Reactivo al plan anunciado hoy por la Comisión Europea
Los fondos verdes de la UE deben restringirse a los gobiernos que ya hayan puesto fecha al fin de los combustibles fósiles
- Greenpeace demanda que ninguno de los fondos -no sólo los 7.500 millones de euros del Mecanismo de Transición Justa- se usen para financiar combustibles fósiles y energía nuclear
El acceso a los fondos ‘verdes’ de la Unión Europea (UE) debe estar condicionado a que los gobiernos establezcan fechas de eliminación de los combustibles fósiles y se comprometan a aumentar los objetivos climáticos de la UE, ha señalado Greenpeace después de que la Comisión Europea lanzara hoy un plan de un billón de euros en inversiones ‘verdes’ para la próxima década. El paquete, compuesto por fondos nacionales y comunitarios reasignados así como por capital privado, es el primer elemento del Acuerdo Verde Europeo de la Comisión presentado en diciembre de 2019.
“Todos los fondos europeos para los próximos años deben dirigirse a hacer frente a la emergencia climática y a reducir las emisiones a cero en 2040. Esto, obviamente, incluye al Gobierno de España, que debe aumentar sus objetivos climáticos y enviar un mensaje claro a través de los próximos presupuestos generales para que las nuevas financiaciones se destinen únicamente a dar respuesta a la emergencia climática y que no se siga financiando a los combustibles fósiles y a las industrias contaminantes”, ha declarado Tatiana Nuño, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace.
Como parte del paquete, el Mecanismo de Transición Justa, con un valor de alrededor de 100.000 millones de euros entre 2021 y 2027, apoyará a las regiones de la UE más afectadas por la transición de los combustibles fósiles a una economía verde. La Comisión ha propuesto hoy una serie de condiciones para acceder a una pequeña parte de este mecanismo, valorado en 7.500 millones de euros de fondos públicos de la UE y denominado Fondo de Transición Justa, que requerirá la aprobación de los gobiernos europeos y del Parlamento Europeo: a diferencia de la mayor parte de los fondos ‘verdes’ de la UE, este dinero no puede utilizarse para inversiones en combustibles fósiles y energía nuclear, según la propuesta de la Comisión.
Según Greenpeace, toda la financiación de la UE debería excluir los combustibles fósiles y la energía nuclear, y no sólo los 7.500 millones de euros del Mecanismo de Transición Justa. El nuevo presupuesto plurianual de la UE que comienza el próximo año sigue apoyando los combustibles fósiles y otras industrias destructivas. Estas inconsistencias tienen que ser tratadas, para lograr un Acuerdo Verde Europeo satisfactorio.
El presupuesto de la UE subvenciona los combustibles fósiles, por ejemplo, en el marco del Fondo de Desarrollo Regional y el mecanismo «Conectar Europa», del que hasta ahora casi 1.500 millones de euros se han destinado a financiar nuevas infraestructuras de gas. Este mecanismo para 2021 a 2027 seguirá permitiendo la financiación de proyectos de combustibles fósiles y se espera que una parte sustancial de los 43.300 millones de euros propuestos se dediquen de nuevo a proyectos de gas.
Greenpeace afirma que, para estar en línea con el Acuerdo de París, todo el carbón debe ser eliminado progresivamente en Europa para el año 2030 y todos los combustibles fósiles para el año 2040.
Entre los países que más interés han mostrado en acceder a los fondos de inversión verde destaca Polonia, a pesar de que su Gobierno se niega a comprometerse con la acción climática de la UE y a fijar una fecha de caducidad para el carbón.
En este sentido, Greenpeace insiste: si realmente se trata de financiación para facilitar la transición verde, sólo debería estar disponible para aquellos gobiernos que se comprometan efectivamente con esa transición y cuenten con un plan claro para abandonar los combustibles fósiles. “Esto significa que gobiernos como el de Polonia y la República Checa tendrán que hacer mucho más para demostrar que se toman en serio la lucha contra la emergencia climática», ha declarado Sebastian Mang, asesor de Greenpeace para el Clima y la Energía de la UE.