03-10-2022

Cuenca del Júcar: escasez y contaminación amenazan el agua del grifo


La de la cuenca del Júcar, con el 47% de las masas de agua subterránea en mal estado, es en apariencia una historia más de las consecuencias de la apuesta por el regadío intensivo y la falta de control y cumplimiento de las normas. Las causas son: sobreexplotación de acuíferos para obtener agua para riego no corregida a tiempo, contaminación de las aguas subterráneas por la filtración de abonos nitrogenados y otros compuestos químicos, protagonismo de la agricultura en la demanda de agua total de la demarcación (el campo consume el 80% de los 3.063hm3 anuales procedentes tanto de aguas superficiales como subterráneas y el 67% de los 1.500 hm3 que aportan las subterráneas) y gran superficie dedicada al sector agrícola (más de millón y medio de hectáreas), que se une al peso que tienen en la región las industrias agroalimentarias.

EscenarioUrbanaAgropecuariaIndustrialPiscifactoría   consuntivaTotal   DHJ
hm3%hm3%hm3%hm3%hm3%
Actual. 2018489,5015,98%2.439,0279,62%133,954,37%0,760,02%3.063,24100%
2027506,4316,90%2.317,3677,31%172,785,76%0,760,03%2.997,34100%
2033511,2716,85%2.317,3676,37%205,136,76%0,760,03%3.034,52100%
2039512,9816,71%2.317,3675,49%238,597,77%0,760,02%3.069,69100%
Demanda prevista total por uso y horizonte en la DHJ. Fuente: CHJ.

Sin embargo, en la cuenca del Júcar hay que destacar la importancia que tienen las aguas subterráneas para el consumo humano. Los acuíferos aportan la mitad del agua de abastecimiento. A ese peso se une la peculiar distribución de la población. En la cuenca viven alrededor de 5 millones de personas concentradas en gran parte en la franja costera, con pronunciados picos de demanda en los meses de verano.

La pérdida de los niveles de agua de los acuíferos hasta niveles de sobreexplotación y el riesgo para la salud de las aguas en mal estado químico tienen a las administraciones buscando fuentes alternativas de abastecimiento mientras aceleran la sustitución de bombeos por aguas superficiales y las declaraciones de sobreexplotación dilatadas durante años.

ESTADO CUANTITATIVO
En la demarcación hidrográfica del Júcar, 38 masas de agua subterránea (36% del total) están en mal estado cuantitativo. La bajada de los niveles piezométricos ha reducido la descarga en fuentes y manantiales, concentrado los contaminantes y provocado intrusión de aguas salinas en los acuíferos costeros.
ESTADO QUÍMICO
Hay 23 masas (22%) en mal estado químico. Si se suman las que no lo superan pero se acercan al límite legal de volumen de nitratos con tendencia ascendente, el 29% de las masas está en riesgo de no alcanzar los objetivos ambientales en 2027.













El daño es mayor en las masas de la zona costera, con mal estado cuantitativo, químico o ambos; pero también muchas de las que forman el sistema Vinalopó-Alacantí, como Mancha Oriental y Requena-Utiel, sometidas a intensos procesos de explotación.

El

36%
de las masas

presentan mal estado químico

El

22%
de las masas

presentan mal estado cuantitativo

El problema del abastecimiento

Con la ley en la mano la prioridad está clara: el abastecimiento humano frente al regadío. Ni los datos de masas en mal estado cuantitativo ni los de masas contaminadas de la cuenca del Júcar demuestran que se haya cumplido.

«Hay masas de aguas subterránea, sobre las que recaen muchos abastecimientos, con problemas de estado cuantitativo o químico. La presencia de nitratos, fitosanitarios o elevadas salinidades por intrusión marina en estas masas obliga a añadir tratamientos costosos, en algunos casos, a los sistemas de abastecimiento», señala el borrador de la memoria del plan de tercer ciclo de la CHJ.

Masas con sobreexplotación en el júcar
Estaciones de control
Masas en mal estado
Situación de las estaciones de control en las zonas protegidas de aguas subterráneas y las masas en mal estado químico en las zonas protegidas para la captación de aguas de consumo. Fuente: CHJ.

Ante esta situación, se deberían haber aprobado perímetros en torno a los puntos de captación para abastecimiento. De nuevo, lo dice la ley: artículo 173 del Reglamento del Dominio Público Hidráulico. Sin embargo, «en el ámbito territorial de la demarcación por el momento solo se ha aprobado el perímetro de Agost, lo que pone de manifiesto la dificultad de implantar perímetros de protección. En tanto no se delimiten convenientemente los perímetros, la protección de las captaciones no puede garantizarse», reconoce la CHJ.

De momento se ha optado por un cambio en la normativa sobre perímetros pero para nuevas solicitudes de concesión y con un radio en el que no podrán otorgarse otras concesiones ni autorizarse vertidos de tan solo 500 metros.

