Se estima que la temperatura media de la superficie del mar Mediterráneo ha aumentado alrededor de tres veces la media mundial entre 1982 y 2018 y que este aumento de temperatura de aproximadamente 0,4 °C por década se ha asociado con un aumento apreciable de las olas de calor marinas desde la década de 1980.
En otros lugares de la costa española —en el Cantábrico central, que está ampliamente influenciado por el Atlántico— también se han registrado olas de calor marinas, aunque las tendencias de frecuencia e intensidad no son tan claras.
Este es el camino por el que podría seguir el aumento de temperatura marina en España:
Hasta 3,5º más en 2100
Se prevé que la temperatura media de la superficie del mar Mediterráneo aumente entre +1,8 °C y +3,5 °C para 2100, con puntos críticos previstos en la costa este de España y del mar Mediterráneo.Las zonas más vulnerables
De todas las aguas de la Zona Económica Exclusiva española, las aguas que rodean las islas Baleares y las que se extienden más al norte de la costa española continental son particularmente vulnerables a la creciente intensidad de los eventos de olas de calor marinas.No solo en el Mediterráneo
Aunque las tendencias en frecuencia e intensidad son menos claras, se prevé un futuro con más olas de calor marinas, no sólo en el Mediterráneo, sino también en el Cantábrico y el Atlántico. Existe una clara tendencia al alza en las temperaturas superficiales del mar en el Golfo de Vizcaya.Impacto en la biodiversidad
Las olas de calor marinas junto con el rápido calentamiento de la temperatura del aire disminuyen la posibilidad de adaptación de los organismos marinos. Esto podría resultar en extinciones locales y cambios a gran escala en la distribución y rangos.Aumento del nivel del mar
En España el ritmo de subida del nivel del mar se ha duplicado en los últimos 20 años. La región mediterránea podría verse particularmente expuesta a este problema, debido al alto porcentaje de personas que viven en las regiones costeras; se calcula que en el Mediterráneo, el 34% de la población vive en regiones costeras (frente al 10 % mundial).
El aumento del nivel del mar, particularmente en sinergia con fenómenos meteorológicos extremos como las marejadas ciclónicas, podría afectar infraestructura crítica como los puertos marítimos y, por lo tanto, afectar las operaciones marítimas. En los peores escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero, las Islas Canarias y Baleares, que dependen en gran medida de los medios marinos para el transporte de mercancías y pasajeros, se enfrentarán a un mayor riesgo de interrupción del transporte marítimo.