, diferentes grupos políticos han presentado enmiendas durante esta semana. Las que Gas No Es Solución valora más positivamente van dirigidas a sacar del texto la disposición que permite facilitar la instalación de plantas de gasificación, muelles de carga y descarga de buques gaseros y centrales de generación eléctrica en al menos dos puertos, Gran Canaria y Tenerife. La disposición original exime a dicha infraestructura de autorización administrativa, equiparándola a la infraestructura energética militar y calificándola como de interés general.
Gas No Es Solución propone dedicar esas posibles inversiones a proyectos que puedan aportar resiliencia mediante la reducción de la demanda, el autoconsumo y la diversificación energética, que sean más beneficiosos para la transición energética justa y a la búsqueda de la coherencia entre las políticas energéticas estatales y europeas con la emergencia climática, poniendo en el centro el bienestar de las personas.