Nitratos y prórrogas

Dice la norma europea, española y la Organización Mundial de la Salud que el nivel de nitratos en el agua no debe superar los 50 mg/litro porque es el margen de seguridad para la salud humana. Las mediciones en la masa de agua subterránea Ll’iria-Casinos alcanzan una media de 186 mg/l; 136 mg/l en Plana de Castelló; 109 mg/l en Plana de Vinarós, señala el análisis para el plan de tercer ciclo del Júcar.

Masas con sobreexplotación en el júcar
Nivel medio actual de nitratos en las masas de agua subterranea en mal estado químico que han pedido prorróga mas allá de 2027. Fuente: CHJ.
Plaguicidas de hoy, contaminación de mañana

Hay que «extremar la precaución» con los plaguicidas dada la «elevada incertidumbre acerca de los efectos que la combinación de estas sustancias y sus derivados pueden tener sobre la salud y el medio ambiente; la modificación a gran velocidad de las sustancias comerciales utilizadas en la agricultura y en la industria agroalimentaria a medida que se aprueban y prohíben nuevos compuestos» y la existencia de «una alarma social considerable, en la medida en que la contaminación por este tipo de sustancias puede comprometer los abastecimientos urbanos», dice la Confederación del Júcar en el borrador de memoria del Plan Hidrológico 2022-2027.

La advertencia se hace en los documentos de Tercer Ciclo, que paradójicamente no recoge ninguna masa subterránea que llegue a un nivel de presencia de plaguicidas para considerarla en mal estado por este tipo de contaminación. Pero la historia de los plaguicidas en la cuenca del Júcar es larga. Afecta sobre todo a las aguas superficiales pero llegó hace tiempo a los acuíferos, tan importantes para el abastecimiento humano en la demarcación. Después de años de las organizaciones ecologistas exigiendo al organismo de cuenca que se estudiase la presencia de plaguicidas y se actuase para limitarlos, la elaboración del Plan Hidrológico 2015-2021 incluyó en sus medidas la necesidad de mejorar el conocimiento sobre el uso de plaguicidas y su impacto en las aguas de la demarcación.

En cumplimiento de esta medida, el organismo de cuenca dio a conocer en 2018 un estudio elaborado junto a la Universidad Politécnica de Valencia, el Instituto de Plaguicidas y Aguas de la Universidad Jaume I, la Universidad de Castilla-La Mancha, Tragsatec y Evren de Caracterización y Modelación de procesos de contaminación por pesticidas en la demarcación hidrográfica del Júcar.

En él se recordaba que los plaguicidas (insecticidas, herbicidas y fungicidas) «son muy eficaces debido a su toxicidad, lo que a su vez puede representar, aunque sea en concentraciones muy bajas, un problema de salud para el ser humano», desde síntomas leves al desarrollo de cáncer. Y añadía que «la persistencia de estos compuestos puede ser elevada, y aunque en la actualidad se han prohibido la mayoría de pesticidas muy persistentes, todavía es posible encontrar en algunas aguas, fundamentalmente aguas subterráneas, productos que se han utilizado años atrás».

En el Plan hidrológico de Segundo Ciclo se recogieron incumplimientos del estado químico por plaguicidas en 7 masas de agua superficial en los tramos finales de los río Mijares (Castellón), Turia y Júcar (Valencia) y en el Canal de María Cristina (Albacete), todos por presencia del insecticida Clorpirifós.

Se superaban así mismo los límites de la norma de calidad en 5 masas de agua subterránea: Plana de Castellón, situada bajo los tramos finales del río Mijares (Castellón), y en las masas Liria-Casinos, Buñol-Cheste y Plana de Valencia, bajo los ríos Turia y Júcar (Valencia). El incumplimiento en estos casos venía por la presencia del herbicida Bromacilo (de la familia de los uracilos); Desetil-Terbutilazina y Terbumetón-Desetil, que son transformaciones de dos herbicidas de la familia de las triazinas; así como los insecticidas Beta-HCH (organoclorado) y Clorpirifós (organofosforado). El Bromacilo, por ejemplo, con un coeficiente de absorción por el suelo muy bajo, es decir, una gran capacidad de movilidad, «tiene un gran potencial contaminante en el medio natural, fundamentalmente de las aguas subterráneas», explica el estudio. «Estas características produjeron que esta sustancia fuera prohibida en 2003», añade, y sin embargo fue detectado años después en aguas subterráneas en niveles que superaban la norma de calidad.

En las siguientes evaluaciones de la Comisaría de Aguas aumentaron los incumplimientos en las aguas superficiales (pasando de 7 masas afectadas por Clorpirifós a 14 en 2015), y se sumaron 2 incumplimientos por el insecticida Endosulfán en la Rambla Casella y el Río Girona.

En las subterráneas, sin embargo, fueron disminuyendo los incumplimientos hasta llegar al análisis para este próximo Plan Hidrológico, que no recoge ninguna masa subterránea que llegue a un nivel de presencia para considerarla en mal estado por plaguicidas. No se supera en ninguna el límite sobre presencia de pesticidas en las aguas subterráneas, que fija en 0,1 µg/l el umbral de cada sustancia detectada y 0,5 μg/l la suma de todas.

