En el marco de la COP de Dubái

Nuevo informe de Greenpeace muestra que la dependencia de Galicia de la energía fósil la aleja de conseguir autoabastecerse con renovables

12-12-2023

  • Greenpeace y el Observatorio Gallego de Acción Climática (OGACLI) publican el informe ‘Galicia, más allá de los combustibles fósiles’, que analiza la situación de la transición energética
  • Tres cuartas partes de los recursos energéticos que usa Galicia para transformarlos en electricidad, combustibles y calor son importaciones de combustibles fósiles de terceros países
  • Aunque Galicia debería estar planificando el fin de los combustibles fósiles, las importaciones de gas se han disparado en este siglo, creciendo más que el total de recursos renovables

Compostela, 12 de diciembre de 2023-. Coincidiendo con la clausura de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebra en Dubái (COP28), Greenpeace y el Observatorio Gallego de Acción Climática (OGACLI) han publicado hoy el informe ‘Galicia, más allá de los combustibles fósiles’, que analiza el estado de la transición energética en el territorio. Según este, tres cuartas partes de los recursos energéticos transformados en Galicia para obtener electricidad, combustibles y calor proceden de importaciones de combustibles fósiles de terceros países, muchos de ellos del Sur Global. Esta situación aleja a Galicia del objetivo de alcanzar un sistema 100% renovable, que Greenpeace considera que podría y debería lograrse para 2040.

“La dependencia de los combustibles fósiles es aún tremendamente elevada en Galicia, por lo que está todavía muy lejos de autoabastecerse con fuentes renovables. Esta situación se debe reducir drásticamente tras los planteamientos expuestos estos días en la COP para eliminar progresivamente los combustibles fósiles y alcanzar los objetivos climáticos”, ha señalado Manoel Santos, responsable de Greenpeace en Galicia. 

El análisis concluye que de toda la energía utilizada en Galicia como materia prima para ser transformada en energía para el consumo, solo el 25,8% procede de fuentes renovables, por lo que no existe ningún excedente de renovables y sí un aumento importante del uso de gas fósil. Además, aunque la energía disponible para el consumo se destina mayoritariamente al consumo interno y una parte es exportada al resto de España y de Europa, Galicia exporta energía final pero sobre todo de origen fósil, no sólo porque parte de la electricidad exportada se produzca con gas y carbón, sino principalmente por la exportación de productos petrolíferos y de gas. 

No se está avanzando en la reducción y electrificación del consumo

El informe señala que en los últimos años no se observa una tendencia clara hacia un descenso importante del consumo de energía, como sería deseable en el contexto de la emergencia climática y de la crisis energética. A esto contribuye, según el documento, que la Agenda Energética de Galicia 2030 carece de la ambición climática necesaria. El mayor consumo energético en Galicia corresponde a los usos directos de combustibles fósiles, que suponen un 60% del consumo de energía final, mientras que el consumo de electricidad sobre el consumo total de energía final, en la que se pone todo el foco mediático, solo ha estado entre el 24 y el 27% durante los últimos 15 años. 

Para reducir el consumo total de energía es necesario aumentar la eficiencia energética y evitar usos despilfarradores o de lujo, pero también incrementar la producción y el consumo de electricidad renovable a través de la electrificación. Mientras esta última no progresa, se está desaprovechando el excedente eléctrico que Galicia tiene –y por tanto exporta– en algunos meses del año para hacer más eficiente y limpio el consumo energético gallego. 

La cuota de las renovables en el consumo energético gallego supera el 40%

Las mejores noticias vienen de la mano de la cuota de renovables en el consumo energético final gallego, una vez transformada la materia prima, que es del 43,5%. Esta cifra duplica aproximadamente la media europea (21,8%) y española (20,7%), cumple el objetivo provisional para 2030 acordado recientemente para el conjunto de la UE (42,5%) y se aproxima al propuesto para España en el borrador de la primera actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 (48%). Aún así, la ambición de estos objetivos no está a la altura de lo que la ciencia pide para combatir el cambio climático. Es un buen punto de partida, pero aún no supone ni la mitad del camino, pues el sistema energético debería ser 100% renovable en 2040. Además, las buenas cifras en la cuota de renovables en el consumo eléctrico (102,1%) contrastan con la baja aportación de renovables en otros sectores como la calefacción y la refrigeración (30%) y sobre todo el transporte (6,5%), donde queda todo por hacer. 

Tener una cuota de renovables relativamente alta en el contexto español y europeo no es en sí mismo un problema sino una ventaja. No se trata de frenar el despliegue de las renovables para equipararnos a los territorios más retrasados en la transición energética, sino de avanzar para llegar lo antes posible a un sistema energético 100% renovable y justo, teniendo en cuenta las comunidades que acogen los proyectos renovables y la protección de la biodiversidad”, ha afirmado Xosé Veiras, del OGACLI.

