Primera inmersión humana en el arrecife de coral amazónico
Seis buzos profesionales han completado con éxito las primeras inmersiones humanas en el arrecife de profundidad recientemente descubierto en la desembocadura del Amazonas la para documentar esta zona a través de imágenes de alta resolución y recoger muestras biológicas que permitan conocer mejor este ecosistema amenazado en la costa de la Guayana Francesa. [1] [2]
La región está amenazada por la extracción de petróleo y un nuevo análisis de Greenpeace demuestra que quemar todas las reservas de petróleo en la zona equivale a ocho años de deforestación en la selva amazónica. [3] Las compañías petroleras como BP y el Gobierno brasileño están interesados en abrir esta región a proyectos de exploración petrolera, una amenaza para este ecosistema y para el clima. Según las estimaciones de la Agencia Nacional de Petróleo de Brasil (ANP), el fondo del mar en el entorno del arrecife amazónico en Brasil puede contener 14.000 millones de barriles de petróleo, el equivalente a 5,2 Gt de CO2. [4] [5]
Alexis Rosenfeld, buzo y fotógrafo, ha señalado que “estas inmersiones son particularmente difíciles: el agua está llena de sedimentos del río Amazonas, las corrientes son muy fuertes y no tenemos visibilidad cuando comenzamos a descender. Pero vale la pena cuando mi linterna ilumina el arrecife amazónico. Es un remanso de vida, un tesoro de biodiversidad explorado por primera vez por el ser humano y de cuyo misterio apenas sabemos nada”.
Por su parte, François Chartier, de la campaña Protege los océanos de Greenpeace, ha insistido en que «estamos en una emergencia climática: simplemente no podemos permitirnos perforar y quemar más petróleo. A modo de comparación, incluso aunque la deforestación en el bosque amazónico terminara mañana, si quemáramos las reservas estimadas de la región del arrecife amazónico, sería lo mismo que continuar deforestando el Amazonas durante otros ocho años”.
«La próxima semana, la ONU publicará un importante informe sobre el clima y los océanos. Es evidente que la crisis climática también es una crisis oceánica. Unos océanos saludables son vitales para abordar el cambio climático y la extracción de petróleo aquí podría ser ruinosa tanto para los océanos como para nuestro clima”, ha concluido Chartier.
Es fundamental proteger al menos el 30% de los océanos, desde las zonas costeras hasta la alta mar, para salvar el clima y detener la pérdida de biodiversidad. Los gobiernos deben actuar con urgencia para proteger nuestros océanos y acordar un fuerte Tratado Global de los Océanos en 2020. [6]
Notas
[1] Imágenes de la expedición de Greenpeace arrecife de coral de profundidad de la desembocadura del Amazonas en Brasil en 2017: https://media.greenpeace.org/collection/27MZIFJJ1GXZD
Imágenes de la expedición de Greenpeace al arrecife de coral amazónico en la Guayana Francesa en 2018:: https://media.greenpeace.org/collection/27MZIFJXOI985
[2] Esta misión científica es parte de la campaña internacional de Greenpeace ‘Protege los Océanos’, que comenzó el pasado mes de abril. Durante las últimas dos semanas, el equipo científico a bordo del barco ‘Esperanza’ de la organización ecologista ha podido identificar la espectacular fauna en la superficie. Durante un año, los barcos de la organización están inmersos en una expedición desde el Ártico hasta el Antártico para documentar las amenazas a las que enfrentan los océanos.
[3] Considerando un promedio de 167.7 toneladas de carbono por hectárea (INPA, 2014), excluyendo las emisiones debido a la introducción de otros usos, basado en la deforestación de 2016 en el Amazonas (emisiones de Amazon Land Use Change (MUT) en 2016, equivalente a 602 millones) toneladas de CO2).
[4] http://rodadas.anp.gov.br/arquivos/Seminarios_r11/tec_ambiental/ingles/Foz_do_Amazonas_Basin.pdf
[5] Considerando 0,3714 TnC por barril de petróleo.
[6] La tercera de las cuatro rondas de negociaciones hacia un Tratado Global del Océano concluyó en la ONU en agosto sin un compromiso serio de la mayoría de los países. Un tratado sólido podría proporcionar el marco legal para la protección de las aguas internacionales, haciendo posible la creación de Áreas Marinas Protegidas totalmente protegidas o santuarios marinos libres de actividades humanas dañinas. Greenpeace está pidiendo una red de santuarios oceánicos que cubran al menos un tercio de los océanos del mundo para 2030. El mismo objetivo fue solicitado por científicos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).