Preocupante propuesta para desregularizar los OMG en la UE
- Más de 200 organizaciones arremeten contra una propuesta para desregular los nuevos organismos modificados genéticamente presentada por Polonia, que asume la presidencia rotatoria de la UE
Los países europeos deben proteger a los agricultores, a los pequeños y medianos obtentores de semillas y a los sectores ecológicos y libres de transgénicos de las amenazas que supone para su actividad la desregulación de los nuevos organismos modificados genéticamente (OMG), advierten Greenpeace y más de 200 organizaciones. En una declaración conjunta publicada hoy, arremeten contra una propuesta de compromiso para desregular los nuevos OMG presentada por Polonia, que asume la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, y que los representantes de los gobiernos nacionales se reunirán a debatir el 14 de febrero.
La propuesta polaca abarca tanto los cultivos modificados genéticamente (MG) como las plantas silvestres producidas con las llamadas “nuevas técnicas de edición genética” (NTG), que pueden entrañar riesgos tanto para la salud humana como para el medio ambiente. El borrador se centra en las patentes de plantas, ignorando otras cuestiones críticas como la trazabilidad, la detección e identificación, la coexistencia o los riesgos potenciales para la naturaleza y la salud humana. La desregulación aumentará el control que sólo un puñado de empresas tiene sobre las semillas, perjudicando a los pequeños y medianos obtentores, lo que reforzará su dominio corporativo sobre los agricultores.
Las ONG, junto con agricultores y pequeños y medianos obtentores, advierten que permitir que el control de las semillas caiga en manos de unos pocos podría debilitar nuestra cadena de suministro de alimentos y probablemente conduciría a una menor diversidad de semillas, que es fundamental para que los agricultores se adapten a las condiciones agrícolas locales y al cambio climático.
La declaración conjunta expresa su preocupación por el hecho de que los nuevos OMG queden excluidos de la normativa comunitaria vigente, que exige que los OMG se sometan obligatoriamente a etiquetado, controles de seguridad y métodos de detección. Los consumidores no sabrán qué hay realmente en sus platos y se pondrá en peligro el negocio de los pequeños y medianos mejoradores de semillas, los agricultores y los sectores ecológico y no transgénico de la UE.
En palabras de Eva Corral, responsable de la campaña de Greenpeace para la UE: “La adopción de la propuesta se ha precipitado sin resolver antes los numerosos problemas que crea. Deja fuera del mercado de semillas a los pequeños y medianos obtentores y desestabiliza a los agricultores en la cadena de suministro de alimentos, sólo para apuntalar a las grandes empresas semilleras. Es igual de preocupante para nuestra salud y el medio ambiente. Se están eliminando los controles de seguridad de la mayoría de los nuevos OMG, liberándolos sin control en la naturaleza y en nuestro sistema alimentario, a pesar de que pueden tener riesgos”.
Desde que la Comisión Europea presentó en julio de 2023 la propuesta inicial para modificar la normativa vigente sobre OMG, los gobiernos de la UE han sido incapaces de ponerse de acuerdo sobre cuestiones clave como las patentes y el etiquetado. La Presidencia polaca reactivó la propuesta estancada y publicó una propuesta de compromiso en enero de 2025, a pesar de la fuerte oposición pública a los OMG en Polonia. El compromiso se basa en una revisión anterior presentada por la Presidencia belga en febrero de 2024, que no logró el consenso.
Próximos pasos
Polonia espera obtener la mayoría en el Consejo Europeo, lo que allanaría el camino para el inicio de las negociaciones con el Parlamento Europeo para aprobar la ley. Greenpeace y el resto de organizaciones firmantes piden a los gobiernos de la UE que rechacen la nueva desregulación de los OGM y exigen que “todos los nuevos OGM sigan estando cubiertos por una evaluación de los riesgos y métodos de seguimiento, identificación y detección, así como de trazabilidad y etiquetado a lo largo de la cadena alimentaria”.