Nuevo análisis de Greenpeace sobre la aviación europea

Los billetes VIP de las aerolíneas europeas emiten entre cuatro y cinco veces más CO₂ que uno de clase turista

17-12-2025

  • Greenpeace propone un impuesto mínimo sobre billetes en primera clase y en business que podría generar al menos 3.300 millones de euros anuales en ingresos fiscales para los Estados europeos
  • En el último año se han vendido 1.094.196 vuelos VIP con salida desde España
  • La organización pide a la UE y a todos los Gobiernos europeos que introduzcan impuestos efectivos para los vuelos en primera clase y clase business para reforzar los recursos para el transporte público y la acción climática

Un nuevo análisis a escala europea realizado por T3 Transportation Think Tank para Greenpeace [1] revela que, aunque los vuelos  en primera clase y clase business solo representan el 14 % del total, son responsables de más de un tercio (36 %) de todas las emisiones de estos vuelos. Si se incluye la clase económica premium, los viajes de lujo (el 21% del total) son responsables de cerca del 44% de las emisiones. 

Los vuelos en primera clase y clase business emiten entre cuatro y cinco veces más CO₂ por pasajero y kilómetro que los vuelos en clase turista, principalmente porque ocupan mucho más espacio y transportan más peso por pasajero. A pesar de su impacto perjudicial sobre el clima, actualmente no existe ninguna limitación ni impuesto en Europa sobre los viajes aéreos de lujo, aunque la introducción de tasas globales a este tipo de billetes contó con el respaldo político de un conjunto de países, entre ellos, España, en la Cumbre de Sevilla y en la COP30. Greenpeace pide a la Unión Europea (UE) y a todos los Gobiernos europeos que establezcan medidas concretas e introduzcan impuestos efectivos para los vuelos en primera clase y clase business.

Greenpeace ha calculado que un impuesto mínimo de 220 € por cada billete de clase business de larga distancia, 340 €  en cada billete de primera clase y solo 75 € en cada uno de clase económica premium vendido en Europa podría generar al menos 3.300 millones de euros anuales en ingresos fiscales para los Estados europeos sin aumentar los costes para la mayoría de la población [2]. 

La organización propone que estos ingresos se utilicen para revertir la actual desigualdad e incrementar la acción climática. En el caso español, una figura fiscal de este tipo podría financiar el transporte pública y hacerlo más asequible, reforzando, por ejemplo, el abono único de transporte que se acaba de anunciar. 

Solo en 2024 se vendieron al menos 19 millones de billetes en primera clase, clase business y clase económica premium para viajes de larga distancia desde Europa, lo que refleja una tendencia creciente entra las aerolíneas europeas [3] a ampliar su oferta VIP con foco en las clases más pudientes. Según el estudio, en el último año se han vendido 1.094.196 vuelos VIP con salida desde España. Las dos aerolíneas con vuelos con salida desde España, Air Europa e Iberia, vendieron 271.436 y 822.760 vuelos de lujo cada una respectivamente.  

Un solo vuelo de ida en primera clase de Madrid a Ciudad de México genera aproximadamente 1,7 veces las emisiones de gases de efecto invernadero de una persona de España en todo un año [4] . Los vuelos VIP, que solo disfrutan una minoría, tienen un coste desproporcionadamente alto para el planeta. Además, estos asientos para privilegiados están subvencionados con el dinero de toda la ciudadanía a través de exenciones fiscales sobre el combustible de aviación y el IVA. Es fundamental poner en marcha el principio de ‘quien contamina paga’. No es aceptable que una pequeña élite pueda disparar sus emisiones sin responsabilizarse por el impacto generado”, ha declarado Cristina Arjona, coordinadora de la campaña de movilidad de Greenpeace.