Galicia necesita producir y usar más electricidad renovable

Al hablar de producción eléctrica, las conclusiones apuntan a que Galicia necesita producir y sobre todo usar más electricidad de origen renovable. Aunque durante los últimos tres años la producción eléctrica anual en Galicia igualó aproximadamente la demanda interna, no significa que Galicia pueda autoabastecerse con electricidad renovable durante todos los días y todas las horas del año. Por lo general, en todos los meses de mayo a octubre la generación renovable es inferior a la demanda. A esto hay que añadir que el proceso de descarbonización requiere un importante descenso en la demanda energética en su conjunto, pero también un fuerte aumento de la producción eléctrica renovable destinada a sustituir una gran parte de la energía fósil consumida, lo cual se haría mediante la electrificación directa del consumo siempre que sea posible. 

La expansión de las renovables eléctricas redujo las emisiones gallegas

El informe también dedica un capítulo al estado de la emisiones gallegas de gases con efecto invernadero, que en 2021 se sitúo en una reducción del 34% con respecto a 1990. Una buena cifra sustentada sobre todo en la expansión de las energías renovables y el descenso de la producción a partir de carbón, algo que, paradógicamente, ni la Xunta de Galicia ni ningún partido del arco parlamentario gallego deseaba. Aún así las organizaciones apuntan a que el objetivo de reducción del 55% para 2030 debería ser más ambicioso y ampliarse al 65% y se felicitan por que el presidente de la Xunta haya afirmado hace unos días que Galicia aspira a alcanzar la neutralidad climática en el año 2040, diez años antes de lo marcado en la Estrategia Gallega de Cambio Climático y Energía 2050 y en el anteproyecto de la Ley del Clima de Galicia, como habían demandado ambas organizaciones.

El cierre del carbón es el mayor hito en la lucha contra la emergencia climática en Galicia, pero aún queda mucho que recorrer hasta alcanzar la neutralidad climática. Hay que incidir en los mayores focos de emisiones en la actualidad, el transporte, la industria y las emisiones de la ganadería y la agricultura, además de planificar el fin de las que aún son las grandes fábricas de cambio climático del país, desde las centrales de ciclo combinado a gas fósil de As Pontes y Sabón, a la refinería de petróleo de Repsol en A Coruña”, ha concluido Santos. 

Información adicional: 

El documento incluye recomendaciones sobre la planificación energética de la Xunta, los combustibles fósiles, el consumo de energía y el desarrollo renovable en Galicia. Los diez objetivos más importantes marcados por Greenpeace y el OGACLI son: 

  1. Reducir las emisiones brutas en un 65% para 2030 respecto a 1990
  2. Alcanzar un sistema eléctrico 100% renovable en 2030
  3. Alcanzar un sistema energético en su conjunto 100% renovable en 2040
  4. Reducir la demanda de energía final a la mitad para 2040 con respecto a 2019
  5. Alcanzar una cuota de renovables en el consumo final del 70% en 2030
  6. Abandonar el uso de gas fósil para la generación eléctrica antes de 2030
  7. Abandonar la quema de gas fósil para todos los usos en 2035
  8. Planificar el fin de las actividades de refino de petróleo y de regasificación de gas licuado, para acompasarlas al resto de objetivos
  9. Incrementar la electrificación, que en 2030 debería aproximarse ya al 50%
  10. Alcanzar un parque de vehículos cero emisiones antes de 2040

De igual manera las organizaciones demandan la elaboración, con amplia participación social, de una auténtica Estrategia y Plan de Energía y Clima de Galicia, que oriente la actuación de la Xunta hacia la consecución de esos objetivos, mediante una fuerte apuesta por la reducción y electrificación del consumo energético y el desarrollo renovable responsable. 

También incluyen numerosas recomendaciones tanto para abandonar los combustibles fósiles como para reducir el consumo: ahorro energético, fiscalidad verde, educación ambiental, descarbonización de edificios e industria, movilidad sostenible, renuncia tanto a la participación pública en Reganosa como a la creación de un hub exportador de hidrógeno verde, etc.); y consideraciones sobre el desarrollo renovable centradas en: la diversificación del mix energético, mayor ambición y rapidez en el despliegue de renovables, participación pública, democratización del sistema energético con autoconsumo y comunidades energéticas, mayor protección de la naturaleza ampliando al 30% la red Natura, priorización de zonas degradadas –incluso eucaliptales– y áreas de baja sensibilidad ambiental, entre otras.


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