España suspende en gestión de residuos

Más del 80% de los residuos no se recogen selectivamente y no se pueden gestionar adecuadamente, un modelo que avalan los PGE
En España el 82,6% de los residuos que se recogen van mezclados, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. Esta forma de gestión impide que se traten correctamente por lo que terminan en vertederos o incinerados. Ello supone que no vuelven al sistema y provocan impactos asociados en forma de contaminación y emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero, además de ser un despilfarro de recursos naturales inasumible. Es necesario un cambio de paradigma que incremente la eficiencia en el uso de los recursos con políticas de “Residuo cero” en las que se debe primar la no producción de nuevos residuos y la reutilización de los existentes, principios de una auténtica economía circular.

Aunque la gestión de residuos se centra en las administraciones locales y autonómicas, el Estado a través del Programa de Protección y Mejora del Medio Ambiente dedica una partida presupuestaria que transfiere a las comunidades autónomas a política de residuos.

El presupuesto asignado en 2019 para este programa en su totalidad es de 18,75 millones de euros, lo que ha supuesto una reducción de un 10% con respecto a 2018.

Fuente: PGE. Años 2008-2018. 456B. Descargar gráfico y/o datos
Residuos recogidos en una playa de Valencia

Para avanzar hacia una auténtica economía circular hay que ajustar la política de gestión de residuos hacia la reducción, reutilización y el reciclaje, así como eliminar la quema de residuos, ya sea con o sin la llamada “recuperación energética” (incineradoras, cementeras, industria, etc.) y el vertido.

Además, es especialmente importante la reducción de la producción de plásticos (la no producción en el caso de plásticos de un solo uso) e incluir actuaciones para la reutilización y la reducción en la generación de residuos, mejorando su recogida selectiva, implantando sistemas de devolución y retorno de envases y desarrollando planes de gestión de todos los residuos agrícolas, forestales y ganaderos que garanticen su reutilización y recuperación material. Greenpeace espera que la “Estrategia de Economía Circular” y la hoja de ruta para la lucha contra el plástico que está preparando el Ministerio contemple estos factores.