España: el momento es ahora

Un análisis reciente del instituto de investigación neerlandés CE Delft ha demostrado que la introducción de impuestos globales sobre los billetes de avión, incluidos los de primera clase y clase business, sería legalmente viable [5] y políticamente pertinente. El sector de la aviación está ampliamente subvencionado, principalmente mediante la concesión de enormes ventajas fiscales. Por ejemplo, no se aplica ningún impuesto sobre el combustible (queroseno) a los vuelos transfronterizos, ni tampoco el impuesto sobre el valor añadido (IVA). Por el contrario, el transporte público terrestre, como las compañías ferroviarias, tiene que pagar impuestos sobre la energía, elevadas tasas ferroviarias o de peaje y el IVA en la mayoría de los países europeos. 

“Ahora que la UE discute sus prioridades presupuestarias para los próximos años, pedimos al Gobierno español que lidere dentro de la UE una fiscalidad más justa y verde que haga pagar a los más ricos y contaminantes y, con ello, financiar las soluciones que la ciudadanía necesita para tener viviendas dignas, transporte público de calidad y alimentación sana, en vez de subvencionar con dinero público las actividades contaminantes de una minoría privilegiada”, ha afirmado Carlos García Paret, coordinador de la campaña Dinero&Soluciones de Greenpeace. 

Varios países, como Francia [6]  y el Reino Unido [7] , ya han comenzado a gravar los billetes de avión de primera clase y clase business, y España anunció en la reciente COP30 que apoyará la introducción de dichos impuestos como parte del Grupo de Trabajo sobre Impuestos Solidarios Globales. Greenpeace apunta que ahora es el contexto adecuado, ya que se está negociando en Bruselas el Marco Financiero Plurianual (MFP) para 2028-2034, con casi 2 billones de euros, y se está estudiando la introducción de nuevos “recursos propios” para responder a las amenazas y oportunidades de la próxima década como el cambio climático. Nuevas fuentes de financiación como los impuestos a vuelos VIP contribuirían a reforzar su papel global como principal proveedor de financiación climática y a cumplir sus compromisos internacionales.


Notas

[1] La nueva investigación analizó los vuelos de larga distancia de 44 países europeos, operados por 24 aerolíneas europeas que utilizan 16 tipos diferentes de aviones de fuselaje ancho, que suelen incluir espacios dedicados a vuelos en primera clase y/o clase business. La investigación utilizó los datos más recientes disponibles para todo el año 2024. Las conclusiones sobre el número total de pasajeros de primera clase y clase business son conservadoras, ya que se excluyeron las aerolíneas no europeas, así como los vuelos de corta y media distancia que ofrecen primera clase y clase business. Los 44 países europeos incluyen todos los países de la UE, el Reino Unido, Suiza, Noruega, Turquía, todos los países balcánicos, la mayoría de los países del Cáucaso y algunos otros estados más pequeños.

[2] 220 € (250 $) y 340 € (400 dólares) siguen el modelo sugerido en un manual elaborado por el Grupo de Trabajo sobre Tasas de Solidaridad Global, mientras que los 75 euros para la clase Premium Economy tienen en cuenta el hecho de que esta clase genera un 50 % más de emisiones que la clase económica (que es aproximadamente un tercio de las emisiones de la clase business). En comparación con los precios habituales de los billetes de clase business, 220 € encarecerían estos vuelos solo entre un 6 % y un 7 % de media, y en la mayoría de los casos el aumento de precio sería inferior al tipo impositivo habitual del IVA.

[3] https://www.iata.org/en/pressroom/2025-releases/2025-08-04-01/

[4] https://edgar.jrc.ec.europa.eu/report_2025?vis=ghgpop#emissions_table

[5] https://solidaritylevies.org/app/uploads/2025/06/Aviation-study-FINAL.pdf

[6] https://www.businesstravelnewseurope.com/Air-Travel/French-government-imposes-airline-ticket-tax-increase

[7] https://www.gov.uk/guidance/rates-and-allowances-for-air-passenger-duty


¡ Comparte !