La biodiversidad de España es excepcionalmente rica, pero enfrenta serias amenazas en un contexto agravado por la emergencia climática:
- España alberga alrededor de 85.000 especies, el 54 % de las especies europeas, pero es el país europeo con más especies amenazadas: entre un 12 % y un 14 % están en peligro de extinción.
- Sólo el 8,9 % de los hábitats de interés comunitario presentan un estado de conservación favorable.
- El 75 % de las especies y el 100 % de los peces evaluados están en estado de conservación desfavorable.
- 1.857 especies silvestres están amenazadas.
- La crisis también afecta a la agrodiversidad: el 66 % de las razas ganaderas autóctonas y el 42 % de las variedades vegetales españolas están en peligro.
Actualmente, la red de espacios protegidos en España incluye:
| Categoría | Nº |
|---|---|
| Espacios Naturales protegidos según la Ley estatal 42/2007. Categorías UICN | |
| Parques Nacionales | 16 |
| Parques Naturales | 154 |
| Reservas Naturales | 294 |
| Monumentos naturales | 367 |
| Paisajes protegidos | 67 |
| Áreas marinas protegidas | 2 |
| Otras figuras desarrolladas por las CCAA | +800 |
| Red Natura 2000 | |
| Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zonas Especiales de Conservación (ZEC) | 1.468 |
| Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) | 664 |
| Áreas protegidas por instrumentos internacionales | |
| Zonas RAMSAR (humedales protegidos) | 76 |
| ZEPIM (Zonas especialmente protegidas de importancia para el Mediterráneo) | 10 |
| OSPAR (Áreas protegidas del Convenio para la protección del medio ambiente marino del Atlántico del nordeste) | 15 |
| Reserva de la Biosfera (Unesco) | 53 |
| Geoparques (Unesco) | 16 |
| Sitios naturales de la Lista Patrimonio Mundial (Unesco) | 6 |
(Fuente: Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico)
Por qué los espacios protegidos en España son tan importantes (y vulnerables)
Los Espacios Naturales Protegidos (ENP) son herramientas fundamentales frente a la crisis ecológica y climática. Sus funciones son vitales:
- Refugio de biodiversidad amenazada: albergan especies emblemáticas como el lince ibérico, el oso pardo o el águila imperial, cuya supervivencia depende de estos hábitats.
- Provisión de servicios ecosistémicos: garantizan agua limpia, polinización y protección contra inundaciones.
- Mitigación del cambio climático: actúan como sumideros de carbono cruciales en bosques, humedales y turberas.

Sin embargo, aunque el 90 % de los sitios de la Red Natura 2000 tienen planes de gestión, muchos son deficientes. Los estudios científicos (CSIC) confirman su valor, demostrando que la Red Natura 2000 actúa como un escudo frente a la desertificación. Los expertos advierten de la necesidad de una red bien conectada y con gestión adaptativa para mantener su funcionalidad frente al cambio climático. Por tanto, los ENP deben ser la piedra angular de una estrategia que combine justicia climática, recuperación de la biodiversidad y resiliencia territorial.
España, el país de la UE que más superficie aporta a la Red Natura 2000
La eficacia de las áreas protegidas depende de su diseño, financiación y gobernanza.
¿Qué problemas enfrentan en España?
- Protección insuficiente. Sólo el 0,78 % del territorio terrestre cuenta con protección estricta (Categorías I-II de la UICN). España está muy lejos del objetivo internacional del 10 %.
- Falta de representatividad de hábitats. El 34 % de las áreas clave para la biodiversidad carecen de cobertura legal. De las zonas que sí están protegidas, sólo se evalúa la efectividad de la protección en el 18 % de ellas. Esto significa que muchos espacios de alto valor ecológico no tienen una protección oficial
- Desigualdades territoriales críticas. Existen enormes disparidades entre comunidades autónomas. Mientras Madrid, Canarias o La Rioja superan el 35 % de superficie protegida, Galicia no llega al 12 % y la Región de Murcia está por debajo del 15 %. Esto genera una protección ambiental desigual y fragmentada en el territorio nacional, con muchos hábitats no protegidos.
- Gestión deficiente, “parques de papel”. Existen áreas naturales que, a pesar de estar protegidas legalmente, en la práctica no lo están. Esto sucede por fallos en la gestión: falta de recursos, de financiación, de planificación, de prevención y de conectividad ecológica.
En conclusión, España posee una biodiversidad única pero gravemente amenazada, donde los espacios protegidos, a pesar de su extensión aparente, adolecen de una protección real insuficiente, una gestión deficiente, hábitats importantes no representados en la red de ENP y una distribución territorial desigual, lo que los hace vulnerables a las presiones económicas y los efectos del cambio climático.
Cómo España y la UE abordan la crisis de biodiversidad
Frente a esta crisis, se ha desarrollado un marco legislativo robusto y multi-nivel para intentar revertir la situación, en tres niveles:
- Unión Europea: establece el marco legal vinculante a través de directivas clave (Hábitats, Aves, Marco del Agua) y, recientemente, el Reglamento de Restauración de la Naturaleza (2024), que obliga a los estados a restaurar ecosistemas degradados.
- Estado español: transpone la normativa europea y desarrolla estrategias nacionales, como la Estrategia de Biodiversidad 2030.
- Comunidades Autónomas: poseen las competencias en la gestión práctica del territorio, por lo que desarrollan planes y normativas específicas.
Este marco se complementa con convenios internacionales (Kunming-Montreal, Ramsar, CITES) que refuerzan los compromisos. En conjunto, estas herramientas representan una oportunidad histórica para pasar de la protección teórica en el papel a la conservación y restauración efectivas sobre el terreno, siempre que se doten de los medios y la voluntad política necesarios.