El cambio climático es el mayor mal de nuestro tiempo y sus consecuencias pueden ser devastadoras si no reducimos drásticamente la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Aunque se trata de una realidad que ya va a tener implicaciones inevitables, aún podemos minimizar sus consecuencias más severas.

La revolución energética en manos de la ciudadanía es esencial para la solución: con las energías renovables se conseguirán evitar las principales causas del cambio climático y lograr una eficiencia energética que generará puestos de trabajo y reducirá los costes de la electricidad.

Además, es imprescindible una transición justa para abandonar el carbón, uno de los mayores responsables del cambio climático.

Cuando hablamos de cambio climático cada vez es más fácil ponerle cara al problema: sequías, grandes incendios forestales, ciclones etc, pero cuesta más encontrar las causas y más aún los causantes. A bordo de nuestro barco Esperanza, la campaña “Villanos del Clima” ha puesto rostro a las personas que están detrás del cambio climático, ya sea por las decisiones que toman desde sus cargos públicos, ya sea con su actividad empresarial. El buque ha viajado por el corazón de las zonas carboneras de España demandando una transición justa y alternativas de futuro para las cuencas mineras. Tras su visita, siete organizaciones lanzamos en España la coalición “Europa: un futuro sin carbón”.

Un sol gigante en Barcelona y un estreno de cine en la Gran Vía de  Madrid nos han servido para denunciar la política energética del ministro Nadal, que no sólo defiende la peor posición en la negociación de la legislación climática europea y mantiene el Impuesto al Sol, sino que pretende impedir el cierre de las centrales de carbón y nucleares.

Con el informe “Energía Colaborativa: el poder de la ciudadanía de crear, compartir y gestionar renovables” hemos mostrado la disposición de la gente a participar en un futuro renovable que nos aleje de las peores consecuencias del cambio climático y hemos presentado ejemplos internacionales de energía colaborativa.

Acción de Greenpeace contra Iberdrola Bilbao Activistas de Greenpeace sostienen globos en los que se puede leer 'Ellos contaminan tú pagas' frente a la sede de Endesa en Madrid Activistas de Greenpeace sostienen globos en los que se puede leer 'Ellos contaminan tú pagas' frente a la sede de Gas Natural Fenosa en Barcelona

65 activistas repartidos en tres acciones de protesta simultáneas en las sedes de Iberdrola, Endesa y Gas Natural han señalado a las todopoderosas y temidas empresas eléctricas por sus políticas de bloqueo a las energías renovables con el beneplácito del Gobierno.

Hemos participado activamente en el proceso previo a la elaboración de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética presentando nuestras alegaciones y propuestas.

En el capítulo de la energía nuclear, finalmente se ha anunciado el cierre definitivo de la central nuclear de Garoña y las principales compañías eléctricas españolas han reconocido que todas sus centrales  nucleares están en pérdidas económicas.

Hemos terminado el año con la campaña “Nadie te desearía lo peor: el cambio climático”. 2018 va a ser un año clave para frenar un cambio climático cada vez más visible y presente en nuestras vidas. Aprovechando los buenos propósitos de Año Nuevo hemos recordado que cambiar a peor no es deseo de nadie y que nuestros deseos (reales) son #CambiarAMejor para evitar #ElPeorDeLosCambios.