¿Por qué entonces el nuevo Plan sitúa hasta 12 masas de agua subterránea en riesgo de no alcanzar el buen estado químico debido a plaguicidas en 2027? Porque se siguen usando.

La eficacia de un plaguicida reside en su «persistencia y movilidad», que determinan su éxito comercial, y eso ha llevado a una competencia que desarrolla compuestos en constante evolución con grandes variaciones físico-químicas entre ellos, lo que dificulta su seguimiento y regulación. Los compuestos sufren además transformaciones una vez liberados en el medio, procesos biológicos o por hidrólisis que los transforman en nuevos compuestos que pueden ser más tóxicos y persistentes que el original, explica el estudio citado.

Masas con plaguicidas en el júcar
Masas de agua subterránea con presiones significativas por el uso de plaguicidas. Fuente: CHJ.

Visto todo esto, en el nuevo Plan de cuenca se han considerado en riesgo de no alcanzar el buen estado químico en 2027 «aquellas masas en las que, a pesar de no existir [actualmente] ese impacto sí existe un riesgo de incumplir por el uso actual de estos compuestos». La CHJ ha puesto el «umbral de significación en 1 kg/ha de uso de sustancia activa de plaguicida por masa de agua subterránea». El resultado ha sido que 12 masas de agua subterránea presentan presión significativa por uso de plaguicidas suficiente como para considerar que hay riesgo de que no cumplan con la norma europea que exige el buen estado químico de las aguas en 2027.

En busca de aguas que sustituyan la subterránea

Ante la dimensión alcanzada por el problema de sobreexplotación y contaminación de acuíferos, la Confederación lleva tiempo buscando agua de otros orígenes que puedan sustituir a los bombeos, «ya sea con recursos superficiales, desalinizadoras o agua regenerada de las EDAR», y donde el déficit no se soluciona ni con aguas de otros orígenes ha emprendido en los últimos años un plan acelerado de declaración de masas de agua subterránea en sobreexplotación para aprobar planes de ordenación de las extracciones.

Masas con sobreexplotación en el júcar
<80%
>80% <136%
>146% <248%
>248% <334%
>334% <452%
Nivel de sobreexplotación de los acuíferos de la cuenca del Júcar. Cuando las extracciones se sitúan por encima del 80% del agua anual disponible y el nivel freático (medido por sensores piezométricos) baja, se considera que la masa de agua está sobreexplotada. Fuente: CHJ.

Sacar agua de otras fuentes tras años de abuso de los acuíferos y con alertas por calidad no es fácil ni barato. Hay que obtener el agua y luego invertir en canalizaciones y otras obras para llevarla a su destino. La demarcación cuenta con 4 desalinizadoras construidas en su día por ACUAMED (Orpesa, Moncofa, Sagunt y Mutxamel) que, después de años sin uso y diversos problemas para ser puestas en marcha, entraron en explotación en 2019 y 2020 de momento con un volumen lejos de su capacidad de producción.

La estrategia, claro está, incluye el abastecimiento urbano. Hay problemas de calidad en el abastecimiento urbano de la provincia de Castellón, con poblaciones que se abastecen de masas de agua subterránea en mal estado cuantitativo, como son las masas de Plana de Oropesa-Torreblanca y Plana de Castelló, que esperan mitigarse con la sustitución de bombeos por agua de las desalinizadoras de Orpesa y Moncofa. Será necesaria la construcción de infraestructuras que lleven el agua a Castellón de la Plana, Torreblanca, al Consorcio de agua del Pla de l’Arc y al Consorcio de Aguas de la Plana. Entre los objetivos está abastecer a las poblaciones de Oropesa del Mar, Benicasim y Moncofa, que sufren ya «problemas de calidad» en sus aguas, y reducir la presión por bombeos.

También en Elche, Alicante y su área de influencia, que se sitúan en la zona con mayores problemas por escasez de la demarcación, esperan mejorar su abastecimiento con agua de la desalinizadora de Mutxamel, que también podría paliar la situación de escasez de la Marina Baja y contribuir al refuerzo del abastecimiento de los municipios de El Campello y Mutxamel.

Se planea también sustituir bombeos por agua regenerada en zonas como las de Mijares-Plana de Castellón con recurso procedente de las EDAR de Castelló de la Plana, Almassora, Borriana o Moncofa. En la zona de Vall d’Uixó, situada parcialmente sobre la masa Plana de Castelló y Azuébar-Vall d’Uixó, se han reservado recursos de estas EDAR.

Ya el Plan 2016-2021 recogió la asignación de agua superficial para sustituir bombeos en Mancha Oriental. La infraestructura se ha visto insuficiente y se ha declarado sobreexplotada la masa para elaborar un plan de reducción de las extracciones. Las masas del Vinalopó-Alacantí también se declararon sobreexplotadas.

Albacete se abastece desde 2005 con recursos superficiales, aunque cuenta como respaldo con pozos de sequía que alimentan una planta de osmosis para desalar aguas subterráneas con intrusión marina.

contaminación del agua , robo de agua